Botaderos Públicos
Miércoles 17 de Mayo de 2006.
Nuestro País está contaminado en gran extremo y se necesitaría toda una semana de “ACLARANDO CONCEPTOS” para sólo enunciarlos. Esto se hace con el descuido y dejadez de las Autoridades y con el silencio cómplice de la mayoría de salvadoreños.
Hablaremos ahora de los botaderos de basura:
Sin contar los botaderos piratas, la cantidad de los botaderos legalizados o en proceso de ello, son aproximadamente 150 y van desde botaderos al aire libre que son los más perjudiciales, botaderos con ciertas capas de tierra encima (tipo gato), hasta botaderos con cierto tipo de tratamiento adicional.
¡Todos son altamente contaminantes!...
Pero ¿Porqué se permiten? La situación es que sí se cierran todos de golpe, sin alternativas científicas y tecnológicas aceptables, el remedio sería peor que la enfermedad. Con la basura tirada en las calles, o en botaderos urbanos, o en los camiones de las Alcaldías, sin saber a donde depositar, etc, etc.
Son así, no soluciones, sino un mal necesario, debido a la apatía y desinterés en buscar soluciones desde ya. Se necesitan varios rellenos sanitarios tecnológicamente viables, diseminados en todo el territorio del país, a fin de eliminar un transporte lejano, caro y contaminante y a fin de dar abasto.
Y he aquí el primer mensaje:
Empiecen a planificar y ejecutar desde ya, la mejor solución inmediata al problema de la basura.
(La educación del pueblo para que genere menos basura, es una solución mediata, al menos de mediano plazo).
Lo segundo:
Porqué en nuestro querido país la justicia golpea con fuerza a unos y otros continúan en la tolerancia absoluta, protección gubernamental e incluso en la impunidad.
¿Y qué acaso no hay un principio constitucional que todos somos iguales ante la ley?
Me refiero al juicio penal contra el representante legal de unos de esos “rellenos sanitarios en trámite” la Espiga SA de CV, donde se pretende encontrar un chivo expiatorio a todas las irregularidades colectivas del caso?
Históricamente nuestro querido país se ha distinguido por es doble moral de aplicar la justicia.
Veamos algunos casos, a manera de ejemplos:
*Casi todas las fábricas y establecimientos agrícolas de temporada contaminan y nadie dice nada, excepto el famoso caso de un empresario honorable de Ahuchapan que contaminaba un río. Y que se le inició juicio penal. ¿Y a todos los demás?
Unos casinos se cerraron por ilegales pero siguen abierto otros. Se demolieron restaurantes en las playas, pero otros siguen allí, como el anuncio, siempre tan campantes.
La revisión por posible evasión fiscal, hasta llegar a nivel de acoso, es dirigida a los pequeños y medianos empresarios.
¿Y los más grandes? ¿Y las grandes transnacionales? Etc, etc.
La Espiga SA de CV ya fue definitivamente cerrada y el problema ya fue resuelto.
¿Para qué una persecución penal contra una sola persona? ¿Qué acaso el DERECHO no es para resolver conflictos?; ¿o será que está para crearlos?
En primer lugar debe considerarse que el lugar donde se instaló la Espiga SA de CV y se iniciaron los tramites para un registro sanitario, ya era un botadero pirata que operaba como tierra de nadie y que era utilizado sin pago alguno.
¿Por quiénes? Ellos son los primeros culpables.
En segundo lugar debe investigar cuál fue la Alcaldía o las Alcaldías, que utilizaban dicho relleno.
¿Y no son ellas también responsables?
En tercer lugar
¿Y los usuarios de dichas instalaciones?
Sobre todo las instituciones o empresas de dicha zona, (cercana al Aeropuerto) ya que es inconcebible que mandaran la basura al gran San Salvador y luego viniera ésta de regreso a la zona.
Lo lógico es que se triangulara la papelería, aunque la basura se depositara directamente con los camiones de los mismo usuarios ¿y no sería eso una eficiencia empresarial? Serían también y mayormente culpables.
Que las autoridades gubernamentales que no disponen de un plan alternativo y la Asamblea Legislativa que prorrogó su existencia y los trámites aceptados para el registro de dicho relleno por el Ministerio respectivo. ¿No serían acaso también culpables?
Y los propietarios de la Espiga SA de CV y los administradores de la misma.
Como siempre, un solo individuo, un solo acusado, un chivo expiatorio, en este caso el representante legal
En vez de perder el tiempo, sería interesante planificar desde ya, la solución adecuada para el cierre definitivo de todos los rellenos o botaderos de basura de nuestro país, dándole al menos una solución del tercer mundo y reconocer humildemente que los rellenos como la Espiga SA de CV que ya murió y los otros que están por fenecer, fueron un mal necesario, ya que aún siendo contaminantes; dieron al menos una solución a medias para un país como el nuestro, donde las grandes mayorías viven en un país del quinto mundo.
Fuera de ello, ¿y no dice el refranero popular, que todos en el suelo o todos en la cama?
Esperamos que la justicia resplandezca, pero en su justa dimensión.
Nuestro País está contaminado en gran extremo y se necesitaría toda una semana de “ACLARANDO CONCEPTOS” para sólo enunciarlos. Esto se hace con el descuido y dejadez de las Autoridades y con el silencio cómplice de la mayoría de salvadoreños.
Hablaremos ahora de los botaderos de basura:
Sin contar los botaderos piratas, la cantidad de los botaderos legalizados o en proceso de ello, son aproximadamente 150 y van desde botaderos al aire libre que son los más perjudiciales, botaderos con ciertas capas de tierra encima (tipo gato), hasta botaderos con cierto tipo de tratamiento adicional.
¡Todos son altamente contaminantes!...
Pero ¿Porqué se permiten? La situación es que sí se cierran todos de golpe, sin alternativas científicas y tecnológicas aceptables, el remedio sería peor que la enfermedad. Con la basura tirada en las calles, o en botaderos urbanos, o en los camiones de las Alcaldías, sin saber a donde depositar, etc, etc.
Son así, no soluciones, sino un mal necesario, debido a la apatía y desinterés en buscar soluciones desde ya. Se necesitan varios rellenos sanitarios tecnológicamente viables, diseminados en todo el territorio del país, a fin de eliminar un transporte lejano, caro y contaminante y a fin de dar abasto.
Y he aquí el primer mensaje:
Empiecen a planificar y ejecutar desde ya, la mejor solución inmediata al problema de la basura.
(La educación del pueblo para que genere menos basura, es una solución mediata, al menos de mediano plazo).
Lo segundo:
Porqué en nuestro querido país la justicia golpea con fuerza a unos y otros continúan en la tolerancia absoluta, protección gubernamental e incluso en la impunidad.
¿Y qué acaso no hay un principio constitucional que todos somos iguales ante la ley?
Me refiero al juicio penal contra el representante legal de unos de esos “rellenos sanitarios en trámite” la Espiga SA de CV, donde se pretende encontrar un chivo expiatorio a todas las irregularidades colectivas del caso?
Históricamente nuestro querido país se ha distinguido por es doble moral de aplicar la justicia.
Veamos algunos casos, a manera de ejemplos:
*Casi todas las fábricas y establecimientos agrícolas de temporada contaminan y nadie dice nada, excepto el famoso caso de un empresario honorable de Ahuchapan que contaminaba un río. Y que se le inició juicio penal. ¿Y a todos los demás?
Unos casinos se cerraron por ilegales pero siguen abierto otros. Se demolieron restaurantes en las playas, pero otros siguen allí, como el anuncio, siempre tan campantes.
La revisión por posible evasión fiscal, hasta llegar a nivel de acoso, es dirigida a los pequeños y medianos empresarios.
¿Y los más grandes? ¿Y las grandes transnacionales? Etc, etc.
La Espiga SA de CV ya fue definitivamente cerrada y el problema ya fue resuelto.
¿Para qué una persecución penal contra una sola persona? ¿Qué acaso el DERECHO no es para resolver conflictos?; ¿o será que está para crearlos?
En primer lugar debe considerarse que el lugar donde se instaló la Espiga SA de CV y se iniciaron los tramites para un registro sanitario, ya era un botadero pirata que operaba como tierra de nadie y que era utilizado sin pago alguno.
¿Por quiénes? Ellos son los primeros culpables.
En segundo lugar debe investigar cuál fue la Alcaldía o las Alcaldías, que utilizaban dicho relleno.
¿Y no son ellas también responsables?
En tercer lugar
¿Y los usuarios de dichas instalaciones?
Sobre todo las instituciones o empresas de dicha zona, (cercana al Aeropuerto) ya que es inconcebible que mandaran la basura al gran San Salvador y luego viniera ésta de regreso a la zona.
Lo lógico es que se triangulara la papelería, aunque la basura se depositara directamente con los camiones de los mismo usuarios ¿y no sería eso una eficiencia empresarial? Serían también y mayormente culpables.
Que las autoridades gubernamentales que no disponen de un plan alternativo y la Asamblea Legislativa que prorrogó su existencia y los trámites aceptados para el registro de dicho relleno por el Ministerio respectivo. ¿No serían acaso también culpables?
Y los propietarios de la Espiga SA de CV y los administradores de la misma.
Como siempre, un solo individuo, un solo acusado, un chivo expiatorio, en este caso el representante legal
En vez de perder el tiempo, sería interesante planificar desde ya, la solución adecuada para el cierre definitivo de todos los rellenos o botaderos de basura de nuestro país, dándole al menos una solución del tercer mundo y reconocer humildemente que los rellenos como la Espiga SA de CV que ya murió y los otros que están por fenecer, fueron un mal necesario, ya que aún siendo contaminantes; dieron al menos una solución a medias para un país como el nuestro, donde las grandes mayorías viven en un país del quinto mundo.
Fuera de ello, ¿y no dice el refranero popular, que todos en el suelo o todos en la cama?
Esperamos que la justicia resplandezca, pero en su justa dimensión.
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