Medio Oriente / Conflicto Árabe Israelí I

Martes 08 de agosto de 2006.-

Si hay un tema, donde Aclarando Conceptos se vuelve esencial, lo constituye el Medio Oriente, sus conflictos, sus países, su historia, sus religiones, sus guerras; sus tradiciones, sus costumbres… Es tan poco lo que sabe; y lo que se dice, generalmente ya viene tergiversado y parcializado y localmente incluso, se tergiversa y parcializa aún más.
Y no se trata de posiciones contrarias a nuestra perspectiva, las cuales deben respetarse, aunque no se compartan, si están basadas en la realidad de los hechos. Sino, a inexactitudes, mentiras, medias verdades, confusiones y errores que son generalmente más, del producto del desconocimiento del tema. Aunque no podemos descartar que exista cierta tendencia parcializada.
El problema se complica por la campaña de desinformación mundial y por la carencia de disponer de una información complementaria diferente, que sirva de antítesis.
Muchas veces se repiten estereotipos y clichés sobre los árabes y su cultura; los palestinos y su patria y el Islam y sus tradiciones, de manera automática, y otras veces se manipula o falsifica la información creando artificialmente una imagen negativa.
Si de Aclarando Conceptos se trata, tenemos que actuar con la más amplia tolerancia y amplitud de miras, desechando el fanatismo. Esto no significa que tenemos que renunciar a nuestros principios y ocultar nuestros conocimientos; si no, en aceptar que otros piensen diferentemente,
El fanático no tolera que otro piense diferente a él y a veces actúa con violencia. Confirmamos así, nuestras creencias y rechazamos tajantemente el fanatismo y su contrario: el antifanatismo; porque como lo dijimos en un anterior programa de Aclarando Conceptos, el antifanático es también, fanático de su propio antagonismo.
En nombre de la comunidad salvadoreña de origen árabe palestino, integrada por 60,000 miembros, aproximadamente, ratificamos nuestro planteamiento principal:
“Somos salvadoreños 100% orgullosos de pertenecer a esta patria bendita, El Salvador, pero también nos sentimos orgullosos de nuestro origen árabe, una raza con gran tradición, brillante, historia y cultura ancestral y con la peculariedad especial de ser árabe palestino, un pueblo noble, activo y generoso; amante de la paz, pero también conocedor de sus derechos inalienables.
Y en mi caso especial, también representando a la Comunidad Islámica de El Salvador, pacifica, tolerante y en crecimiento constante, donde no existe racismo alguno y por consiguiente, todas las razas son bienvenidas y consideradas igual.
Es de aclarar que aunque el arabismo y el Islam son términos entre mezclados, son diferentes entre sí, siendo árabe un término racial e Islam un término religioso.
La principal diferencia puede aclararse en el siguiente concepto: No todos los árabes son musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes.
Desde un punto de vista cuantitativo, si bien hay importantes comunidades cristianas en el Medio oriente, especialmente en el sufrido Líbano, la mayoría de los árabes allá son musulmanes.
Como personas amantes de la paz, no podemos justificar la guerra. Nos solidarizamos así con la noticia publicada en Diario El Mundo del viernes 28.julio.06
“Religiones por la Paz El Salvador, exhortaron al cese de la violencia entre Israel y Hezbollá en Líbano e Israel y Hamás en Palestina. Este llamado se une al llamado internacional que hizo en las últimas horas la “Conferencia mundial de Religiones por la Paz”.
“Los actos del terror empujan a las personas de Israel, Líbano y Palestina y los estados vecinos a un abismo de destrucción. Gente inocente está siendo asesinada, estructuras civiles están siendo destruidas y el fuego del odio se incrementa”.
Otro punto importante que es necesario recalcar, es que el conflicto del Medio oriente, si bien trágico e indeseable, no debe traerse a El Salvador. La tradicional amistad entre las comunidades de origen judío y palestino o el acercamiento entre las religiones judía y musulmana en nuestro país, deben permanecer incólumes.
Merece especial consideración las palabras del Director General de la Organización para la Educación, la Ciencia y la cultura de las Naciones Unidas (UNESCO), que en su oportunidad manifestó:
“Pese a las dificultades y experiencias dolorosas, la integración de los inmigrantes de origen árabe en América Latina puede considerarse lograda. Ahora que observamos con inquietud el peligroso ascenso de la intolerancia, el racismo y la xenofobia en países industrializados, y las reacciones de fanatismo religioso y hasta de violencia homicida, que ello puede suscitar entre los que se sienten rechazados y excluidos; las comunidades de origen árabe en América Latina, constituyen un modelo de integración, junto con los demás componentes étnicos y culturales de la sociedad.
Entre dichos componentes, no hay que olvidarlo, se encuentran importantes comunidades de origen judío, con los que, a pesar de los conflictos que han dividido al Cercano oriente, desde hace más de medio siglo, los inmigrantes árabes, han mantenido, salvo raras excepciones, relaciones cordiales en la vida cotidiana y profesional. Por encima de las diferencias ideológicas y religiosas, los contactos humanos, como antaño en el Andalus (España), han propiciado el conocimiento mutuo, la tolerancia y la comprensión.
En ese sentido, las comunidades de origen árabe y judío, de América Latina, pueden con su ejemplo de convivencia, contribuir a la consolidación del proceso de paz en el Cercano oriente, que la UNESCO, dentro de sus esferas de competencia, apoya con todas sus fuerzas.
Otro punto importante es que no podemos descartar que la creación de un Estado palestino independiente, es un derecho inalienable del pueblo palestino y un deber de toda la Comunidad internacional. Nosotros estamos así a favor de la paz pero también deseamos fervientemente que a la par de Israel se constituya el Estado palestino, donde todos, sin excepción, vivan en paz, concordia, amor y justicia.