Cultura Árabe II
Martes 27 De Junio De 2006.-
Comentamos ayer la historia de las migraciones semíticas de Arabia hacia el norte, formando diferentes pueblos – emparentados entre sí, y con idiomas parecidos – que dieron origen a la cultura de la Humanidad.
Pero también quedaba cultura en la península Arábiga, ya que no todos emigraban.
Delante de una incisión en la barrera rocosa están los restos de la otrora gigantesca obra de construcción de la antigüedad árabe: el dique de Mariaba.
Durante más de mil años contuvo las aguas que caían de las montañas después de los chaparrones.
En este tiempo, el dique, un sistema genial de represas, esclusas, torres de piedra sólidas, distribuidores, acueductos y canales, convirtió a la planicie al borde del desierto en un paraíso floreciente, esta instalación mamut les parecía tan imponente a los pueblos europeos, que creían cientos de años después que una raza de gigantes debía haber creado esta construcción. Ahora hablan de los ovnis.
Los sabaneses que dominaban toda Arabia del Sur, eran los fenicios del Océano Indico. Las ciudades en el extremo norte de la calle del incienso, eran ricas, mientras lo siguió siendo Yemen, Tiros, Petra, Palmira e Hira.
De las tierras altas al sur oeste de Mariaba irrumpieron Los Himiaritas. Bajo una renovada dirección, los himiaritas, cuyos reyes se llamaban “Tobba” se construyeron las ciudadelas de Ghudman en Saná, un palacio fabuloso de mármol y porfirio de 20 pisos, con techos de alabastro, casi transparente, el primer rascacielos de la historia.
Otros se quedaban también en las estrechas faja costrera, formando las ciudades de la Meca y Medina. Los que se quedaban eran los únicos a los cuales se les seguía llamando árabes. Pero todos, tenían ese origen.
Si analizamos todos los inventos y descubrimientos de estos pueblos semitas, de origen árabe, observamos que son fundadores de la cultura de la Humanidad, mucho antes que Grecia y Roma.
La agricultura, la escritura, la arquitectura, las matemáticas, la astronomía, la literatura, derecho, historia, geografía, filosofía, medicina, etc. Sientan aquí sus bases para que los griegos se nutran.
Basta ver algunos ejemplos.
Invención de la escritura y las matemáticas; la geometría, la rueda, las palancas, la metalurgia; irrigación de cultivos, acueductos, diques, invención del arco y las bóvedas, abonos; grandes construcciones, arte de la momificación; desarrollo de la lógica y sintaxis de la gramática y la escritura; siendo primero de carácter jeroglífico (Egipto); cuneiforme (Mesopotamia); aunque luego, un pueblo semita, los fenicios o puni, procedentes del norte de Arabia, desarrollan el primer alfabeto compuesto de 22 signos simples, del cual parten todos los alfabetos, por más distintos que estos sean entre sí.
Inventaron un sistema complejo de medidas; longitud, área, volumen, capacidad, peso, etc. Desarrollan el comercio y la navegación, enormes monumentos, esculturas, templos y ciudades; construyen los primeros rascacielos operativos. Domestican el caballo, el camello y el elefante. Descubren el sistema sexagesimal. Construyen astilleros, medición de los vientos, aplican principios químicos a las aleaciones metálicas; inventan los principios de la topografía y cartografía; asfaltan las calles, con un sistema parecido al actual; acuñamiento de monedas; sistematizan las finanzas, avances en las ciencias, artes y matemáticas. Literatura amplia y variada; filosófica, teológica, científica, etc.
Esta cultura original fue la base de la civilización. De allí se alimentaron los griegos, quienes adquirieron sus conocimientos de Egipto y Asia Menor. Se dice que el griego Herodoto es el padre de la historia, pero él tan sólo fue un alumno de maestros egipcios. Pitágoras, Euclides y prácticamente los primeros matemáticos griegos; aprendieron de las civilizaciones de Egipto y el Asia Menor.
Los conceptos de algunos apólogos de Ahiqar se encuentran de nuevo en las famosas fabulas de Esopo, e incluso la biografía de este último, aparece influida por la del antiguo sabio oriental.
Otro ejemplo, el tema de la leyenda de Keret, es decir las empresas guerreras de un héroe por la conquista de una bellisima mujer, recuerda el de la Iliada (Helena de Troya) y toda una serie de personajes de situaciones, de términos y de expresiones de la literatura ugarítica, sugiere su influencia en la griega antigua.
Se ha observado con razón, que el tema del héroe errante, propio de la Odisea, encuentra sus precedentes en la literatura egipcia, y que en mitos griegos, tales como la teogonía de Hesíodo o la historia de Atlas, tiene impresionantes equivalentes en la hitita, etc.
La civilización griega queda así solidamente basada en el ambiente literario, religioso, científico y artístico de las civilizaciones antiguas de los países que hoy conforman el mundo árabe.
Comentamos ayer la historia de las migraciones semíticas de Arabia hacia el norte, formando diferentes pueblos – emparentados entre sí, y con idiomas parecidos – que dieron origen a la cultura de la Humanidad.
Pero también quedaba cultura en la península Arábiga, ya que no todos emigraban.
Delante de una incisión en la barrera rocosa están los restos de la otrora gigantesca obra de construcción de la antigüedad árabe: el dique de Mariaba.
Durante más de mil años contuvo las aguas que caían de las montañas después de los chaparrones.
En este tiempo, el dique, un sistema genial de represas, esclusas, torres de piedra sólidas, distribuidores, acueductos y canales, convirtió a la planicie al borde del desierto en un paraíso floreciente, esta instalación mamut les parecía tan imponente a los pueblos europeos, que creían cientos de años después que una raza de gigantes debía haber creado esta construcción. Ahora hablan de los ovnis.
Los sabaneses que dominaban toda Arabia del Sur, eran los fenicios del Océano Indico. Las ciudades en el extremo norte de la calle del incienso, eran ricas, mientras lo siguió siendo Yemen, Tiros, Petra, Palmira e Hira.
De las tierras altas al sur oeste de Mariaba irrumpieron Los Himiaritas. Bajo una renovada dirección, los himiaritas, cuyos reyes se llamaban “Tobba” se construyeron las ciudadelas de Ghudman en Saná, un palacio fabuloso de mármol y porfirio de 20 pisos, con techos de alabastro, casi transparente, el primer rascacielos de la historia.
Otros se quedaban también en las estrechas faja costrera, formando las ciudades de la Meca y Medina. Los que se quedaban eran los únicos a los cuales se les seguía llamando árabes. Pero todos, tenían ese origen.
Si analizamos todos los inventos y descubrimientos de estos pueblos semitas, de origen árabe, observamos que son fundadores de la cultura de la Humanidad, mucho antes que Grecia y Roma.
La agricultura, la escritura, la arquitectura, las matemáticas, la astronomía, la literatura, derecho, historia, geografía, filosofía, medicina, etc. Sientan aquí sus bases para que los griegos se nutran.
Basta ver algunos ejemplos.
Invención de la escritura y las matemáticas; la geometría, la rueda, las palancas, la metalurgia; irrigación de cultivos, acueductos, diques, invención del arco y las bóvedas, abonos; grandes construcciones, arte de la momificación; desarrollo de la lógica y sintaxis de la gramática y la escritura; siendo primero de carácter jeroglífico (Egipto); cuneiforme (Mesopotamia); aunque luego, un pueblo semita, los fenicios o puni, procedentes del norte de Arabia, desarrollan el primer alfabeto compuesto de 22 signos simples, del cual parten todos los alfabetos, por más distintos que estos sean entre sí.
Inventaron un sistema complejo de medidas; longitud, área, volumen, capacidad, peso, etc. Desarrollan el comercio y la navegación, enormes monumentos, esculturas, templos y ciudades; construyen los primeros rascacielos operativos. Domestican el caballo, el camello y el elefante. Descubren el sistema sexagesimal. Construyen astilleros, medición de los vientos, aplican principios químicos a las aleaciones metálicas; inventan los principios de la topografía y cartografía; asfaltan las calles, con un sistema parecido al actual; acuñamiento de monedas; sistematizan las finanzas, avances en las ciencias, artes y matemáticas. Literatura amplia y variada; filosófica, teológica, científica, etc.
Esta cultura original fue la base de la civilización. De allí se alimentaron los griegos, quienes adquirieron sus conocimientos de Egipto y Asia Menor. Se dice que el griego Herodoto es el padre de la historia, pero él tan sólo fue un alumno de maestros egipcios. Pitágoras, Euclides y prácticamente los primeros matemáticos griegos; aprendieron de las civilizaciones de Egipto y el Asia Menor.
Los conceptos de algunos apólogos de Ahiqar se encuentran de nuevo en las famosas fabulas de Esopo, e incluso la biografía de este último, aparece influida por la del antiguo sabio oriental.
Otro ejemplo, el tema de la leyenda de Keret, es decir las empresas guerreras de un héroe por la conquista de una bellisima mujer, recuerda el de la Iliada (Helena de Troya) y toda una serie de personajes de situaciones, de términos y de expresiones de la literatura ugarítica, sugiere su influencia en la griega antigua.
Se ha observado con razón, que el tema del héroe errante, propio de la Odisea, encuentra sus precedentes en la literatura egipcia, y que en mitos griegos, tales como la teogonía de Hesíodo o la historia de Atlas, tiene impresionantes equivalentes en la hitita, etc.
La civilización griega queda así solidamente basada en el ambiente literario, religioso, científico y artístico de las civilizaciones antiguas de los países que hoy conforman el mundo árabe.