Cultura Precolombina
Viernes 30 De Junio De 2006
Si la cultura árabe fue ocultada y negada por la mayoría de europeos, ya fueran pueblos que fueron sometidos inicialmente o no; la injusticia hecha con los pueblos indígenas de América, fue aún mayor. No sólo se ocultó y negó su cultura, sino que sistemáticamente se destruyó. Se les consideró primitivos y salvajes y de esa forma, en lugar de entablar un diálogo de cultura a cultura, se estableció un monólogo donde la cultura europea daba todo y América no daba nada.
Imperialismo puro. Y no sólo la cultura fue pisoteada, sino también sus riquezas. Y el indio americano, fue esclavizado, explotado, contaminado y diezmado. De esa forma a mediados del siglo XVII los indígenas que eran 80 millones se habían reducido a 4 millones.
Muchas tribus americanas habían obtenido un elevado desarrollo cultural y social, siendo los que más resaltaban: los Mayas, Aztecas e Incas.
Se ha querido despreciar la amplia cultura de los pueblos indígenas de América, al considerarlos que no tenían escritura, pero esto es tan sólo una mala apreciación europea; debido a que su escritura, era diferente al sistema conocido. Disponían de una riqueza extraordinaria de escritura, expresiones y de signos complejos, aunque diferentes.
La ignorancia no era de los indios, sino de los invasores.
¡Que no sabían y no sabían que no sabían!
La escritura no era alfabética, sino que pictórica e ideográfica, los colores, la posición de los signos, el lugar donde se pintaban, las formas, definían el lenguaje.
Se pintaba sobre cerámica, en las pirámides y templos, en piedras, pero sobre todo en los llamados códices.
Eran tiras de cuero y papiro, de varios metros de largo y 20 cm. de ancho. Se doblaban en forma especial y tenían tapaderas adornadas, con signos y pinturas debidamente seleccionados, en una forma de escritura diferente pero suficientemente completa y eficaz la cual se fortificaba con la tradición oral. El hecho de que los invasores quemaran miles de códices hizo que muchos indígenas ocultaran lo que pudieron. Y lamentablemente muchos conocimientos y tradiciones se perdieron definitivamente y otros se encuentran todavía ocultos. Aún con la enorme cantidad de códices existentes, hoy tan sólo se consideran 25: 13 mixtecas, 9 aztecas y 3 mayas.
Como un ejemplo, a través de muchos estudios y tanteos, la ciencia tradicional encontró la forma de como se combinaban los signos y números del calendario maya, sumamente complejo, en las estelas y monumentos y también el detalle de su sistema numérico vigesimal y el uso del “0” (que sólo árabes y mayas inventaron).
A través de análisis de sus escrituras, se ha llegado a la conclusión que los mayas, aztecas e incas ya estaban en vías de representar sonidos, ya sea de sílabas o letras (fase fonética), lo cual se detuvo con la conquista española. Sin embargo, algunos sabios indígenas, lograron transcribir sus lenguas a caracteres latinos y así tenemos obras de ejemplar belleza, como el Popol-Vuh, de origen maya-quiché, escrita primero en los códices, representada luego con caracteres latinos y posteriormente traducida al idioma español.
Los mayas se identificaban como pueblos de una amplia cultura, predominantemente pacíficos, brillantes astrónomos y matemáticos, grandes constructores de carreteras, monumentos, pirámides; estelas conmemorativas y grandes complejos urbanísticos; los elementos arquitectónicos adicionales eran el uso de la bóveda de piedra salediza o arco cobeleado. Y la cerámica, de colores vivos y formas variadas, y su escritura jeroglífica – cronológica manifestada en: los códices, murales en las paredes, objetos de cerámica, vasijas y estelas de piedra.
Los códices principales son:
- Código de Paris (Codex Pérez)) de rituales.
- Texto de adivinación o códice tro-contesiano.
- Tratado de astronomía o código de Dresde; y los siguientes, que han sido transcritos a caracteres latinos.
- Libros de Chilam Balam (Maya-yucateco)
- El Popol-Vuh y el Rabinal Achí (Maya Quiché)
- Los Anales (Maya Cachiquel)
Nuestra América mantiene sus vínculos culturales con el Antiguo Continente; en nuestro caso, particularmente con España, pero tiene que atender también a su pasado precolombino, el cual es más rico y cultural de lo que la gente cree, y que es necesario investigar y profundizar.
A muchos de nosotros nos pusieron a leer a Don Quijote de la Mancha y no nos dijeron que se había inspirado en una obra árabe. Tampoco nos pusieron a leer el Popol-Vuh.
Si la cultura árabe fue ocultada y negada por la mayoría de europeos, ya fueran pueblos que fueron sometidos inicialmente o no; la injusticia hecha con los pueblos indígenas de América, fue aún mayor. No sólo se ocultó y negó su cultura, sino que sistemáticamente se destruyó. Se les consideró primitivos y salvajes y de esa forma, en lugar de entablar un diálogo de cultura a cultura, se estableció un monólogo donde la cultura europea daba todo y América no daba nada.
Imperialismo puro. Y no sólo la cultura fue pisoteada, sino también sus riquezas. Y el indio americano, fue esclavizado, explotado, contaminado y diezmado. De esa forma a mediados del siglo XVII los indígenas que eran 80 millones se habían reducido a 4 millones.
Muchas tribus americanas habían obtenido un elevado desarrollo cultural y social, siendo los que más resaltaban: los Mayas, Aztecas e Incas.
Se ha querido despreciar la amplia cultura de los pueblos indígenas de América, al considerarlos que no tenían escritura, pero esto es tan sólo una mala apreciación europea; debido a que su escritura, era diferente al sistema conocido. Disponían de una riqueza extraordinaria de escritura, expresiones y de signos complejos, aunque diferentes.
La ignorancia no era de los indios, sino de los invasores.
¡Que no sabían y no sabían que no sabían!
La escritura no era alfabética, sino que pictórica e ideográfica, los colores, la posición de los signos, el lugar donde se pintaban, las formas, definían el lenguaje.
Se pintaba sobre cerámica, en las pirámides y templos, en piedras, pero sobre todo en los llamados códices.
Eran tiras de cuero y papiro, de varios metros de largo y 20 cm. de ancho. Se doblaban en forma especial y tenían tapaderas adornadas, con signos y pinturas debidamente seleccionados, en una forma de escritura diferente pero suficientemente completa y eficaz la cual se fortificaba con la tradición oral. El hecho de que los invasores quemaran miles de códices hizo que muchos indígenas ocultaran lo que pudieron. Y lamentablemente muchos conocimientos y tradiciones se perdieron definitivamente y otros se encuentran todavía ocultos. Aún con la enorme cantidad de códices existentes, hoy tan sólo se consideran 25: 13 mixtecas, 9 aztecas y 3 mayas.
Como un ejemplo, a través de muchos estudios y tanteos, la ciencia tradicional encontró la forma de como se combinaban los signos y números del calendario maya, sumamente complejo, en las estelas y monumentos y también el detalle de su sistema numérico vigesimal y el uso del “0” (que sólo árabes y mayas inventaron).
A través de análisis de sus escrituras, se ha llegado a la conclusión que los mayas, aztecas e incas ya estaban en vías de representar sonidos, ya sea de sílabas o letras (fase fonética), lo cual se detuvo con la conquista española. Sin embargo, algunos sabios indígenas, lograron transcribir sus lenguas a caracteres latinos y así tenemos obras de ejemplar belleza, como el Popol-Vuh, de origen maya-quiché, escrita primero en los códices, representada luego con caracteres latinos y posteriormente traducida al idioma español.
Los mayas se identificaban como pueblos de una amplia cultura, predominantemente pacíficos, brillantes astrónomos y matemáticos, grandes constructores de carreteras, monumentos, pirámides; estelas conmemorativas y grandes complejos urbanísticos; los elementos arquitectónicos adicionales eran el uso de la bóveda de piedra salediza o arco cobeleado. Y la cerámica, de colores vivos y formas variadas, y su escritura jeroglífica – cronológica manifestada en: los códices, murales en las paredes, objetos de cerámica, vasijas y estelas de piedra.
Los códices principales son:
- Código de Paris (Codex Pérez)) de rituales.
- Texto de adivinación o códice tro-contesiano.
- Tratado de astronomía o código de Dresde; y los siguientes, que han sido transcritos a caracteres latinos.
- Libros de Chilam Balam (Maya-yucateco)
- El Popol-Vuh y el Rabinal Achí (Maya Quiché)
- Los Anales (Maya Cachiquel)
Nuestra América mantiene sus vínculos culturales con el Antiguo Continente; en nuestro caso, particularmente con España, pero tiene que atender también a su pasado precolombino, el cual es más rico y cultural de lo que la gente cree, y que es necesario investigar y profundizar.
A muchos de nosotros nos pusieron a leer a Don Quijote de la Mancha y no nos dijeron que se había inspirado en una obra árabe. Tampoco nos pusieron a leer el Popol-Vuh.