Embajada de El Salvador en Israel

Jueves 24 de agosto de 2006.-

En La Prensa Gráfica, en la sección Enfoques. Opinión. Tribuna de redactores, del 20 de agosto de 2006, encontramos la siguiente noticia.
Sólo y sin otro de su especie.
Así define el diccionario de la Real Academia Española la palabra “único”.
Ese adjetivo a El Salvador le viene perfecto. Ahora más que nunca. Con el retiro de la Embajada de Costa Rica en Jerusalén, El Salvador, quedó como el único país del mundo que desafía varias resoluciones de la Naciones Unidas que declaran a la Ciudad como territorio Internacional y que llaman a todos los Estados miembros a retirar de allí sus sedes diplomáticas.
Y en El Diario el Mundo, del jueves 17 de agosto “El Salvador se convirtió en el único país del mundo en tener en Jerusalén, su Embajada ante Israel.

Posiciones compartidas en 1982 y diferentes en agosto.2006.
El gobierno de Costa Rica decidió trasladar la Embajada a Tel Aviv y abandonar la sede de Jerusalén, donde la representación diplomática opera desde 1982.
La decisión la comunicó el 16 de agosto de 2006 el Presidente Arias y el Canciller Bruno Stagno a los ocho jefes de las fracciones del Congreso, en una reunión en la casa particular del gobernante.
El encuentro se prolongó por tres horas.
El traslado, según dijo Arias a los diputados, rige desde hoy. El Gobierno ya giró instrucciones a la Embajadora en Israel. Noemí Baruch, para que busque instalaciones en Tel Aviv.
El Gobierno pretende poner a Costa Rica a tono con resoluciones de Naciones Unidas, que consideran a Jerusalén una ciudad bajo régimen internacional y no como propiedad israelí.
Hasta ayer, Costa Rica y El Salvador eran los únicos países del mundo que tenían su representación diplomática en Jerusalén, ciudad que se disputa el Estado de Israel y la Autoridad palestina, lo que convierte el tema en centro de discordia entre israelíes y el bloque de países árabes.
Incluso Estados Unidos, tradicional aliado de Israel en el conflicto con los árabes, tiene su representación en Tel Aviv.
“había fuertes indicios de que esto iba a ocurrir en algún momento. Si hay alguien que puede hacerlo es Oscar Arias. Él sabe lo que significa esto. Es poner al país en concordancia con resoluciones de Naciones Unidas”, añadió un analista reconocido costarricense.
El Presidente de Costa Rica, Oscar Arias anunció que su país corregirá un “error histórico” y que la decisión no buscaba “ofender al querido pueblo de Israel; sino respetar el derecho internacional”.

Prensa Grafica 17 de agosto.
La Cancillería salvadoreña emitió un comunicado en el que descartó cualquier movimiento de la Embajada, pero admitió que “una decisión sobre este tema, se valoraría en las circunstancias apropiadas y con el debido respeto que merecen todas las partes involucradas”.
Además, mencionó:
“Consideramos que no es el momento apropiado para tomar una decisión que podría tener repercusiones negativas en el proceso de paz”.
“Puede verse como un apoyo a una de las partes en conflicto y El Salvador quiere ser parte de la solución y no, del problema”.
“El Salvador sigue apoyando la autodeterminación del pueblo palestino y su derecho a constituir un estado independiente”.

Las posiciones no dejan de ser totalmente confusas e ingenuas.
Mantener la Embajada de Israel, en Jerusalén, un territorio en disputa, en contra de la Comunidad Internacional y sin reconocer en modo alguno la autoridad palestina; no le otorga respeto ni a la autoridad palestina ni a la Comunidad Internacional; el apoyo a una de las partes en conflicto continúa y es definitivamente a favor de Israel e incluso este apoyo se mantendría en el traslado a Tel-Aviv; ya que siempre es una Embajada israelí; y no existe la contraparte palestina, ni siquiera una oficina de negocios o un consulado mínimo en ciudades palestinas definidas como Ramallah o Belén. El Salvador es así parte del problema no de la solución, porque está tomando una posición claramente definida por una de las partes, antes que la disputa sea resuelta. Además ¿cómo puede apoyar el derecho a constituir un estado palestino independiente, si se niega a reconocer a la autoridad palestina, que es un paso menor para llegar a constituir un Estado?
No hay duda de que la política exterior de nuestro país, sigue tan mal, como cuando se abrieron relaciones diplomáticas con una República Árabe inexistente: La República Saharaui, que no es existe más que en la mente del Frente Polisario. En todo, nos volvemos tristemente célebres: los únicos de Latinoamérica y en el caso de la Embajada en Jerusalén, los únicos, del mundo.

Y en la Prensa Gráfica del viernes 18 de agosto de 2006, se publicó que el Presidente Antonio Saca reafirmó ayer que se mantendría la Embajada salvadoreña en Jerusalén, “hasta que sea oportuno el cambio” a Tel-Aviv.

Si se me pregunta cúando, la respuesta es ya. Y lo diría aún simplemente como salvadoreño, sin tomar en cuenta mi origen.
No podemos seguir ignorando a la Comunidad Internacional, ni podemos seguir avalando injusticias. Ni ser los señalados en todo. Convendría hablar con el Presidente Oscar Arias, ¿por qué tomó esa decisión? Es un hombre con experiencia y Premio Nóbel.
Debe considerarse que los hechos aunque pasen, quedan permanentemente fijos en la historia. Y cuando se trata de asuntos mundiales, forma parte de la historia universal. ¿Cómo nos gustaría quedar en ella?