Desarrollo Agrícola / AGRO
Miércoles 12 Julio de 2006.-
Hablando de los pequeños proyectos Agro industriales; como un ejemplo, el alcohol para combustible no se obtiene en los Estados Unidos de grandes empresas, sino a través de digestores individuales de las granjas campesinas que utilizan los rastrojos o desperdicios del maíz. Como muchos proyectos agropecuarios, la tecnología es sumamente elemental y al alcance de la mano. La sustancia más abundante en la naturaleza es el almidón, que es básicamente un polisacárido, o sea, que está constituido por muchas moléculas de azúcar simple. La sacarosa, o azúcar de la caña, es un disacárido, o sea, esta constituido por 2 moléculas de azúcar. De ambos podemos obtener oxidándolos, alcohol y después, vinagre. Y del almidón, en medio ácido y/o enzimático, podemos obtener previamente azúcar (inicialmente glucosa). La mayoría de la “azúcar” que se ocupa en refrescos, helados, postres, bebidas gaseosas, etc. proviene del maíz, un grano sumamente puro, sin contaminantes clanógenos. Para producir alcohol para combustible podemos utilizar también: maicillo, yuca, y cuanta fuente de almidón abundante dispongamos, pudiendo utilizar, en el caso del maicillo o sorgo, los terrenos menos fértiles. No hay así razón para utilizar azúcar de caña para producir alcohol, ya que ésta necesita de tierras altamente fértiles y su precio internacional se encuentra elevado, a la par del convenio favorable que se obtuvo con el TLC con los Estados Unidos (uno de los pocos productos agrícolas beneficiados).
Podemos mencionar una serie de proyectos agroindustriales, que los agricultores podrían accesar. Pero ¿hay voluntad política para desarrollarlos? La mayoría de agricultores no tienen acceso al crédito; la banca de desarrollo no opera en la magnitud deseada y la banca privada se debate en su definición de banqueros propiamente dichos o simples prestamistas.
Definitivamente para la banca, la apuesta al agro es riesgosa; y siendo empresa privada, se constituyen básicamente para ganar dinero y no para desarrollar el país.
Cuando una Empresa privada manifiesta que el beneficio de su productividad no es para sí misma; si no que es para El Salvador, para los empleados de la Empresa, para sus proveedores y para todos en general, está usando pura demagogia. Una empresa privada se constituye para ganar dinero y si es eficiente, logra trasladar algunos beneficios para otros; esto último como valor agregado, no esencial.
Con una política gubernamental de apoyo al agro; utilizando buena disposición, pero también capacidad y tecnología, se pueden desarrollar proyectos agrícolas y agroindustriales combinados, totalmente rentables.
Sin embargo – y sin ánimo de ofender a nadie – porque no estamos buscando culpables sino presentando soluciones, no existe una política prioritaria de apoyo al agro (aunque debemos reconocer que a diferencia de los 3 Gobiernos anteriores de ARENA, el actual Gobierno, sí menciona la necesidad de su desarrollo).
Fuera del Desarrollo Agroindustrial, debemos considerar la importancia estratégica de cualquier país, en lograr su autosuficiencia alimentaria.
Existe un déficit nacional, el cual se compensa por compras y donaciones de alimentos internacionales – debido a la actual superabundancia de los mismos, lo cual tiende a cambiar en el próximo futuro. Deberá considerarse como una posibilidad no tan remota, que no haya dinero para importar alimentos, o bien, aunque lo hubiere, no haya disponibilidad de alimentos que comprar. Buscar la autosuficiencia alimentaria, se vuelve indispensable.
Es importante considerar 2 factores de tecnología elemental que necesitan ser ponderados: el agua disponible y la clase de suelos.
Mediante una adecuada planificación, deben aprovecharse todos los recursos de agua, ya sean lluvias, aguas subterráneas o superficiales, para revalorizar la mayor superficie de tierras (no hay terreno arcilloso o arenoso que no produzca con voluntad, tecnología apropiada y agua).
El suministro de granos básicos no debe ser solucionado únicamente con la aplicación de nuevos y más eficientes sistemas de riego, sino que también analizando la calidad de los suelos: la mayoría de los suelos dedicados a los granos básicos no tiene vocación para ser utilizados con cultivos anuales por su topografía, la cual favorece la pérdida del recurso así como también el agua, disminuyendo así progresivamente la productividad y erosiando los suelos, que rápidamente se vuelven improductivos.
En cuanto al cultivo de otras especies vegetales, es importante considerar que la mayor parte de los suelos salvadoreños, incluidos la zona norte, son ricos en potasio, pobres en fósforo y nulos en nitrógeno. Un análisis del suelo de la zona norte, comprendido entre las poblaciones del Sauce y Concepción de Oriente, en la Unión, de textura esencialmente arcillosa, nos dio una concentración de potasio de 136 ppm y de fósforo únicamente 1. Su pH en agua nos dio 5.8; esto es, medio ácido.
Plantas que necesitan poco fósforo para su desarrollo podrían cultivarse. Ej: El jícaro, morro o guira; el guayule (Parthenium Argentatum), familiar del Hevea (caucho natural); el Gopher de California (Euphorbia), fuente de combustible orgánico, etc.
El cultivo de la vid podría aprovecharse ya que esta planta necesita enormes cantidades de potasio (planta potasiana).
Un estudio completo de cultivos adaptados a las condiciones normales del suelo, es indispensable; fuera de la fabricación de abonos; factores concomitantes en el desarrollo agrícola de nuestro país.
Hablando de los pequeños proyectos Agro industriales; como un ejemplo, el alcohol para combustible no se obtiene en los Estados Unidos de grandes empresas, sino a través de digestores individuales de las granjas campesinas que utilizan los rastrojos o desperdicios del maíz. Como muchos proyectos agropecuarios, la tecnología es sumamente elemental y al alcance de la mano. La sustancia más abundante en la naturaleza es el almidón, que es básicamente un polisacárido, o sea, que está constituido por muchas moléculas de azúcar simple. La sacarosa, o azúcar de la caña, es un disacárido, o sea, esta constituido por 2 moléculas de azúcar. De ambos podemos obtener oxidándolos, alcohol y después, vinagre. Y del almidón, en medio ácido y/o enzimático, podemos obtener previamente azúcar (inicialmente glucosa). La mayoría de la “azúcar” que se ocupa en refrescos, helados, postres, bebidas gaseosas, etc. proviene del maíz, un grano sumamente puro, sin contaminantes clanógenos. Para producir alcohol para combustible podemos utilizar también: maicillo, yuca, y cuanta fuente de almidón abundante dispongamos, pudiendo utilizar, en el caso del maicillo o sorgo, los terrenos menos fértiles. No hay así razón para utilizar azúcar de caña para producir alcohol, ya que ésta necesita de tierras altamente fértiles y su precio internacional se encuentra elevado, a la par del convenio favorable que se obtuvo con el TLC con los Estados Unidos (uno de los pocos productos agrícolas beneficiados).
Podemos mencionar una serie de proyectos agroindustriales, que los agricultores podrían accesar. Pero ¿hay voluntad política para desarrollarlos? La mayoría de agricultores no tienen acceso al crédito; la banca de desarrollo no opera en la magnitud deseada y la banca privada se debate en su definición de banqueros propiamente dichos o simples prestamistas.
Definitivamente para la banca, la apuesta al agro es riesgosa; y siendo empresa privada, se constituyen básicamente para ganar dinero y no para desarrollar el país.
Cuando una Empresa privada manifiesta que el beneficio de su productividad no es para sí misma; si no que es para El Salvador, para los empleados de la Empresa, para sus proveedores y para todos en general, está usando pura demagogia. Una empresa privada se constituye para ganar dinero y si es eficiente, logra trasladar algunos beneficios para otros; esto último como valor agregado, no esencial.
Con una política gubernamental de apoyo al agro; utilizando buena disposición, pero también capacidad y tecnología, se pueden desarrollar proyectos agrícolas y agroindustriales combinados, totalmente rentables.
Sin embargo – y sin ánimo de ofender a nadie – porque no estamos buscando culpables sino presentando soluciones, no existe una política prioritaria de apoyo al agro (aunque debemos reconocer que a diferencia de los 3 Gobiernos anteriores de ARENA, el actual Gobierno, sí menciona la necesidad de su desarrollo).
Fuera del Desarrollo Agroindustrial, debemos considerar la importancia estratégica de cualquier país, en lograr su autosuficiencia alimentaria.
Existe un déficit nacional, el cual se compensa por compras y donaciones de alimentos internacionales – debido a la actual superabundancia de los mismos, lo cual tiende a cambiar en el próximo futuro. Deberá considerarse como una posibilidad no tan remota, que no haya dinero para importar alimentos, o bien, aunque lo hubiere, no haya disponibilidad de alimentos que comprar. Buscar la autosuficiencia alimentaria, se vuelve indispensable.
Es importante considerar 2 factores de tecnología elemental que necesitan ser ponderados: el agua disponible y la clase de suelos.
Mediante una adecuada planificación, deben aprovecharse todos los recursos de agua, ya sean lluvias, aguas subterráneas o superficiales, para revalorizar la mayor superficie de tierras (no hay terreno arcilloso o arenoso que no produzca con voluntad, tecnología apropiada y agua).
El suministro de granos básicos no debe ser solucionado únicamente con la aplicación de nuevos y más eficientes sistemas de riego, sino que también analizando la calidad de los suelos: la mayoría de los suelos dedicados a los granos básicos no tiene vocación para ser utilizados con cultivos anuales por su topografía, la cual favorece la pérdida del recurso así como también el agua, disminuyendo así progresivamente la productividad y erosiando los suelos, que rápidamente se vuelven improductivos.
En cuanto al cultivo de otras especies vegetales, es importante considerar que la mayor parte de los suelos salvadoreños, incluidos la zona norte, son ricos en potasio, pobres en fósforo y nulos en nitrógeno. Un análisis del suelo de la zona norte, comprendido entre las poblaciones del Sauce y Concepción de Oriente, en la Unión, de textura esencialmente arcillosa, nos dio una concentración de potasio de 136 ppm y de fósforo únicamente 1. Su pH en agua nos dio 5.8; esto es, medio ácido.
Plantas que necesitan poco fósforo para su desarrollo podrían cultivarse. Ej: El jícaro, morro o guira; el guayule (Parthenium Argentatum), familiar del Hevea (caucho natural); el Gopher de California (Euphorbia), fuente de combustible orgánico, etc.
El cultivo de la vid podría aprovecharse ya que esta planta necesita enormes cantidades de potasio (planta potasiana).
Un estudio completo de cultivos adaptados a las condiciones normales del suelo, es indispensable; fuera de la fabricación de abonos; factores concomitantes en el desarrollo agrícola de nuestro país.