Las Minas
Miércoles 21 de Junio de 2006.-
36 licencias de exploración ha concedido a Empresas mineras, la Dirección de Minas e Hidrocarburos, del Ministerio de Economía. Sin embargo, para iniciar su explotación, falta el permiso del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). La posición del Titular de dicho Ministerio Hugo Barrera, de acuerdo a noticia aparecida en Diario Latino del martes 13 de junio, es sumamente ecuánime y alentadora, al afirmar:“No estamos en disposición de autorizar la realización de ningún proyecto minero que violenten nuestras leyes y cause desequilibrio en el medio ambiente, acotó.El Ministro planteó que no pondría en riesgo los recursos hídricos, la flora y el suelo, al tiempo que se comprometió a tomar en cuenta la opinión de las Organizaciones ecologísticas y de las comunidades afectadas”.Si se cumple esta posición, se deriva que los permisos no serán otorgados.Está claro que no hay un solo proyecto de explotación minera que no produzca un impacto negativo en la salud, el agua, el suelo y que no contamine.La contaminación de ríos, aguas residuales, mantos acuíferos subterráneos, nacimientos de agua, es evidente y no constituye un riesgo simplemente, si no que una seguridad plena. Lo que varía es la magnitud de esa contaminación, la cual es menor si se aplican rigurosos standares de seguridad internacionales, pero nunca es CERO. Si hay contaminantes habrá contaminación. CERO contaminación nos lleva a costos infinitos, o dicho en otra forma, a un error matemático, lo que se deriva a dividir por cero, que es inadmisible.Y aún descartando la ineficiencia de los Sistemas o el error humano; aún con una maquinaria ideal y con trabajo perfecto y con trabajadores que nunca se equivoquen, la contaminación nunca sería CERO, si hay contaminantes. Esto es una certeza matemática.Fuera de ello, la cantidad de desechos producidos y el agua utilizada; son cantidades exorbitantes, hasta el punto, de cambiar la morfología del suelo y utilizar enormes cantidades de agua, aumentando la escasez y calidad para su uso en humanos.Los accidentes son comunes, no sólo por características físico-químicas sino también geológicas.También existen problemas de reasentación y reubicación de los poblados y un cambio del hábitat natural y de los suelos, imposible de restaurar y volver a su condición inicial, cuando la mina se agote. Generalmente al final, las minas agotadas son abandonadas o a lo máximo se les dispensa de un maquillaje aparente.Por otra parte, tanto los representantes de las Empresas mineras, como algunas personas e Instituciones que los apoyan, manifiestan que la explotación de las minas traería beneficios económicos. Analizaremos así la relación costo-beneficio.Ya explicamos al principio todos los problemas que las minas ocasionan, veamos sus beneficios económicos.1 - El 2% de regalías es una cantidad insignificante, sobre todo que está basada en datos proporcionados por las Empresas. El Gobierno salvadoreño no dispone de información precisa de los yacimientos; los análisis han sido únicamente desarrollados por y para las empresas mineras. El Gobierno no ha hecho ni el más mínimo análisis de los suelos; y no sabe qué, ni cuánto, se obtendrá. Tampoco sabe, qué otros minerales hay en las minas. Hay una serie de metales raros; que la plata e incluso el oro, palidecen ante su valor.2 – Puede decirse que debemos confiar. El sabio refranero popular menciona que: “En Arca abierta, hasta el justo peca”. Por otra parte, hay mucho populismo y exageración en las bondades de la inversión, hasta el punto que la encargada de Relaciones Públicas de una empresa minera manifestó: “Que el fin primordial de la excavación del metal es poder generar a los habitantes del cantón San Francisco, una mejor economía”.El fin primordial, evidente y lícito, es ganar dinero para la compañía.3 - Las ganancias son totalmente exportadas y no se reinvierten en nuestro país. Lo que se invierte es en equipo que quedará obsoleto cuando la mina se agote y en contaminantes. Los metales preciosos salen del país. Se llevan el 98% y sólo queda un teórico 2%, que en la práctica podría ser mucho menos. Antes, la Ley estipulaba el 4%; en lugar de subirlo a 10% se bajó a 2%.4 - La generación de empleo es pequeña. Aproximadamente 70 personas en la etapa de exploración y 250 en la etapa de explotación. Y eso sin disminuir los empleos que pueden perderse en otros menesteres.5 El 25% de impuesto por las utilidades, lo que teóricamente da la cuarta parte de las ganancias, es tan sólo fantasía. Es fácil inflar gastos y disminuir ingresos, vía exportaciones no controladas y precios diferentes. Fuera de ello, los más de US$18 millones declarados, como gastos de exploración (?), deberán amortizarse antes de generar ganancias. Las petroleras declaran pérdidas y algunas distribuidoras de electricidad, también. Lo más seguro es que las minas harán lo mismo. Al exportar todo, el IVA también sería O.Antes esos costos altos y pocos beneficios, no debería autorizarse la explotación de las minas, pero debería elaborarse un plan alternativo de desarrollo de la zona norte, que con una inversión de 1/10 de los fondos del milenio, esto es, US$44 millones se podría fácilmente lograr con tecnología apropiada; ya que el abandono y pobreza extrema de dicha zona debe corregirse.
36 licencias de exploración ha concedido a Empresas mineras, la Dirección de Minas e Hidrocarburos, del Ministerio de Economía. Sin embargo, para iniciar su explotación, falta el permiso del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). La posición del Titular de dicho Ministerio Hugo Barrera, de acuerdo a noticia aparecida en Diario Latino del martes 13 de junio, es sumamente ecuánime y alentadora, al afirmar:“No estamos en disposición de autorizar la realización de ningún proyecto minero que violenten nuestras leyes y cause desequilibrio en el medio ambiente, acotó.El Ministro planteó que no pondría en riesgo los recursos hídricos, la flora y el suelo, al tiempo que se comprometió a tomar en cuenta la opinión de las Organizaciones ecologísticas y de las comunidades afectadas”.Si se cumple esta posición, se deriva que los permisos no serán otorgados.Está claro que no hay un solo proyecto de explotación minera que no produzca un impacto negativo en la salud, el agua, el suelo y que no contamine.La contaminación de ríos, aguas residuales, mantos acuíferos subterráneos, nacimientos de agua, es evidente y no constituye un riesgo simplemente, si no que una seguridad plena. Lo que varía es la magnitud de esa contaminación, la cual es menor si se aplican rigurosos standares de seguridad internacionales, pero nunca es CERO. Si hay contaminantes habrá contaminación. CERO contaminación nos lleva a costos infinitos, o dicho en otra forma, a un error matemático, lo que se deriva a dividir por cero, que es inadmisible.Y aún descartando la ineficiencia de los Sistemas o el error humano; aún con una maquinaria ideal y con trabajo perfecto y con trabajadores que nunca se equivoquen, la contaminación nunca sería CERO, si hay contaminantes. Esto es una certeza matemática.Fuera de ello, la cantidad de desechos producidos y el agua utilizada; son cantidades exorbitantes, hasta el punto, de cambiar la morfología del suelo y utilizar enormes cantidades de agua, aumentando la escasez y calidad para su uso en humanos.Los accidentes son comunes, no sólo por características físico-químicas sino también geológicas.También existen problemas de reasentación y reubicación de los poblados y un cambio del hábitat natural y de los suelos, imposible de restaurar y volver a su condición inicial, cuando la mina se agote. Generalmente al final, las minas agotadas son abandonadas o a lo máximo se les dispensa de un maquillaje aparente.Por otra parte, tanto los representantes de las Empresas mineras, como algunas personas e Instituciones que los apoyan, manifiestan que la explotación de las minas traería beneficios económicos. Analizaremos así la relación costo-beneficio.Ya explicamos al principio todos los problemas que las minas ocasionan, veamos sus beneficios económicos.1 - El 2% de regalías es una cantidad insignificante, sobre todo que está basada en datos proporcionados por las Empresas. El Gobierno salvadoreño no dispone de información precisa de los yacimientos; los análisis han sido únicamente desarrollados por y para las empresas mineras. El Gobierno no ha hecho ni el más mínimo análisis de los suelos; y no sabe qué, ni cuánto, se obtendrá. Tampoco sabe, qué otros minerales hay en las minas. Hay una serie de metales raros; que la plata e incluso el oro, palidecen ante su valor.2 – Puede decirse que debemos confiar. El sabio refranero popular menciona que: “En Arca abierta, hasta el justo peca”. Por otra parte, hay mucho populismo y exageración en las bondades de la inversión, hasta el punto que la encargada de Relaciones Públicas de una empresa minera manifestó: “Que el fin primordial de la excavación del metal es poder generar a los habitantes del cantón San Francisco, una mejor economía”.El fin primordial, evidente y lícito, es ganar dinero para la compañía.3 - Las ganancias son totalmente exportadas y no se reinvierten en nuestro país. Lo que se invierte es en equipo que quedará obsoleto cuando la mina se agote y en contaminantes. Los metales preciosos salen del país. Se llevan el 98% y sólo queda un teórico 2%, que en la práctica podría ser mucho menos. Antes, la Ley estipulaba el 4%; en lugar de subirlo a 10% se bajó a 2%.4 - La generación de empleo es pequeña. Aproximadamente 70 personas en la etapa de exploración y 250 en la etapa de explotación. Y eso sin disminuir los empleos que pueden perderse en otros menesteres.5 El 25% de impuesto por las utilidades, lo que teóricamente da la cuarta parte de las ganancias, es tan sólo fantasía. Es fácil inflar gastos y disminuir ingresos, vía exportaciones no controladas y precios diferentes. Fuera de ello, los más de US$18 millones declarados, como gastos de exploración (?), deberán amortizarse antes de generar ganancias. Las petroleras declaran pérdidas y algunas distribuidoras de electricidad, también. Lo más seguro es que las minas harán lo mismo. Al exportar todo, el IVA también sería O.Antes esos costos altos y pocos beneficios, no debería autorizarse la explotación de las minas, pero debería elaborarse un plan alternativo de desarrollo de la zona norte, que con una inversión de 1/10 de los fondos del milenio, esto es, US$44 millones se podría fácilmente lograr con tecnología apropiada; ya que el abandono y pobreza extrema de dicha zona debe corregirse.