Condena Penal a menores de edad
Lunes, 18 de septiembre de 2006.
¡Haz lo que yo digo, pero no, lo que yo hago!
Hay al menos 2.225 personas en los Estados Unidos, cumpliendo cadena perpetua sin libertad provisional por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años, han manifestado Human Rights Watch y Amnistía Internacional en un informe conjunto publicado el 12 de octubre de 2005.
El número se mantiene aproximado en septiembre 2006.
Aunque muchos de estos menores son ya adultos, el 16 por ciento tenían entre 13 y 15 años cuando se cometió el delito. Se calcula que el 59 por ciento fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de obtener libertad condicional, en su primer juicio ante un tribunal penal. Cuarenta y dos estados en Estados Unidos, tienen en la actualidad legislación que permite condenar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional.
“Las personas menores que cometen delitos graves no deben quedar sin castigo – ha manifestado Alison Parker, investigadora de Human Rights Watch y autora del informe - . Pero si son demasiados jóvenes para votar o para comprar tabaco, también lo son para pasar el resto de sus vidas entre rejas”.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch publican este informe en un momento decisivo: aunque se ha reducido el número de menores que cometen delitos graves, como asesinato, los Estados los condenan cada vez más a cadena perpetua sin libertad condicional. En 1990, por ejemplo, fueron declarados culpables de asesinato 2.234 menores, y al 2,9 por ciento de ellos se los condenó a cadena perpetua sin libertad condicional. En 2000, el índice de sentencias condenatorias se había reducido casi un 55 por ciento (1.006), pero el porcentaje de menores condenados a cadena perpetua sin libertad condicional ascendió un 216 por ciento.
En 26 estados de los Estados Unidos, la cadena perpetua sin libertad condicional es preceptiva para toda persona declarada culpable de homicidio premeditado, independientemente de su edad. Según el informe, el 93 por ciento de los menores que cumplen esta pena fueron declarados culpables de homicidio. Pero Human Right Watch y Amnistía Internacional han determinado que aproximadamente el 26 por ciento fueron declarados culpables de ”homicidio preterintencional” que supone que toda persona implicada en la comisión de un delito grave durante el cual se mate a alguien es también culpable de homicidio, aunque no haya causado directa o personalmente esa muerte.
Las Organizaciones de derechos humanos afirman también que el temor generalizado e infundado a los “super depredadores” adolescentes – jóvenes violentos, con largos historiales criminales, que hacen presa en la sociedad – ha llevado a los Estados Unidos a juzgar cada vez más a los menores como adultos. Diez Estados no han fijado una edad mínima para condenar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional, y actualmente hay al menos 6 menores cumpliendo esta pena, que tenían 13 años cuando cometieron el delito del que fueron declarados culpables.
Se calcula que en todo Estados Unidos, el índice de menores de raza negra condenados a cadena perpetua sin libertad condicional es 10 veces mayor que el de blancos (6,6 entre 0,6). En algunos Estados, la proporción es aún mayor. En California por ejemplo, los menores negros tienen 22,5 veces más probabilidades que los blancos de ser condenados a cadena perpetua sin libertad condicional, y en Pensilvania, los menores hispanos tienen 10 veces más probabilidades que los blancos (13,2 frente a 1,3).
Estados Unidos es uno de los pocos países que permiten condenar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional. La Convención sobre los derechos del niño, ratificaba por todos los países del mundo, excepto Estados Unidos y Somalia, prohíbe esta práctica, y al menos 132 países han rechazado la pena totalmente. Otros 13 países tienen leyes que permiten su imposición a menores, pero fuera de Estados Unidos, sólo hay en la actualidad unos 12 menores cumpliendo cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional.
“Los menores que cometen delitos graves tienen todavía la capacidad de cambiar y mejorar su vida – ha manifestado David Berger, investigador de Amnistía Internacional. Es hora de que las autoridades estatales y federales tomen medidas positivas para aplicar políticas en las que se intente recuperar a los menores en vez, de dejarlos en la cárcel para el resto de sus vidas”. Las organizaciones piden a Estados Unidos que pongan fin a la práctica de condenar a menores a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional. Esto es, de recuperarse y rehabilitarse.
Estados Unidos se sigue negando a ello y endurece sus penas; incluyendo la pena de muerte en algunos Estados, al mismo tiempo que sugiere y ha presionado por el ablandamiento de las penas en el mundo, incluyendo nuestro país en que casi no hay suizos.
... Tambien no envia diariamente delincuentes sin ficha alguna, en aumento creciente; graduados con honores y alta tecnologia, en las cárceles norteamericanas...
Claro, el combate a la delincuencia no debe estar basado únicamente en una legislación adecuada. Se requiere de una serie de medidas, de toda, índole, preventivas, correctivas y corecitivas.
¡Haz lo que yo digo, pero no, lo que yo hago!
Hay al menos 2.225 personas en los Estados Unidos, cumpliendo cadena perpetua sin libertad provisional por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años, han manifestado Human Rights Watch y Amnistía Internacional en un informe conjunto publicado el 12 de octubre de 2005.
El número se mantiene aproximado en septiembre 2006.
Aunque muchos de estos menores son ya adultos, el 16 por ciento tenían entre 13 y 15 años cuando se cometió el delito. Se calcula que el 59 por ciento fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de obtener libertad condicional, en su primer juicio ante un tribunal penal. Cuarenta y dos estados en Estados Unidos, tienen en la actualidad legislación que permite condenar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional.
“Las personas menores que cometen delitos graves no deben quedar sin castigo – ha manifestado Alison Parker, investigadora de Human Rights Watch y autora del informe - . Pero si son demasiados jóvenes para votar o para comprar tabaco, también lo son para pasar el resto de sus vidas entre rejas”.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch publican este informe en un momento decisivo: aunque se ha reducido el número de menores que cometen delitos graves, como asesinato, los Estados los condenan cada vez más a cadena perpetua sin libertad condicional. En 1990, por ejemplo, fueron declarados culpables de asesinato 2.234 menores, y al 2,9 por ciento de ellos se los condenó a cadena perpetua sin libertad condicional. En 2000, el índice de sentencias condenatorias se había reducido casi un 55 por ciento (1.006), pero el porcentaje de menores condenados a cadena perpetua sin libertad condicional ascendió un 216 por ciento.
En 26 estados de los Estados Unidos, la cadena perpetua sin libertad condicional es preceptiva para toda persona declarada culpable de homicidio premeditado, independientemente de su edad. Según el informe, el 93 por ciento de los menores que cumplen esta pena fueron declarados culpables de homicidio. Pero Human Right Watch y Amnistía Internacional han determinado que aproximadamente el 26 por ciento fueron declarados culpables de ”homicidio preterintencional” que supone que toda persona implicada en la comisión de un delito grave durante el cual se mate a alguien es también culpable de homicidio, aunque no haya causado directa o personalmente esa muerte.
Las Organizaciones de derechos humanos afirman también que el temor generalizado e infundado a los “super depredadores” adolescentes – jóvenes violentos, con largos historiales criminales, que hacen presa en la sociedad – ha llevado a los Estados Unidos a juzgar cada vez más a los menores como adultos. Diez Estados no han fijado una edad mínima para condenar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional, y actualmente hay al menos 6 menores cumpliendo esta pena, que tenían 13 años cuando cometieron el delito del que fueron declarados culpables.
Se calcula que en todo Estados Unidos, el índice de menores de raza negra condenados a cadena perpetua sin libertad condicional es 10 veces mayor que el de blancos (6,6 entre 0,6). En algunos Estados, la proporción es aún mayor. En California por ejemplo, los menores negros tienen 22,5 veces más probabilidades que los blancos de ser condenados a cadena perpetua sin libertad condicional, y en Pensilvania, los menores hispanos tienen 10 veces más probabilidades que los blancos (13,2 frente a 1,3).
Estados Unidos es uno de los pocos países que permiten condenar a menores a cadena perpetua sin libertad condicional. La Convención sobre los derechos del niño, ratificaba por todos los países del mundo, excepto Estados Unidos y Somalia, prohíbe esta práctica, y al menos 132 países han rechazado la pena totalmente. Otros 13 países tienen leyes que permiten su imposición a menores, pero fuera de Estados Unidos, sólo hay en la actualidad unos 12 menores cumpliendo cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional.
“Los menores que cometen delitos graves tienen todavía la capacidad de cambiar y mejorar su vida – ha manifestado David Berger, investigador de Amnistía Internacional. Es hora de que las autoridades estatales y federales tomen medidas positivas para aplicar políticas en las que se intente recuperar a los menores en vez, de dejarlos en la cárcel para el resto de sus vidas”. Las organizaciones piden a Estados Unidos que pongan fin a la práctica de condenar a menores a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional. Esto es, de recuperarse y rehabilitarse.
Estados Unidos se sigue negando a ello y endurece sus penas; incluyendo la pena de muerte en algunos Estados, al mismo tiempo que sugiere y ha presionado por el ablandamiento de las penas en el mundo, incluyendo nuestro país en que casi no hay suizos.
... Tambien no envia diariamente delincuentes sin ficha alguna, en aumento creciente; graduados con honores y alta tecnologia, en las cárceles norteamericanas...
Claro, el combate a la delincuencia no debe estar basado únicamente en una legislación adecuada. Se requiere de una serie de medidas, de toda, índole, preventivas, correctivas y corecitivas.