La Nada
Jueves 19 de octubre de 2006
…Naturalmente, para la mayor parte de la Humanidad actual, ubicada en una posición extremadamente mercantilista, la nada no existe… “Tener” es la base de la Sociedad actual. E incluso el “tener” tiene el estilo característico de la Sociedad en que se vive. En la Sociedad del “tener”, la nada no existe. Pero el mundo ha sido creado, no “tenido”. En función del ser, la nada tiene su propia existencia.
La nada es una realidad. Existe desde el momento mismo que es enunciada. Los pueblos orientales, con enorme capacidad de abstracción, representados especialmente por los árabes, y luego, los hindúes (aunque algunos digan lo contrario) lograron un alto desarrollo matemático, al utilizar el cero (la nada). Igual puede hablarse de los mayas, esa gran civilización americana precolombina que ha sido vista de menos por centurias.
Los griegos y romanos – los iniciadores del pensamiento clásico de nuestros días, desconocieron el cero, y de esa forma, operaciones tan sencillas como la multiplicación y la división fueron complejas (trate el lector de hacer una operación sencilla utilizando números romanos, por ejemplo: 119 x 69).
Además, sabemos que la línea recta no existe. Esta es simplemente un segmento pequeño de curva. De allí que las líneas paralelas tienden a unirse cuando tienden al infinito. La línea recta es estática, aparente. El círculo es movimiento. Como todo se mueve, la línea recta no existe. Y tan sólo es una ilusión de nuestros sentidos o una limitación de los mismos.
…De esa forma, lo que se ve como extremos opuestos, representados por los puntos equidistantes de una línea recta no son más que “apariencias”. A medida que las líneas adquieren dimensión universal, empiezan a unirse. Y cuando esa magnitud es suficiente, tenemos la unión de los opuestos…
De esa forma, el concepto de que los extremos se unen, que tanto se afirma en el comportamiento del ser humano, tiene su explicación “física” correspondiente. De igual manera, como el principio de que “polos iguales se repelen y opuestos se atraen”, demostrado especialmente en magnetismo y electricidad, tiene su misma aplicación en la Psicología de las Relaciones Humanas e incluso en la política.
De esa forma el infinito y el cero, (la nada) convergen porque son opuestos en sí mismos, aunque en nuestro mundo físico son inalcanzables.
…Es la aplicación más extrema de la Ley de los opuestos. El complemento del conjunto universal es el conjunto vacío. El todo, es el círculo sin circunferencia y la nada, el punto indivisible…
El primero manifestado en el espacio en función del infinito, que como valor absoluto demuestra que es inalcanzable al ser humano.
La nada es una realidad. Existe “per se” y se palpa su existencia desde el momento en que es enunciada.
La nada no existe desde un punto de vista tangencial, sino como formada por dos realidades con signo contrario y el elemento neutro o separador.
En épocas recientes se ha enunciado el concepto de anti-materia. En la aparición de elementos subatómicos se ha encontrado los primeros indicios de las partículas de antimateria; el electrón tiene su positrón, el neutrino su antineutrino, etc. Juntos se neutralizan desapareciendo y produciendo luz. En el macrocosmos se observa nuestro universo de materia y se considera la antimateria reunida en un universo paralelo cercano a nosotros, pero separados por la longitud de Planck. Un tamaño tan pequeño que si creciera hasta la punta del alfiler; esta punta crecería a un tamaño 20,000 veces mayor que todo el universo conocido.
Sin embargo, es imposible que colisionen. Juntos se eliminarían mutuamente desapareciendo en un cataclismo de luz.
“¡Que belleza de creación! ¡Que grandeza del creador!”
El átomo de hidrógeno, el elemento más simple de nuestro mundo físico, sin dejar de ser uno, nos indica elementalmente la dualidad de la materia (todo tiene 2 polos). El protón positivo en el núcleo y el electrón negativo en la periferia. Todos los demás elementos pueden crearse desde un punto de vista elemental, por estos elementos constitutivos, junto con el neutrón.
Los demás elementos secundarios son manifestaciones de la interacción de los mismos. Como una idea de que la simplicidad es la tendencia, el hidrógeno representa el 900/0 de toda la materia y más del 990/0 del espacio interestelar.
Y junto con el Helio (He) el segundo elemento en simpleza, constituyen más de 1000 veces la existencia total de todos los restantes elementos conocidos.
En el mundo físico, con la aplicación científica de máquinas avanzadas nunca podrá obtenerse el vacío absoluto, la nada. Aún en el espacio interestelar donde hay incluso hidrógeno naciente (que por la distancia no alcanza a reaccionar entre sí para formar hidrógeno molecular), el vacío absoluto no existe.
La ley de los opuestos es universal.
…El que reconoce que no hay razón, reconoce la razón de la sin razón. Y aún negando sería un hombre de fe. Hay en toda negación una afirmación latente. La afirmación que no se cree.
El que niega totalmente está negando una afirmación, pero también está afirmando su negación. De esa forma en los extremos de la negación y la fe (la convicción absoluta), el negador sistemático y el creyente ciego se dan la mano…
La creación y la destrucción son complementarias. El que duda, el que vacila, es el que realiza el esfuerzo inútil, agotando su energía en una lucha estéril y complicada, sin resultado.
“Conozco bien tus obras, que ni eres frío ni caliente, ojalá fueras frío o caliente, más por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca”. (Apocalipsis 3; 15-16)
Así como puede existir una voz silenciosa; de la misma forma, toda luz lleva consigo la existencia de tinieblas. La creación y la destrucción son complementarias: Luz y Sombra. Todo y Nada. Principio y Fin…
…Naturalmente, para la mayor parte de la Humanidad actual, ubicada en una posición extremadamente mercantilista, la nada no existe… “Tener” es la base de la Sociedad actual. E incluso el “tener” tiene el estilo característico de la Sociedad en que se vive. En la Sociedad del “tener”, la nada no existe. Pero el mundo ha sido creado, no “tenido”. En función del ser, la nada tiene su propia existencia.
La nada es una realidad. Existe desde el momento mismo que es enunciada. Los pueblos orientales, con enorme capacidad de abstracción, representados especialmente por los árabes, y luego, los hindúes (aunque algunos digan lo contrario) lograron un alto desarrollo matemático, al utilizar el cero (la nada). Igual puede hablarse de los mayas, esa gran civilización americana precolombina que ha sido vista de menos por centurias.
Los griegos y romanos – los iniciadores del pensamiento clásico de nuestros días, desconocieron el cero, y de esa forma, operaciones tan sencillas como la multiplicación y la división fueron complejas (trate el lector de hacer una operación sencilla utilizando números romanos, por ejemplo: 119 x 69).
Además, sabemos que la línea recta no existe. Esta es simplemente un segmento pequeño de curva. De allí que las líneas paralelas tienden a unirse cuando tienden al infinito. La línea recta es estática, aparente. El círculo es movimiento. Como todo se mueve, la línea recta no existe. Y tan sólo es una ilusión de nuestros sentidos o una limitación de los mismos.
…De esa forma, lo que se ve como extremos opuestos, representados por los puntos equidistantes de una línea recta no son más que “apariencias”. A medida que las líneas adquieren dimensión universal, empiezan a unirse. Y cuando esa magnitud es suficiente, tenemos la unión de los opuestos…
De esa forma, el concepto de que los extremos se unen, que tanto se afirma en el comportamiento del ser humano, tiene su explicación “física” correspondiente. De igual manera, como el principio de que “polos iguales se repelen y opuestos se atraen”, demostrado especialmente en magnetismo y electricidad, tiene su misma aplicación en la Psicología de las Relaciones Humanas e incluso en la política.
De esa forma el infinito y el cero, (la nada) convergen porque son opuestos en sí mismos, aunque en nuestro mundo físico son inalcanzables.
…Es la aplicación más extrema de la Ley de los opuestos. El complemento del conjunto universal es el conjunto vacío. El todo, es el círculo sin circunferencia y la nada, el punto indivisible…
El primero manifestado en el espacio en función del infinito, que como valor absoluto demuestra que es inalcanzable al ser humano.
La nada es una realidad. Existe “per se” y se palpa su existencia desde el momento en que es enunciada.
La nada no existe desde un punto de vista tangencial, sino como formada por dos realidades con signo contrario y el elemento neutro o separador.
En épocas recientes se ha enunciado el concepto de anti-materia. En la aparición de elementos subatómicos se ha encontrado los primeros indicios de las partículas de antimateria; el electrón tiene su positrón, el neutrino su antineutrino, etc. Juntos se neutralizan desapareciendo y produciendo luz. En el macrocosmos se observa nuestro universo de materia y se considera la antimateria reunida en un universo paralelo cercano a nosotros, pero separados por la longitud de Planck. Un tamaño tan pequeño que si creciera hasta la punta del alfiler; esta punta crecería a un tamaño 20,000 veces mayor que todo el universo conocido.
Sin embargo, es imposible que colisionen. Juntos se eliminarían mutuamente desapareciendo en un cataclismo de luz.
“¡Que belleza de creación! ¡Que grandeza del creador!”
El átomo de hidrógeno, el elemento más simple de nuestro mundo físico, sin dejar de ser uno, nos indica elementalmente la dualidad de la materia (todo tiene 2 polos). El protón positivo en el núcleo y el electrón negativo en la periferia. Todos los demás elementos pueden crearse desde un punto de vista elemental, por estos elementos constitutivos, junto con el neutrón.
Los demás elementos secundarios son manifestaciones de la interacción de los mismos. Como una idea de que la simplicidad es la tendencia, el hidrógeno representa el 900/0 de toda la materia y más del 990/0 del espacio interestelar.
Y junto con el Helio (He) el segundo elemento en simpleza, constituyen más de 1000 veces la existencia total de todos los restantes elementos conocidos.
En el mundo físico, con la aplicación científica de máquinas avanzadas nunca podrá obtenerse el vacío absoluto, la nada. Aún en el espacio interestelar donde hay incluso hidrógeno naciente (que por la distancia no alcanza a reaccionar entre sí para formar hidrógeno molecular), el vacío absoluto no existe.
La ley de los opuestos es universal.
…El que reconoce que no hay razón, reconoce la razón de la sin razón. Y aún negando sería un hombre de fe. Hay en toda negación una afirmación latente. La afirmación que no se cree.
El que niega totalmente está negando una afirmación, pero también está afirmando su negación. De esa forma en los extremos de la negación y la fe (la convicción absoluta), el negador sistemático y el creyente ciego se dan la mano…
La creación y la destrucción son complementarias. El que duda, el que vacila, es el que realiza el esfuerzo inútil, agotando su energía en una lucha estéril y complicada, sin resultado.
“Conozco bien tus obras, que ni eres frío ni caliente, ojalá fueras frío o caliente, más por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca”. (Apocalipsis 3; 15-16)
Así como puede existir una voz silenciosa; de la misma forma, toda luz lleva consigo la existencia de tinieblas. La creación y la destrucción son complementarias: Luz y Sombra. Todo y Nada. Principio y Fin…