Decisión del Traslado de embajada a Tel Aviv y felicitaciones
Miércoles 06 de septiembre de 2006.-
Tarde, pero a tiempo!...
Consideramos como un paso dado en la dirección correcta el traslado de la Embajada de El Salvador en Israel de Jerusalén a Tel Aviv; cumpliendo así después de 24 años, con la resolución de las Naciones Unidas, de 1980 y 2004 de: mantener el status internacional de Jerusalén, de no establecer Embajadas allí y retirar las existentes.
El incumplimiento de una resolución internacional durante 24 años, no debe verse como un símbolo de valentía o audacia, sino más bien, como derivado de una ingenuidad y torpeza política... Aclarando Conceptos es un programa de crítica constructiva; da ideas, presenta soluciones, aclara conceptos, define posiciones; pero también felicita, cuando considera – sea quien sea – que se ha tomado la decisión correcta... Y de esa forma tenemos que felicitar al Supremo Gobierno, por esta sabia decisión… ¡Tarde, pero a tiempo!
Haciendo un poco de historia, en 1982 Costa Rica y El Salvador, en contra de la Comunidad Internacional movieron sus Embajadas a Jerusalén, acción política que el actual Presidente de Costa rica Oscar Arias, llamó un error histórico”; tal es así que el 16 de agosto de 2006, decidió trasladar la Embajada a TelAviv y abandonar la sede en Jerusalén.
En ese momento, El Salvador, quedó como el único país del Mundo, en tener en Jerusalén, su Embajada ante Israel, desafiando a la Comunidad Internacional.
El día lunes 4 de septiembre del 2006, en la Prensa Gráfica, la Lic. Ana Vilma de Escobar, Vicepresidenta de la República, manifestó: “Ya era insostenible nuestra posición y estábamos buscando el mejor momento político para salir de Jerusalén”.
Nosotros consideramos que la decisión de Costa Rica del 16.agosto.2006 era el momento oportuno; sin embargo inicialmente esta posición no era compartida por el Supremo Gobierno; ya que altos representantes del Gobierno Central y del partido oficial manifestaron públicamente desde el 17 de agosto, que la Embajada de El Salvador en Israel continuaría en Jerusalén; entre otros, por Diputados, Casa Presidencial y la Cancillería Salvadoreña.
En la Prensa Gráfica del 17 de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores, descartó cualquier movimiento de la Embajada, admitiendo que “una decisión sobre este tema, se valoraría en las circunstancias apropiadas y con el debido respeto que merecen todas las partes involucradas”.
Sin embargo, no se consideraba oportuno; ya que agregaba “consideramos que no es el momento apropiado para tomar una decisión que podría tener repercusiones negativas en el proceso de paz”, ya que
“Puede verse como un apoyo a una de las partes en conflicto y El Salvador quiere ser parte de la solución y no, del problema”.
Además, el 18 de agosto del 2006, en la Prensa Gráfica, de Casa Presidencial se reafirmó que se mantendría la Embajada Salvadoreña en Jerusalén; lo cual indicaba que al 18 de agosto no se consideraba oportuno el cambio a Tel-Aviv... Esto fue criticado en varios programas de Aclarando Conceptos.
Sin embargo, la posición del Gobierno Salvadoreño cambió radicalmente; hasta el punto que nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, utilizó los mismos argumentos para justificar el cambio, que había utilizado pocos días antes, para no hacerlo.
En efecto, en la Prensa Gráfica del sábado 26.ago.2006: manifestó: “Al retirar la Embajada (de Jerusalén a Tel-Aviv); El Salvador busca por la vía diplomática contribuir al proceso de pacificación…
Como quiera que sea, la posición correcta finalmente fue tomada y en este caso, las cosas sí cambiaron para mejorar…
El Salvador tiene que abrirse al mundo y no tomar posiciones partidistas que no nos corresponden. Como brillantemente lo define el sabio refranero popular, ¡no debe sudar calentura ajena!
En el caso que nos ocupa, nuestro país no debe cometer los errores del pasado; aunque sean en forma inversa. Debe mantener relaciones cordiales e incluso fomentarlas, con Israel; fortificando los lazos históricos de cooperación bilateral, al mismo tiempo de establecer relaciones fructíferas con el mundo árabe e islámico, de las cuales las mencionadas por la Vicepresidente de la República y también Presidenta de la Agencia de Promoción de Inversiones de El Salvador (PROESA) en la Prensa Gráfica (construcción de presas hidroeléctricas, el canal seco, la operación de los puertos y 4 proyectos turísticos: Isla Tasajera, Icacal, Isla Méndez en la Bahía de Jiquilisco y Portopango, en el Lago de Ilopango), no deben ser más que el inicio de una relación posterior mucho más amplia; a través de financiamiento; inversión extranjera y co-inversión con empresarios locales; en un momento en que nuestro país, le sería difícil buscar nuevos endeudamientos a través de los canales tradicionales.
No hay duda que la política exterior de El Salvador, tiene que modernizarse. La globalización no sólo es apertura de mercados y TLC. Es también la apertura al Comercio Mundial.
Nosotros sólo vemos el temor de que nos invadan al abrir nuestras fronteras. ¿No nos damos cuenta que en reciprocidad ellos también nos abren las suyas? No hay duda que el empresario salvadoreño, históricamente capaz; tiene que incluir la sagacidad y amplitud mental en el mundo económico del próximo futuro; pero también nuestro Gobierno (sea del color político que sea), debe hacerlo, dejando del lado la ingenuidad y la torpeza política. Un país pequeño sólo puede progresar eficientemente, empezando por tomar sabias decisiones. Lo demás, viene después.
Consideramos como un paso dado en la dirección correcta el traslado de la Embajada de El Salvador en Israel de Jerusalén a Tel Aviv; cumpliendo así después de 24 años, con la resolución de las Naciones Unidas, de 1980 y 2004 de: mantener el status internacional de Jerusalén, de no establecer Embajadas allí y retirar las existentes.
El incumplimiento de una resolución internacional durante 24 años, no debe verse como un símbolo de valentía o audacia, sino más bien, como derivado de una ingenuidad y torpeza política... Aclarando Conceptos es un programa de crítica constructiva; da ideas, presenta soluciones, aclara conceptos, define posiciones; pero también felicita, cuando considera – sea quien sea – que se ha tomado la decisión correcta... Y de esa forma tenemos que felicitar al Supremo Gobierno, por esta sabia decisión… ¡Tarde, pero a tiempo!
Haciendo un poco de historia, en 1982 Costa Rica y El Salvador, en contra de la Comunidad Internacional movieron sus Embajadas a Jerusalén, acción política que el actual Presidente de Costa rica Oscar Arias, llamó un error histórico”; tal es así que el 16 de agosto de 2006, decidió trasladar la Embajada a TelAviv y abandonar la sede en Jerusalén.
En ese momento, El Salvador, quedó como el único país del Mundo, en tener en Jerusalén, su Embajada ante Israel, desafiando a la Comunidad Internacional.
El día lunes 4 de septiembre del 2006, en la Prensa Gráfica, la Lic. Ana Vilma de Escobar, Vicepresidenta de la República, manifestó: “Ya era insostenible nuestra posición y estábamos buscando el mejor momento político para salir de Jerusalén”.
Nosotros consideramos que la decisión de Costa Rica del 16.agosto.2006 era el momento oportuno; sin embargo inicialmente esta posición no era compartida por el Supremo Gobierno; ya que altos representantes del Gobierno Central y del partido oficial manifestaron públicamente desde el 17 de agosto, que la Embajada de El Salvador en Israel continuaría en Jerusalén; entre otros, por Diputados, Casa Presidencial y la Cancillería Salvadoreña.
En la Prensa Gráfica del 17 de agosto, el Ministerio de Relaciones Exteriores, descartó cualquier movimiento de la Embajada, admitiendo que “una decisión sobre este tema, se valoraría en las circunstancias apropiadas y con el debido respeto que merecen todas las partes involucradas”.
Sin embargo, no se consideraba oportuno; ya que agregaba “consideramos que no es el momento apropiado para tomar una decisión que podría tener repercusiones negativas en el proceso de paz”, ya que
“Puede verse como un apoyo a una de las partes en conflicto y El Salvador quiere ser parte de la solución y no, del problema”.
Además, el 18 de agosto del 2006, en la Prensa Gráfica, de Casa Presidencial se reafirmó que se mantendría la Embajada Salvadoreña en Jerusalén; lo cual indicaba que al 18 de agosto no se consideraba oportuno el cambio a Tel-Aviv... Esto fue criticado en varios programas de Aclarando Conceptos.
Sin embargo, la posición del Gobierno Salvadoreño cambió radicalmente; hasta el punto que nuestro Ministro de Relaciones Exteriores, utilizó los mismos argumentos para justificar el cambio, que había utilizado pocos días antes, para no hacerlo.
En efecto, en la Prensa Gráfica del sábado 26.ago.2006: manifestó: “Al retirar la Embajada (de Jerusalén a Tel-Aviv); El Salvador busca por la vía diplomática contribuir al proceso de pacificación…
Como quiera que sea, la posición correcta finalmente fue tomada y en este caso, las cosas sí cambiaron para mejorar…
El Salvador tiene que abrirse al mundo y no tomar posiciones partidistas que no nos corresponden. Como brillantemente lo define el sabio refranero popular, ¡no debe sudar calentura ajena!
En el caso que nos ocupa, nuestro país no debe cometer los errores del pasado; aunque sean en forma inversa. Debe mantener relaciones cordiales e incluso fomentarlas, con Israel; fortificando los lazos históricos de cooperación bilateral, al mismo tiempo de establecer relaciones fructíferas con el mundo árabe e islámico, de las cuales las mencionadas por la Vicepresidente de la República y también Presidenta de la Agencia de Promoción de Inversiones de El Salvador (PROESA) en la Prensa Gráfica (construcción de presas hidroeléctricas, el canal seco, la operación de los puertos y 4 proyectos turísticos: Isla Tasajera, Icacal, Isla Méndez en la Bahía de Jiquilisco y Portopango, en el Lago de Ilopango), no deben ser más que el inicio de una relación posterior mucho más amplia; a través de financiamiento; inversión extranjera y co-inversión con empresarios locales; en un momento en que nuestro país, le sería difícil buscar nuevos endeudamientos a través de los canales tradicionales.
No hay duda que la política exterior de El Salvador, tiene que modernizarse. La globalización no sólo es apertura de mercados y TLC. Es también la apertura al Comercio Mundial.
Nosotros sólo vemos el temor de que nos invadan al abrir nuestras fronteras. ¿No nos damos cuenta que en reciprocidad ellos también nos abren las suyas? No hay duda que el empresario salvadoreño, históricamente capaz; tiene que incluir la sagacidad y amplitud mental en el mundo económico del próximo futuro; pero también nuestro Gobierno (sea del color político que sea), debe hacerlo, dejando del lado la ingenuidad y la torpeza política. Un país pequeño sólo puede progresar eficientemente, empezando por tomar sabias decisiones. Lo demás, viene después.