Reparto de Palestina
Miercoles 30 de agosto de 2006.-
El reparto de Palestina se realiza en la Asamblea de la Naciones Unidas; resolución 181 del 29 de noviembre de 1947; votación adoptada en la sesión Nº 128, aprobada por 33 votos a favor, 13 votos en contra y 10 abstenciones, entre ellas Chile, El Salvador y Honduras, países con fuertes comunidades de origen palestino. El reparto comprende…
Para el Estado árabe de Palestina.
11588 Km2 --- 42.88%
Para el Estado Judío
15256 Km2 –56.47%
Jerusalem Internacional
176 Km2 –0.65%
A pesar de que las Naciones Unidas, pidieron una Jerusalem Internacional; en la Guerra de 1948, Jerusalem es dividida en una parte árabe: Jerusalem Oriental y una parte Judía, Jerusalem Occidental.
En la Guerra de 1967 Israel incorpora la parte antigua árabe de Jerusalem y unifica la ciudad, declarándola su capital. Esto tiene pronunciamientos de las Naciones Unidas, tanto de la Asamblea General, Derechos Humanos y Consejo de Seguridad, en contra de cualquier acción que pueda alterar el estatus de Jerusalem (resolución Nº 2253 de julio 1967; 2254 del 14 de julio 1967 y 242 del 22 de noviembre de 1967) y una serie de resoluciones posteriores.
Contrario a la posición Internacional, El Salvador y Costa Rica en 1982, pasan sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalem, ignorando los señalamientos en contra de la Comunidad Internacional y de las nuevas resoluciones de la Naciones Unidas de 1980 y 2004, que insisten que las Embajadas no se instalen en Jerusalem y las que están, salgan de allí. La ciudad de Jerusalem es el asunto más conflictivo y explosivo del temario de las negociaciones sobre acuerdos de paz, que hoy están suspendidos; pero necesitan reactivarse.
La xenofobia contra judíos y árabes en diferentes épocas de la historia incluyendo los años recientes en algunos países de Europa, son, entre otros, casos que deben sumarse a las dos destrucciones de Jerusalem por los romanos y cruzados; son manifestaciones ejemplares que indican que tanto árabes (cristianos y musulmanes) como judíos, deben vivir en paz ya que juntos han tenido su mayor esplendor, cuando han estado juntos, coexistiendo pacíficamente.
Nunca Jerusalem fue mancillada por manos semitas y por consiguiente tiene que ser ahora una ciudad de paz. Lamentablemente, por esa dialéctica de la vida o unificación de los contrarios, los que más quieren son los que a veces más odian; por eso, los que tenemos sentimientos fuertes, tenemos que amar, para no poder odiar.
Nosotros estamos así a favor de la paz pero también deseamos fervientemente que a la par de Israel se constituya el Estado palestino, donde todos, sin excepción, vivan en paz, concordia, amor y justicia.
La posición de Israel y de la autoridad Palestina sobre Jerusalem son antagónicas y comprensibles desde cada perspectiva individual.
Israel considera a Jerusalén como su “capital indivisible”, incluso la parte oriental habitada básicamente por árabes palestinos y anexada en la guerra de junio de 1967.
En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores se afirmaba lo siguiente: “Jerusalén reunificada es la capital eterna de Israel y nada podrá afectar nuestra determinación de mantener esa posición”.
Esta posicione es criticada por los palestinos, que quieren hacer de Jerusalén la capital de su futuro estado. Consideramos que los palestinos al hablar de Jerusalén se refieren básicamente al Jerusalén, Árabe. Israel por el contrario, desea toda la ciudad.
La Comunidad Internacional, con excepción de El Salvador, rechaza tajantemente la idea de una Jerusalén unificada bajo jurisdicción israelí y prefiere una Jerusalén internacional, otorgándole un régimen especial.
Fuera de que Jerusalem es una ciudad triplemente Santa. Para los judíos, allí se construyeron sus 2 templos y se encuentra el muro de los lamentos. Para los musulmanes, el profeta Muhammad ascendió a los cielos, allí se estableció la primera Qibla, o dirección del rezo, allí se encuentran las mezquitas sagradas del aqsa y cúpula de la Roca y es una de las 3 más sagradas ciudades del Islam, junto con la Meca y Medina. Para el cristianismo, la vida de Jesús está inmersa en ella, junto con su pasión y ascensión al cielo. Por ello es que se desea una ciudad internacional abierta para todos, de parte de la Comunidad Internacional. Sin embargo, Israelíes y Palestinos, también sienten cariño patriótico hacia ella, con fuertes lazos sentimentales, presentes e históricos.
Mi padre nació en Jerusalén y amó a dicha ciudad, antes de venir y amar también a esta tierra bendita de El Salvador.
El Salmo 137:1-6 se adecuaba a su persona y a él le gustaba leerlo.
“Si yo me olvidaré de ti Jerusalem
Olvídese de mí, mi diestra
Péguese mi lengua al paladar; si
Yo no me acordaré de ti
Si no pusiera a Jerusalem por encima de toda
Alegría
Yo nacido en esta tierra bendita El Salvador, me voy a permitir parodiar al salmista:
“Si yo me olvidaré de ti, El Salvador
Olvídese de mí, mi diestra
Péquese mi lengua al paladar; si
Yo no me acordaré de ti
Si no pusiera a El Salvador por encima de toda alegría
Los palestinos, sobre todo los habitantes de Jerusalem, aman y lloran por su tierra. Ellos tienen derecho a ello. Pero también los Israelíes sienten apego a ella y la consideran propia. Y esa es la complicación, pero se entiende.
Lo que no se comprende es la posición del Gobierno de El Salvador, en estos
últimos 24 años.