Precio Energético-Negociaciones
Lunes 19 de Junio de 2006.-
Es necesario aclarar además los Contratos a largo plazo – más baratos – no entran en la fijación del pliego tarifario, sino sólo por el MRS (Mercado Regulador del Sistema) que fija el costo del megavatio, de acuerdo a los precios de la energía para terminar de cumplir con la demanda, fijado por los mismos productores. Hoy ya se está hablando de los Reglamentos de los Contratos a largo plazo, por un nuevo decreto ejecutivo en el mes de mayo/2006. Esto no es para los consumidores, sino una solicitud de AES Fonseca y Cutuco Energy que necesitan garantizar la compra de por lo menos un 60% de su energía producida a 15 años para garantizar su inversión. Será así un arreglo entre Distribuidores y Generadores. Según el Diario de Hoy del 13.6.06 la SIGET afirmó: El esquema no será una llave para bajar los precios. Será así un sistema para regular la compra de energía para las distribuidoras. Empieza con un costo elevado de energía, impuesto por las Generadoras y tolerado por el Gobierno y tan solo continúa, con lo único visible de los usuarios, el cobro de la Red y Atención al Cliente, ejecutado por las distribuidoras y aplicado de acuerdo al Art. 79 de la Ley de Electricidad. Estos no fueron alterados, porque su revisión está legislada para el 2007. En cuanto al aumento de la energía, éste ha sido el más alto de la década y ya se habla de aumentos en cascada: Todo, producto de una mala negociación. Ya ANDA habla del incremento de sus tarifas a Comercio e Industria por el aumento de la electricidad.En el programa anterior hablamos de la mala negociación en la generación distribución y fijación del precio de la energía. Esto se intenta justificar simplistamente por el aumento de los precios de petróleo. Cuándo la pregunta es ¿cómo conseguir mejores precios de energía, aún con los aumentos de los precios del petróleo y derivados y aún más, como mejoramos la adquisición de combustibles? Si a un gerente de ventas de una empresa privada se le increpa por la disminución de las ventas, uno no espera una excusa motivada en factores externos de todos conocidos. Uno espera que nos explique que medidas tomará para evitar estos contratiempos externos y evitar la disminución de ventas a pesar de las dificultades externas y no, a causa de ellas. Si el gerente de ventas tan sólo se justifica y le echa la culpa al entorno, uno tiene sólo 2 alternativas: O cambia al gerente, por otro más dinámico que resuelva problemas y no sólo se lamente de los mismos y se justifique por ellos o simplemente elimina la plaza y se ahorra su salario y prestaciones.Es así de sencillo. Esto se llama eficiencia empresarial. Hemos hablado del problema energético y de la mala negociación del Gobierno, en auto imponerse leyes, aumentar su déficit vía subsidios y castigar, sin querer pero también sin eficiencia para evitarlo, al pueblo trabajador (y también al pueblo sub-empleado y desempleado) a través de tarifas onerosos. La negociación del petróleo y derivados está en lo mismo parangón. Todavía seguimos hablando del combustible a US$73.00 por barril de petróleo, cuando ese es el precio de referencia del WTI (West Texas Intermediate) o el Brent (del mar del Norte) que se utiliza para fijar precios, costos y ganancias pero que de allí no se importa, sino que se trae petróleo venezolano, Mexicano o Ecuatoriano, cuyo precio normal, oscila entre $6 y $10 menos por barril, que el crudo de referencia. Podemos decir que el resto de países centroamericanos ocupan la misma referencia; pero va a parar a las arcas del Estado, ya que hay un ente regulador como Recope en Costa Rica de carácter estatal. Aquí eso está en manos de operadores privados, basados en el sistema de “libre competencia”; por eso tampoco se les regula sus precios que son puestos por las mismas operadores privados, donde no opera la libre competencia sino que existe un claro oligopolio, donde las señales son fácilmente visibles, para cualquier persona con 2 dedos de frente. Y tampoco revisamos los costos y permitimos que las transnacionales del petróleo y/o sus derivados declaren pérdidas operativas y por consiguiente, el 25% de impuesto sobre la renta sobre sus ganancias resulta ser O. (ya que 25% de cero es cero) y tenga el Gobierno que devolver todos los ingresos anticipados del 1½% de pago de cuenta). Seguimos peleando con Venezuela y su Gobierno, en lugar de importarles petróleo y derivados y vendérselos a las transnacionales al precio de referencia. Allí habría una ganancia para el Gobierno salvadoreño de US$ 100,000 diarios, esto es, aproximadamente $40 millones de dólares anuales. El problema no es Venezuela ni Chavéz. Es que las transnacionales, sumamente hábiles importan el petróleo de Venezuela y se quedan con el diferencial. Ademàs en un trato entre Gobierno, podría aprovechar El Salvador de financiar el 40% de ese factura petrolera, pagando a 25 años y con un 1% de interés anual. Tendríamos así casi la ½ de las necesidades de financiamiento externo, sin necesidad de onerosos o bonos, un poco menos, pero siempre onerosos, financiar el déficit presupuestario, que por ello necesita de mayoría calificada en la Asamblea Legislativa. Al menos, el Gobierno no debe entorpecer la negociación entre las Alcaldías del Frente y el Gobierno de Venezuela, una operación relativamente pequeña, pero que al menos serviría para inyectar un poco de competencia real al sistema, abaratando por consiguiente, aunque sea un poco, sus precios. Además se empezaría a aprender a negociar con el Frente, que será necesario para los préstamos pendientes y aprobación del presupuesto entre otros. La campaña electoral de Arena no sirvió para abrir puentes de comunicación y limar asperezas; ni allanar el camino del entendimiento parcial y negociación obligada, sino que todo lo contrario; si a esto se le añade lo de Comures (desalojo total del Frente de su directiva) y se complementa con trabas burocráticas y políticas de la negociación con Venezuela, la falta de capacidad de negociación del Gobierno se volverá universal. Incluso hasta con sus adversarios políticos. La negociación a gran escala de petróleo venezolano debería haberse hecho por el Gobierno Central, quienes al no hacerlo favorecen a las transnacionales del petróleo que incluso declaran pérdidas operativas en los momentos de las ganancias más fabulosas de la historia de la Humanidad, declaradas por sus mismas matrices en los Estados Unidos y Europa. Como ya dijimos antes, la financiación del petróleo venezolano podría servir para compensar aproximadamente la ½ del déficit de los presupuestos salvadoreños. La otra mitad aproximadamente lo haría una nueva regulación del fondo de pensiones.