Crisis Política Salvadoreña
Lunes 17 de Julio de 2006. -
Recientemente el Gobierno Salvadoreño reconoció que la situación económica de las arcas gubernamentales era sumamente crítica y que no se disponía de los US$25 millones de dólares anuales que representó en el 2005 el subsidio al transporte. Contrario a los esquemas de optimismo económico de algunos personeros gubernamentales, la situación del Gobierno fue definida como de “coyol quebrado, coyol comido”.
Este reconocimiento de una crisis en ciernes o a un agotamiento del sistema, debería dirigir a la clase política dirigente – tanto Gobierno como oposición – a un proceso mutuo de luchar juntos y trabajar juntos en aras del bien común; donde la crítica constructiva por un lado y la autocrítica por el otro, deberían ser las únicas válidas.
Esto naturalmente depende de la buena voluntad de todos. Y si se pregunta de quien depende, un sector le echaría la culpa al otro inmediatamente y se libraría automáticamente de la culpa propia, demostrando más allá de cualquier duda, que todos son solidariamente culpables.
Sólo haciéndonos solidarios y veraces, nos situamos es ese plano común, en el cual permanecemos vinculados unos a otros, aunque seamos adversarios.
Sin embargo, lo que nos está desuniendo aún más, es el dogmatismo, el fanatismo, la ambición del poder absoluto; la división sectaria; la intolerancia, la codicia desenfrenada de los bienes materiales; la envidia, la soberbia, el egoísmo y la incultura.
Alguien dijo por allí que no era fanático, si no que incluso era lo contrario: esto es antifanático. No se daba cuenta que el antifanático, es al mismo tiempo fanático de su propio antagonismo.
En el momento crucial que vive nuestro país son adecuadas las tradicionales frases de Simón Rodríguez, el gran maestro de Simón Bolívar.
Necesidades para el presente: pan, justicia y moderación.
Necesidades para el futuro: educación generalizada.
Todos y en especial, los que estamos en una posición privilegiada, tenemos que vivir la vida desviviéndonos por la verdad y el conocimiento; por la libertad y la justicia; por el amor a nuestras semejantes. La vida plena también nos enseña la tolerancia y la serenidad, indispensables en este tiempo.
Estamos mal, porque no hay ni el más mínimo entendimiento político, la lucha por el poder es tan manifiesta, que nadie se pone a pensar que si no hay un diálogo nacional, si no hay un entendimiento mínimo, o un punto de concordancia al menos tangencial; nuestro país no tendrá futuro y la debacle económica está a punto de acaecer; si no en este período, en el próximo; pero no más, del siguiente al próximo.
Los animales de la selva en tiempo de crisis, no se pelean entre ellos; el depredador y el depredado marchan juntos; el león y el cervatillo buscan la misma salida, conjuntamente. Pero el ser humano, aumenta su confrontación cuando la crisis se agudiza ¿somos acaso seres racionales? ¿O los animales nos aventajan, al menos en tiempo de crisis?
Hay crisis económica; crisis social; crisis de valores; crisis existencial; crisis política... y estamos volviendo inmisericordemente a repetir la historia...! a tropezar de nuevo con las misma piedra.
El Gran Papini nos da la pauta: hay que reencontrar la verdad de las cosas justas, estar en paz con la naturaleza y con los hombres; estar en regla con Dios. Obedecer la ley. Reconciliarse con el mundo.
Y en los proverbios de Salomón, encontramos sabiduría, en el versículo 8 capítulo XII encontramos el mensaje: “En el camino de la justicia esta la vida y la senda de su vereda nos es muerte”.
La justicia, virtud primera y suprema, tiene en sus manos la balanza del equilibrio, de la justa medida, pero también la espada combativa, que a veces se detiene y a veces cae inclemente. La venda sobre los ojos de la mujer que la simboliza, no significa que vive en un mundo de oscuridad, donde no distingue la verdad o claridad de los hechos; si no, para no diferenciar personas y por consiguiente actuar con la más pura imparcialidad. Si utilizamos su etimología la podemos definir como la virtud que inclina a dar a cada uno lo que merece o le pertenece.
Según Aristóteles, las leyes tienen por objeto favorecer el interés general y crean y conservan el bienestar. No es una virtud absoluta y puramente individual, es relativa a un tercero y de allí su importancia. Por eso se dice “que todas las virtudes se encuentran en el seno de la justicia”.
La justicia es fría y austera y nos ofrece equidad e igualdad de derechos.
Finalmente, para no entrar a comentar hechos recientes y no herir susceptibilidades, ya que como dice Daniel Defoe: “La justicia es siempre una violencia para el ofensor, porque cada cual es inocente a sus propios ojos (o dicho en otra forma:”el culpable siempre es el contrario”), mencionaré algunas frases célebres a manera de ejemplos para todos, ya que están impresas de una gran sabiduría.
1)Cualquier poder si no se basa en la unión, es débil. JEAN DE LA FONTAINE.
2)Las cosas que acabarán con la raza humana son: la política sin principios; el progreso sin compasión; la riqueza sin esfuerzo; la educación sin silencio; la religión sin riesgo y la cultura sin conciencia. ANÓNIMO.
3)El mañana es producto de hoy. ORTEGA Y GASSET.
4)Conservemos nuestras bocas cerradas y nuestras plumas secas hasta que conozcamos los hechos. A.J. CARLSON.
5)Es una equivocación garrafal el sentar teorías antes de disponer de todos los elementos de juicio. SIR. CONAN DOYLE.
6)Todos somos iguales ante la ley; pero no ante los encargados de aplicarla. STANISLAW J. LEC.
7)Perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden. JESUCRISTO.
¡Que el Dios de todo, todos y todas, nos proteja, nos guíe y nos ilumine y también proteja a nuestro país. Amén.
Recientemente el Gobierno Salvadoreño reconoció que la situación económica de las arcas gubernamentales era sumamente crítica y que no se disponía de los US$25 millones de dólares anuales que representó en el 2005 el subsidio al transporte. Contrario a los esquemas de optimismo económico de algunos personeros gubernamentales, la situación del Gobierno fue definida como de “coyol quebrado, coyol comido”.
Este reconocimiento de una crisis en ciernes o a un agotamiento del sistema, debería dirigir a la clase política dirigente – tanto Gobierno como oposición – a un proceso mutuo de luchar juntos y trabajar juntos en aras del bien común; donde la crítica constructiva por un lado y la autocrítica por el otro, deberían ser las únicas válidas.
Esto naturalmente depende de la buena voluntad de todos. Y si se pregunta de quien depende, un sector le echaría la culpa al otro inmediatamente y se libraría automáticamente de la culpa propia, demostrando más allá de cualquier duda, que todos son solidariamente culpables.
Sólo haciéndonos solidarios y veraces, nos situamos es ese plano común, en el cual permanecemos vinculados unos a otros, aunque seamos adversarios.
Sin embargo, lo que nos está desuniendo aún más, es el dogmatismo, el fanatismo, la ambición del poder absoluto; la división sectaria; la intolerancia, la codicia desenfrenada de los bienes materiales; la envidia, la soberbia, el egoísmo y la incultura.
Alguien dijo por allí que no era fanático, si no que incluso era lo contrario: esto es antifanático. No se daba cuenta que el antifanático, es al mismo tiempo fanático de su propio antagonismo.
En el momento crucial que vive nuestro país son adecuadas las tradicionales frases de Simón Rodríguez, el gran maestro de Simón Bolívar.
Necesidades para el presente: pan, justicia y moderación.
Necesidades para el futuro: educación generalizada.
Todos y en especial, los que estamos en una posición privilegiada, tenemos que vivir la vida desviviéndonos por la verdad y el conocimiento; por la libertad y la justicia; por el amor a nuestras semejantes. La vida plena también nos enseña la tolerancia y la serenidad, indispensables en este tiempo.
Estamos mal, porque no hay ni el más mínimo entendimiento político, la lucha por el poder es tan manifiesta, que nadie se pone a pensar que si no hay un diálogo nacional, si no hay un entendimiento mínimo, o un punto de concordancia al menos tangencial; nuestro país no tendrá futuro y la debacle económica está a punto de acaecer; si no en este período, en el próximo; pero no más, del siguiente al próximo.
Los animales de la selva en tiempo de crisis, no se pelean entre ellos; el depredador y el depredado marchan juntos; el león y el cervatillo buscan la misma salida, conjuntamente. Pero el ser humano, aumenta su confrontación cuando la crisis se agudiza ¿somos acaso seres racionales? ¿O los animales nos aventajan, al menos en tiempo de crisis?
Hay crisis económica; crisis social; crisis de valores; crisis existencial; crisis política... y estamos volviendo inmisericordemente a repetir la historia...! a tropezar de nuevo con las misma piedra.
El Gran Papini nos da la pauta: hay que reencontrar la verdad de las cosas justas, estar en paz con la naturaleza y con los hombres; estar en regla con Dios. Obedecer la ley. Reconciliarse con el mundo.
Y en los proverbios de Salomón, encontramos sabiduría, en el versículo 8 capítulo XII encontramos el mensaje: “En el camino de la justicia esta la vida y la senda de su vereda nos es muerte”.
La justicia, virtud primera y suprema, tiene en sus manos la balanza del equilibrio, de la justa medida, pero también la espada combativa, que a veces se detiene y a veces cae inclemente. La venda sobre los ojos de la mujer que la simboliza, no significa que vive en un mundo de oscuridad, donde no distingue la verdad o claridad de los hechos; si no, para no diferenciar personas y por consiguiente actuar con la más pura imparcialidad. Si utilizamos su etimología la podemos definir como la virtud que inclina a dar a cada uno lo que merece o le pertenece.
Según Aristóteles, las leyes tienen por objeto favorecer el interés general y crean y conservan el bienestar. No es una virtud absoluta y puramente individual, es relativa a un tercero y de allí su importancia. Por eso se dice “que todas las virtudes se encuentran en el seno de la justicia”.
La justicia es fría y austera y nos ofrece equidad e igualdad de derechos.
Finalmente, para no entrar a comentar hechos recientes y no herir susceptibilidades, ya que como dice Daniel Defoe: “La justicia es siempre una violencia para el ofensor, porque cada cual es inocente a sus propios ojos (o dicho en otra forma:”el culpable siempre es el contrario”), mencionaré algunas frases célebres a manera de ejemplos para todos, ya que están impresas de una gran sabiduría.
1)Cualquier poder si no se basa en la unión, es débil. JEAN DE LA FONTAINE.
2)Las cosas que acabarán con la raza humana son: la política sin principios; el progreso sin compasión; la riqueza sin esfuerzo; la educación sin silencio; la religión sin riesgo y la cultura sin conciencia. ANÓNIMO.
3)El mañana es producto de hoy. ORTEGA Y GASSET.
4)Conservemos nuestras bocas cerradas y nuestras plumas secas hasta que conozcamos los hechos. A.J. CARLSON.
5)Es una equivocación garrafal el sentar teorías antes de disponer de todos los elementos de juicio. SIR. CONAN DOYLE.
6)Todos somos iguales ante la ley; pero no ante los encargados de aplicarla. STANISLAW J. LEC.
7)Perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden. JESUCRISTO.
¡Que el Dios de todo, todos y todas, nos proteja, nos guíe y nos ilumine y también proteja a nuestro país. Amén.