Conflicto árabe – Israelí. Medio Oriente.
Lunes, 14 de mayo de 2007.
El desconocimiento y la desinformación en temas del Medio Oriente; sobre los árabes, los palestinos, los judíos y los musulmanes es tal, que es necesario, aunque sea de vez en cuando, dedicar un programa de Aclarando Conceptos. Debemos exigir la verdad de los hechos, pero admitiendo la más amplia tolerancia y desechando el fanatismo; estar a favor de la paz con justicia y desechando las guerras, sobre todo con la muerte de civiles inocentes de ambos bandos; no traer el conflicto a El Salvador; la tradicional tolerancia entre las Comunidades Judías y Palestinas y el acercamiento entre las religiones judía y musulmana, debe mantenerse; y el Estado Palestino independiente debe constituirse a la par del Estado de Israel, donde todos, sin excepción, vivan, en paz, concordia, amor y justicia.
Sobre estos temas, hay muchas indicaciones imprecisas, que se toman como verdades absolutas, cuando en realidad son todo lo contrario.
El primer caso lo constituye la afirmación del eterno conflicto árabe-judío o bien la persecución histórica de judíos por árabes o musulmanes, cuando en realidad fueron siempre sus protectores o bien sus compañeros de sufrimiento.
En
Según palabras de un historiador francés, Gustave Le Bon, las atrocidades cometidas por los cruzados, contra “amigos” (cristianos palestinos, cristianos sirios y cristianos libaneses) y enemigos (Judíos y musulmanes), contra jóvenes y viejos, soldados y civiles; mujeres y niños incluidos, les permiten tener un lugar en los anales del salvajismo. Los detalles son tan bárbaros, que los auto censuramos en este programa.
Sin embargo cuando Saladino recupera Jerusalém, permite salir a los cristianos que deseaban regresar, con salvoconducto y dinero, y permite a los que se queden, seguridad.
Así con el dominio musulmán, vuelve la convivencia histórica entre judíos, musulmanes y cristianos en Jerusalem y resto de Palestina.
Según Marcel Caché en su historia social, “más de cinco millones de personas fueron castigados por la inquisición por ofensas contra el pensamiento ortodoxo o contravenir un decreto religioso.
A pesar de la tolerancia del Islam en España y Portugal, permitiendo la coexistencia pacífica de Musulmanes, Cristianos y Judíos, cambió radicalmente después de la toma de Granada; el día anterior a la entrada en Granada, Isabel y Fernando se habían comprometido solemnemente por una Capitulación de 55 puntos, ratificada y firmada por lo mejor de la nobleza española, la casa real y el clero, a permitir que los musulmanes siguieran practicando su culto y sus antiguas costumbres. El punto 30 de esa Capitulación lo hacía extensivo a los judíos, por la insistencia de la parte musulmana. Sin embargo, incumpliendo su promesa, los judíos fueron expulsados tan sólo 4 meses después. El decreto de la expulsión de musulmanes se dictó el 20 de febrero de 1502, sin completar ni tan siquiera 10 años.
Si querían permanecer en España deberían bautizarse y convertirse al cristianismo. Aquel que no era cristiano devoto o cometía pequeñas imprudencias, padecía destierro, la tortura o la muerte. Muchos se quedaron, castellanizando sus apellidos y viniendo a América en gran cantidad, y se encuentran ahora formando parte del pueblo mestizo latinoamericano, en gran proporción.
La persecución de judíos en toda Europa, culminó con un espectáculo abominable. El holocausto de judíos en Alemania durante el nazismo, que no fue más que la punta del Iceberg sobre las injustas atrocidades cometidas por Europa durante toda la historia contra los judíos.
Es de recalcar que Hitler no era árabe, ni palestino, ni musulmán. Era europeo, alemán y cristiano.
El perdón de Esaú a su hermano Jacob, es el inicio de la manifestación bíblica del perdón del hermano palestino, contra su hermano judío, en ese tiempo más débil, que regresa.
El problema árabe – israelí no es así milenario, como se pretende afirmar, cambiando así la historia.
El conflicto árabe-israelí es reciente y empieza con la creación del Estado de Israel, en
El Mundo occidental paga sus culpas con el dolor ajeno. El escenario cambia así dramáticamente. Nadie puede negar que los judíos fueron las víctimas inocentes de una campaña de persecución, sistemática y de desinformación, donde de víctimas reales se transformaban en supuestos victimarios de parte de
El Estado de Israel está constituido y es una realidad. Lo que falta (y fue parte de la misma resolución 181 de las Naciones Unidas) es la creación del Estado Árabe de Palestina, donde ambos pueblos vivan en paz con justicia, ya que pueblos que han tenido una historia común, les conviene tener también un destino común.
Si esto se llevara a cabo, el caos mundial se ordenaría en gran medida Pidamos al Dios único, nos ilumine a todos y nos conceda el perdón y la gracia. Amén.