Desequilibrio social en aumento.
JUEVES, 17 DE MAYO DE 2007.
La violencia en el Centro Capitalino, lo que se ha dado en llamar el “Centro histórico de San Salvador”, fue espeluznante, en la tarde del Sábado, 12 de mayo de 2007. Negocios saqueados; vehículos quemados; daños contra la propiedad privada; heridos; personas presas de pánico; trabajadores y clientes encerrados, sin poder salir de los locales comerciales afectados, amenazados con darles fuego; gases lacrimógenos, piedras, palos, barricadas; todos los comercios de la zona (formales e informales) totalmente paralizados. Pero aún más, la imagen internacional del país, destrozada. Fuimos nuevamente noticia de primera plana y de cobertura importante en los noticieros mundiales. Claro, con un resultado totalmente negativo para la inversión extranjera y el turismo real.
…Por supuesto que todo lo que pasó es inaceptable; pero los problemas no se resuelven reprimiendo los efectos sino que corrigiendo sus causas…
No podemos más que ratificar lo que toda la ciudadanía manifiesta: que la ley debe cumplirse y que si bien las manifestaciones públicas son permitidas, no pueden ni deben permitirse los actos vandálicos que conllevan sobre todo, el daño a la propiedad privada o a la integridad de las personas, ejerciendo la violencia.
Sin embargo, quedarse allí simplemente, estaríamos diciendo únicamente la media verdad. Necesitamos profundizar en el caso, ACLARANDO CONCEPTOS.
1-Hay que diferenciar entre: los vendedores informales que son la mayoría, y que básicamente por la falta de empleo, tienen que recurrir al comercio informal; como su único medio de subsistencia y pequeños grupos de revoltosos, oportunistas, y violentos; que se incorporan cuando empiezan los problemas; y recrudecen la violencia y fomentan el vandalismo y realizan el pillaje. Definir a todos como terroristas es totalmente incorrecto, y nos lleva a aparentes soluciones, donde el remedio es peor que la enfermedad.
2-Si bien le corresponde a
3-La planeación de nuevas empresas en nuestro país están basados únicamente en su rentabilidad; y el apoyo estatal, incluyendo políticas sectoriales, no contemplan el fomento del empleo.
Según estadísticas oficiales no comprobados, se crearon 38,000 empleos este último año. ¿Cuántos a su vez se clausuraron? Aunque fuera una cifra neta; cada año irrumpen al mercado laboral 150,000 nuevos solicitudes… Con el descuido histórico del agro salvadoreño, incluido el café, y la restricción del ingreso de indocumentados a los Estados Unidos; el comercio informal es la única vía de escape para disponer de un trabajo digno y honesto para una gran cantidad de salvadoreños…
La otra vía, la delincuencia, que también absorbe una buena cantidad de salvadoreños cada año, no es digna ni es honesta.
4-Nadie niega que el cumplimiento de las leyes es básico para disponer de un Estado de derecho; sin olvidarse de
Art. 2 – “Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad, a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión y a ser protegido en la conservación y defensa de los mismos”.
Art. 37 – “El trabajo es una función social, goza de la protección del Estado y no se considera artículo de comercio. El Estado empleará todos los recursos que están a su alcance para proporcionar ocupación al trabajador, manual o intelectual, y para asegurar a él y a su familia, las condiciones económicas de una existencia digna”. ¿Se hace esto? ¿Al menos se intenta?
Si el Estado no puede ofrecer el empleo total, debería estar satisfecho de esa característica especial de todos los salvadoreños: “los hacelotodo”, los “véndelotodo”, como lo dijo Roque Dalton.
5-Todos los medios reconocen que la “intervención” policial fue la mecha del conflicto y también que la llegada tarde de
Las cosas tienen que planificarse de antemano. ¿O no?
6-Confiar en que una legislación drástica y la aplicación extrema de la ley, por sí solas son la solución a los problemas de violencia es equivocado. Lo vimos con la aplicación de Mano Dura y Súper Mano Dura y la violencia se incrementó. La violencia genera violencia.
7-Es importante diferenciar de antemano quienes son las personas que están trabajando en el comercio informal y que merecen consideración, tolerancia y comprensión y que son la mayoría, y quienes cometen delitos mayores (que son pocos), como venta de drogas ilegales; venta de mercadería robada, etc.
8-A pesar de que se considere que maquillar la imagen del Centro Histórico y combatir la “piratería”, generaría más inversión extranjera y turismo internacional; la violencia en los decomisos; la reacción que esto ocasiona y el aprovechamiento de oportunistas (esto existe en todo el mundo, incluso en ciudades del 1er mundo; como en los históricos apagones de New York, donde la nocturnidad y el abandono, produjo saqueos masivos e indiscriminados por ciudadanos comunes, incluso con corbata). Cualquier violencia genera más alejamiento de la inversión y turismo extranjero; que un Centro Histórico, plagado de comercio informal, que incluso puede resultar pintoresco, si se ordena.
9-Por más medidas macroeconómicas positivas, la distinción de ser el País más violento de todas las Américas, rehuye la inversión, hasta el punto de ser El Salvador, el país que captó menos inversión extranjera durante el 2006, en toda Centroamérica: US $204 millones (Costa Rica obtuvo $1,436 millones es ese mismo período, esto es, 7 veces más. La causa: su tranquilidad, la de Costa Rica, por supuesto.
10-Urge considerar este problema en forma integral; con una adecuada planificación y voluntad política.