Falta de estrategía en las encuestas.
Martes 5 de Junio de 2007.
Este día, 5 de junio se celebra el día Mundial del Medio Ambiente. Ideal para recordar a nuestro planeta: degradado, contaminado, deforestado, descuidado, depredado, erosionado y en resumen: Totalmente abusado…
La crisis es sin lugar a dudas, planetaria. Y ya se habla insistentemente del cambio climático, el cual se esta produciendo – y esto es completamente evidente – rápido e inexorablemente.
El CO2, Dióxido de Carbono, producido por la combustión de madera, carbón y combustibles es el principal componente humano de los gases del efecto invernadero y es lo que
Nuestro país no incide significativamente a nivel mundial y sus emisiones palidecen hasta las producidas por las naciones industrializadas, en especial los Estados Unidos, el principal contaminante del planeta: Más de 7000 millones de toneladas de CO2 anuales; sin embargo, es deber de todos los ciudadanos de la tierra contribuir a disminuir estas emisiones... Todo colectivo por más grande que sea, proviene de la suma de las acciones individuales…
Nuestro concepto de vida orgánica – como única forma de vida posible – nos hace estrechos de mente y cortos de miras; más aún que cuando consideramos a nuestro planeta, como el único habitado del Universo y a los seres humanos, como los únicos seres inteligentes.
En ese concepto simplista, es fácil derivar que hemos sido creados a imagen y semejanza física de Dios, pareciéndonos nosotros a Dios – o lo que es lo mismo – Dios se parece a nosotros. Tremenda estupidez y más tremenda arrogancia. …La vida fluye en todo el universo y se manifiesta en las formas y naturaleza más variadas posible. El universo está lleno de vida orgánica diferente, aunque también similar a la existente en nuestro planeta. Pero también hay vida diferente, no orgánica. Los pueblos indígenas tenían una concepción filosófica – científica, en este concepto, más avanzada que el hombre blanco que los colonizó y esclavizó. Ellos hablaban de la madre-tierra. Nosotros hablamos de un planeta que hay que explotarlo, obtener sus recursos y degradarlo inmisericordemente, con una codicia desenfrenada.
Hay vida (vida mineral por supuesto) en un pedazo de lápiz, o en una piedra, por ejemplo. Millones (y mucho más que eso) de electrones girando y vibrando sin cesar, como si fueran sistemas planetarios. Nuestro sistema solar también tiene vida: Una vida diferente: Vida cósmica; siendo el sol su “corazón” que limpia y circula los fluidos del sistema cada 11 años y fracción.
Sin este concepto de vida a nuestro alrededor, nos volvemos aún más drásticos que con los seres vivos; con nuestro planeta, que consideramos un mundo material – mineral, inerte… Y los seres vivos que vivimos en él. Bueno el egoísmo no permite ver más que a nosotros mismos y a veces a nuestro estrecho círculo sentimental.
…No sólo los gases de invernadero deberán reducirse; si no también en general la degradación de nuestro medio ambiente; buscando eso sí – ese equilibrio funcional, entre ecología y economía, haciéndolos mutuamente incluyentes…
Merece así considerar que somos el País más deforestado y contaminado de América Latina, y las voces ecológicas han sido siempre minimizadas en aras del “progreso”. Nosotros comprendemos que el progreso no puede detenerse y que no podemos volver al pasado suprimiendo la ciencia, el desarrollo y la técnica; pero también debemos buscar el equilibrio con la naturaleza, buscando el mayor progreso con el mínimo daño al medio ambiente. Eso significa que el progreso económico por un lado y el beneficio ecológico por el otro tienen que ir de la mano. En aras de una conciencia ecológica pura, no podemos por ejemplo suprimir los vehículos y volver a la tracción animal. Necesitamos medios de transporte, aunque usen combustible, pero debemos usarlos eficiente y razonablemente. Por el otro lado, no podemos desarrollar proyectos altamente contaminantes, de mayor impacto ecológico que el beneficio recibido, como la incineración de llantas; planta eléctrica a base de carbón; minería metálica-química etc. etc. Lo importante es buscar y encontrar el equilibrio.
Ni ecología absoluta ni economía destructiva.
La deforestación del Espino – Miles de árboles centenarios talados en pocos días, para la construcción de centros comerciales o la construcción de calles, avenidas y boulevards; la destrucción de bosques, incluyendo los bosques salados o manglares; la construcción en la cordillera del Bálsamo en alturas prohibidas; la contaminación de mantos acuíferos, ríos, lagos y mares a través de plaguicidas, detergentes, insecticidas, residuos agrícolas e industriales; residuos químicos; la contaminación de materias fecales en el agua ya tratada del ANDA por la roturas subterráneas de las tuberías de aguas potables y servidas, contaminación de metales pesados: Mercurio, Plomo, Cadmio, etc.; la explotación de la mina San Sebastián, donde el agua es de color anaranjado por el exceso de contaminación, con valores de productos venenosos arriba de 1,000 veces el límite máximo, impuestos por Organismos Internacionales y la renovada presión por otorgar permisos de explotación a otras 36 minas más; etc., etc., etc.
Hemos recibido leche radioactiva, alimentos adulterados; productos vencidos; materiales contaminados; hemos permitido que nos boten en nuestras costas desperdicios de distinta naturaleza.
En verano ya casi no tenemos ríos, tan sólo quebradas secas y todos nuestros ríos – incluyendo el Lempa están contaminados; lo mismo nuestros estuarios, bahías, esteros, lagos, lagunas y por supuesto, nuestro único mar. Fuera de ello la acumulación de cieno (elevada sedimentación de las presas, que disminuye su vida útil y ya estamos necesitando construir nuevas presas, nuevas inundaciones y ni siquiera reforestamos para mantener con eficiencia las que ya tenemos. La erosión en nuestro País pasa del 85%, un grado de erosión muy alto, insostenible para un país pequeño, endeudado, contaminado y superpoblado. El bosque original, incluyendo los manglares (Bosques Salados) tan sólo cubren el 1.85% del territorio nacional y se reducen a ritmos alarmantes.
…Ojalá todos recordemos el siguiente mensaje; ya hemos destruido más de la mitad de nuestro medio ambiente. Tenemos que parar su deterioro. “