¿Dónde está el Plan de Desarrollo?
Jueves 28 de junio de 2007
A pesar de que nuestro país progresa en obras de infraestructura, lo que aparenta un notable desarrollo; ha habido un deterioro en cuanto a salud, nutrición, disponibilidad de alimentos básicos, vivienda, empleo, contaminación del suelo y del agua; encarecimiento progresivo de los bienes y servicios; desempleo y subempleo; y los esfuerzos realizados, sólo han servido para que las negatividades no sean más grandes todavía.
Todo esto junto con un explosivo crecimiento demográfico y el éxodo masivo de zonas rurales a los núcleos urbanos, especialmente hacia la capital; con el constante aumento del comercio informal y emigración masiva, sobre todo ilegal, hacia todo el mundo, y en especial hacia los Estados Unidos de América y con los colaterales problemas de limpieza, suministro de necesidades vitales; delincuencia progresiva, desempleo, etc.
Estamos creciendo así económicamente, pero reducimos nuestro desarrollo social. El crecimiento se da por esfuerzos individuales sin la existencia de una política y planificación tecnológica de nuestro país y sin una estrategia general de desarrollo nacional, que si bien no puede ordenar, porque no somos una economía centralizada; si podría al menos orientar.
Desarrollar un país no es sólo aumentar su producto territorial bruto, como un simple incremento estadístico, sino que se produzcan mayores bienes, al menor costo, con utilización racional de recursos propios, de la manera más rápida posible, usando nuestros ecosistemas y evitando su destrucción y hacia un porcentaje mayoritario de la población; teniendo como base esencial, la satisfacción de las necesidades básicas y la mejoría en la calidad de la vida.
Todavía no disponemos de un Plan Estratégico de Desarrollo Nacional, que podría ser multipartidista y multisectorial, buscando los puntos comunes, de interés general para todos; ni siquiera hay pasos encaminados hacia ese fin; debido a la pasividad de muchos sectores… la negligencia de otros y el enfrentamiento permanente y antagónico de otros (partidos políticos); éstos últimos pensando casi totalmente en ganar las elecciones, más bien que en gobernar…
Hay puntos comunes de interés general, donde la política partidarista puede coincidir, formando un Plan de Nación, básico, discutido y consensuado, que se mantenga permanentemente (claro, con cambios de matices únicamente) aún con alternancias políticas; sin considerar aquellas políticas variables, que tienen necesariamente que ser diferentes.
La carencia de ese plan estratégico de Desarrollo Nacional, como Plan de Nación, nos coloca en una situación mayor de inestabilidad, donde la lógica secuencia es la oposición sistemática a todo lo que diga el contrario; tanto de unos como de los otros y viceversa.
Claro, que se está apostando al desarrollo del turismo y los servicios, pero eso no es suficiente. Ya lo dije una vez y hoy lo repito. Si no se desarrollan otras actividades productivas y generadoras de empleo masivo, nos convertiríamos en un ente asimétrico, como el cangrejo, con una extremidad más grande que las otras (esto es, sólo una desarrollada y las otras, minimizadas); y como tal, con la peculiaridad especial de caminar hacia atrás.
La falta de empleo desestabiliza nuestro país. Y si a esto le agregamos el encarecimiento progresivo de los bienes de subsistencia del pueblo; y el IVA – el máximo ingreso del Gobierno salvadoreño, pagado por todo el pueblo, incluyendo el empleado, el subempleado y el desempleado, ya que IVA tiene la sal, el maíz, las medicinas, la luz, y toda la canasta básica, etc.
Las exportaciones están deprimidas (exportamos menos de la cuarta parte, de lo que exporta Costa Rica; y eso que nuestras exportaciones son infladas; reflejamos las importaciones en tránsito, como los insumos para la maquila y el alcohol no deshidratado de Brasil); recientemente sin embargo, las exportaciones han incrementado un poco y esto se publica optimísticamente; pero no se dice, que para lograrlo, las importaciones se han multiplicado muchas veces más. Esto es parecido a lo que nos pasó en España 1982. Deseosos de meter un gol, jugamos ofensivamente contra Hungría. Lo logramos; pero a costa de que Hungría nos metiera diez.
Fuera de ello, el consumo interno está deprimido. La gran mayoría del pueblo, apenas obtiene niveles de limitada subsistencia y a veces ni eso. Bien se dice que nuestras estructuras económicas están basadas en la extrema desigualdad. Y a pesar que los valores espirituales condenan esto; no me referiré en esta ocasión a ello. No hay economía que prospere, si no se incorpora al mercado a los sectores marginados. Ya lo dijo
La Empresa privada en su gran mayoría pasa por enormes problemas; no hay capacidad de compra del pueblo; los insumos y servicios son caros; no somos competitivos. Se nos dificulta exportar y el mercado interno es deficiente.
Claro, le estamos apostando al Turismo. Y son los extranjeros los que gastarán. ¡Qué importa que la mayoría del pueblo no disponga de ingresos suficientes! Bastará con maquillar el centro; esconder la chatarra; ilegalizar al comercio informal y borrarlo del mapa; construir lugares cerrados, “zonas turísticas” especiales, etc.
Por otro lado, no cualquiera puede accesar al Turismo protegido. Se necesita al menos una inversión de US$50,000 iniciales. Fuera, los micro, pequeños y muchos medianos empresarios.
Y para los que puedan cumplir con este requisito económico; habrá que solventar las barreras y trabas burocráticas. Debe puntualizarse que todos somos iguales ante
Con el TLC con los Estados Unidos y el fomento del Turismo, el comercio informal dejó de ser tolerado, para ser parcialmente perseguido. Y sólo la emigración forzosa a Estados Unidos, se sigue tolerando, no como una válvula de escape al desempleo endémico, si no como una fuente de divisas para mantener nuestra economía a flote. En el próximo programa, continuaremos este tema, si Dios nos lo permite.
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