A un año del discurso de Douglas Barclay

Lunes 1 de Octubre de 2007

A un año del discurso de Douglas Barclay

El 17 de Octubre del 2006, hace casi un año, el Embajador de los Estados Unidos en nuestro País, en ese entonces, Douglas Barclay, hizo público un señalamiento constructivo para la Nación; que pudo considerarse como una “intromisión positiva”.
En ese momento hubo un consenso básico en todos los sectores, de los planteamientos señalados por Barclay, si bien como él mismo lo manifestaba: “Me he dado cuenta que en El Salvador, la gente tiene buenas ideas; pero a menudo, hay problemas para pasar de la concepción a la implementación”
Dicho en otras palabras: Aceptación inmediata; deseos manifiestos y luego nada, o casi nada y en ciertos casos, hasta un retroceso.
Ahora iniciando, Octubre 2007 nos podemos percatar, que la premonición resultó cierta. De los 5 puntos presentados, casi nada se ha hecho. De los 3 primeros,
-Poner un alto a la violencia criminal. Ahora
-Los Salvadoreños deben pagar sus impuestos.
-El Salvador debe reformar su Sistema Judicial; al menos, algo se ha intentado hacer.
En los otros 2
-Demandar una rendición de cuentas. Exijan acceso público a información gubernamental (transparencia). Exijan que los funcionarios corruptos sean expuestos y llevados a la justicia.
-Debe acabarse con la polarización política. Todos los políticos y los partidos deben trabajar en conjunto, para el bien común de la Nación; no ha habido avance alguno, e incluso podemos considerar que ha existido un medible retroceso.
En este último caso, la desunión continúa y el enfrentamiento se acentúa. Existe una profundización de los antagonismos; polarización aumentada de las posiciones; una lucha permanente, entre desiguales, entre parecidos y también entre iguales.
…La causa: la ambición del poder: tener poder y poder tener…
Si bien el objetivo de la política partidarista es la toma del poder; no está de más considerar ¿cómo gobernar con eficiencia? No existe ninguna tolerancia entre las fuerzas políticas mayoritarias y todo indica que la confrontación electoral entre ellas, será polarizada, vociferante y destructiva.
Eso se empieza a sentir, en los primeros vientos, próximos al huracán electoral.
Pero tampoco hay cohesión al interior de los partidos y si al final se logra, será producto de imposición o de disciplina partidaria más que de amplia participación.
Y la corrupción…¿Hay un interés gubernamental de detener a todos los corruptos, o simplemente algunos: los pequeños, los independientes o los abandonados?...Costa Rica tiene a 2 Ex−Presidentes enjuiciados y a un tercero en la lista (que se ha salvado por negarse a regresar) y en El Salvador no se puede ni siquiera revisar las cuentas bancarias de los funcionarios públicos, sin el deseo expreso de la Corte en pleno. Un cambio oportuno de última hora.
¿Y no se dice que el que nada debe, nada teme; cuando se pretende que un funcionario de “menor cuantía” renuncie a su fuero?
Y los grandes evasores…Y las grandes empresas constituyéndose en oligopolios, monopolios o cuasi-monopolios declarando pérdidas; o ínfimas ganancias; o el acoso fiscal incrementado e inaguantable sobre pequeños y medianos empresarios; y las negociaciones internacionales donde “se vende” al país en sentido real, no figurado…
Por otro lado y analizando todos los gobiernos del mundo podemos afirmar, de que si bien hay funcionarios decentes y honestos, la corrupción es la regla y la honestidad intachable es la excepción. Un funcionario corrupto señalado a bombos y platillos, no es un ejemplo de que la corrupción se castiga y se sanciona; purificando totalmente al Gobierno. Es simplemente uno que sale a la luz de muchos que se encuentran escondidos. A veces, incluso más grandes.
La corrupción es totalmente negativa y a la par de causar un daño irreparable a las finanzas públicas, desgasta a todo Gobierno.
Pero sólo hay algo más negativo que un funcionario corrupto y es un funcionario corrupto y a la vez incapaz. Este es un binomio explosivo y por ende mucho más destructor.
El pueblo (y pueblo somos todos), ya no aguanta más y se encuentra protestando, muchas veces, en silencio agobiador ¿Tiene miedo? ¿Está cansado de protestar? ¿No está acostumbrado a hacerlo? ¿O la nueva legislación se lo impide?
En este último caso están muchos empresarios, que están tambaleando, por que no aguantan el aumento de la gasolina, de los servicios, de la delincuencia; del acoso fiscal; de los cobros indebidos en las aduanas; de la competencia desleal, de la corrupción descarada en las licitaciones; de la impunidad; de la falta de transparencia; del aumento del costo de la vida; de las calles deterioradas; de las multas generalizadas; etc., etc., etc.
Muchos están pensando en emigrar y no sólo son los desempleados, si no que incluso pequeños, medianos y hasta grandes empresarios. Estos últimos antes de hacerlo, están repatriando sus capitales.
¿Y nosotros?...Como ya lo dije en un programa anterior de Aclarando Conceptos…continuaremos en nuestro País, gane el que gane. De todas maneras, estamos acostumbrados a trabajar, sin el Gobierno, con el Gobierno y también ¿Por qué no? contra el Gobierno – o mejor dicho: que el Gobierno esté contra nosotros. Estamos contra el compadrazgo y el amiguismo político. Nunca hemos pedido favores personales a ningún gobierno de turno. Siempre hemos pedido y lo seguiremos pidiendo: Justicia y en eso somos exigentes y perseverantes…
Además, este es nuestro País. Aquí nacimos y aquí deseamos morir; pidiéndole a Dios, nos proteja y nos de mucho más tiempo de vida, para hacer en el futuro pendiente más y mejores cosas, que las que ya hicimos en el pasado.
Con la colaboración decidida de todos, o al menos, con la de los hombres y mujeres de buena voluntad, todo tiempo futuro, será mejor. Ojala!...
¡Nuestro Querido País se lo merece!