Calidad, Escasez y alto precio de las medicinas.
Martes 23 de Octubre 2007
Calidad, Escasez y Alto precio de los medicamentos
Una de las principales noticias en los medios, a la cual se le ha dado marcada insistencia, es al alto precio de las medicinas en El Salvador, a lo que se le aúna, en muchos casos, la escasez y su mala calidad, esto último, más pronunciado en el Mercado Institucional.
El señalamiento del problema, al menos en su forma más marcada, provino de un estudio del Observatorio de Políticas Públicas en Salud y del Centro de Investigación y Desarrollo en Salud (CENSALUD) de la Universidad de El Salvador, con el apoyo de World Health Organization y Health Action International. Este estudio sin embargo, debe considerarse como un trabajo inicial, aplaudible por cierto, pero que necesita profundizarse aún más.
El costo de la medicina elevado, se da únicamente en el mercado privado (Farmacias) y se necesita regularlo, esto es, lograr que bajen los precios. Las causas: el enorme costo de intermediación, el IVA; el mercado reducido; los descuentos; los bonos; las bonificaciones, un Gobierno tolerante que deja suelto al mercado y se olvida de su papel regulador; la codicia desenfrenada de algunos, etc., pero la solución no está solamente en solucionar los problemas anteriores; sino también en educar al pueblo a que acepte un genérico en lugar del producto de marca; en que la receta lleve el nombre genérico, sólo o a la par de la marca recomendada; y a controlar la calidad de todos los medicamentos. ¿De qué sirve un producto barato en la farmacia si la receta viene con una marca determinada, mucho más cara? Además, no sólo debe verse un precio bajo, sino también una calidad satisfactoria, que el Gobierno debe controlar también. El binomio Buena calidad+ Bajo precio debe mantenerse.
En el otro lado está el mercado Institucional (Ministerio de Salud Pública, ISSS, etc.) cuyos precios son tremendamente bajos; de centavos de dólar y fracciones de centavo por tableta o en caso de algunos especialidades, desde 5 hasta 100 veces menos que los precios de farmacia. Esto se consigue con los grandes volúmenes y eliminando costos de promoción, venta e intermediación y sacrificando ganancias.
Los precios son altos en el mercado privado y bajo en las licitaciones.
El problema se ha complicado últimamente, porque también los medianamente pobres (ISSS) y los pobres (MSPAS) no reciben sus medicinas. Según el estudio mencionado antes, “La disponibilidad en el MSPAS fue buena para el 44% de los medicamentos estudiados y en el ISSS sólo para el 58% de los mismos, lo cual obliga a los usuarios en muchos casos a adquirirlos en el sector privado a precios elevados o prescindir de estos.”
Está claro que el dilema de: o como o me curo, se vuelve común, en esos casos. El jueves 7 de junio manifestábamos: la Escasez de medicamentos en los hospitales de Salud Pública, ha sido muchas veces denunciado en los medios, especialmente desde finales del 2006. No debe olvidarse la enorme y generalizada escasez de medicamentos durante los primeros 5 meses del año 2007, sobre todo en el mes de abril, donde el desabastecimiento era general y generalizado.
En ese mismo mes de abril, El Diario de Hoy manifestaba: de los 25 medicamentos que se utilizan en el ISSS para tratar diferentes tipos de cáncer, se tienen problemas con unos 15, según denuncias de especialistas.
Igual que con el Ministerio de Salud Pública y con una demanda creciente; ambas instituciones han disminuido el presupuesto para compra de medicamentos. El ISSS que en el 2005 presupuestó 78 millones, redujo su presupuesto en el 2006 a US $40 millones, esto es prácticamente la mitad.
Esto último es el factor más importante en la búsqueda de la solución al problema.
Que las instituciones de Salud, (ISSS, MSPAS y Bienestar Magisterial) dispongan de la medida adecuada (de buena calidad) y en cantidad suficiente, para que los usuarios y derechohabientes no tengan que ir a comprar la medicina de su propio bolsillo en un mercado privado, que aunque se regule, siempre será mucho más caro que el mercado institucional.
Fuera de ello, deberá acabarse con la corrupción en todos los sectores y en todos los niveles. Esta no existe no sólo en los mandos superiores; sino también en los mandos intermedios y en algunos mandos inferiores.
Luego se regularía el mercado privado, abaratando los costos. La eliminación del IVA de todas las medicinas (y también de toda la canasta básica, incluyendo los alimentos) compensándolo con un aumento del IVA a lo superfluo. Sería un buen camino inicial, debiendo el Gobierno, participar en la regulación del mercado; para que la disminución del IVA, sea para provecho del consumidor y no, para el beneficio de los fabricantes mayoristas e importadores.
La medicina en El Salvador no siempre es la más cara. Generalmente toda Centroamérica es una región de medicina cara. Las regiones que el estudio compara son definitivamente zonas de medicina barata, donde El Salvador aparece como el más caro de todos. Decir por ello, que El Salvador se encuentra la medicina más cara del mundo es una exageración; aunque no podemos negar que es importantísimo tratar de disminuir los precios.
En Estados Unidos, por ejemplo, la medicina es de 2 a 5 veces más cara que en nuestro país. Y la consulta médica, 10 veces más cara.
Esto también tiene que compararse con los salarios, los cuales deberían incrementarse; ya que fuera de pequeños aumentos simbólicos, más bien risibles, están prácticamente congelados.
La sensibilidad social, el verdadero sentido humano, es satisfacer las necesidades más sentidas de nuestros conciudadanos más pobres y más débiles, impulsándonos a cambiar el destino de nuestras clases pobres, hambrientas y enfermas. Luchar contra las enfermedades, es elevar al ser humano: hombre o mujer, joven o anciano, niño o niña y devolverle sus libertades fundamentales, es sacarlo de su drama diario e incorporarlo a la felicidad, llevándolo a la meta incomparable de la salud popular.
Como bien dice el cancionero: 3 cosas hay en la vida: Salud, Dinero y Amor; y el que tenga estas 3 cosas, que le de gracias a Dios.
Como se ve, la salud es primero.