Criticas al Islam y al catolicismo
Martes 18 de Septiembre de 2007
…Hemos visto como las fuerzas del mal se han dado a la tarea de pervertir la moral, las buenas costumbres; los principios; las ideas religiosas de las personas; fomentando los vicios, el libertinaje, y sembrando la duda y el caos mental… ¡El mundo está perdido!..
A dichas fuerzas tenebrosas se les unen no sólo los conspiradores, sino también los tontos útiles; los mercaderes del dinero y del poder, los indolentes – que no mueven un dedo ni articulan palabra alguna para protestar; los engañados; los que no les gusta pensar y les agrada aceptar sin ningún análisis personal lo que otros dicen, más aún si esto es repetitivo: los dóciles, los de débil e inapropiada fe; los incumplidores de sus obligaciones, que actúan con dejadez; los cómodos; los eternos borregos; los que les gusta navegar con la corriente; los de fácil convencimiento; los estafados (que muchas veces son estafadores en potencia, que van por lana y vuelven trasquilados); los falsarios y últimamente algunos escritores y literatos, influidos hábilmente por una campaña de desinformación, mantenida permanentemente, en los medios internacionales de mayor difusión: unos tan sólo están confundidos; otros, son parte del movimiento desinformador.
...A esto se les une el paradigma de la libertad de expresión, la cual es pisoteada cuando las grandes mayorías reclaman sus derechos, o cuando los débiles protestan, como en el caso de minorías inmigrantes o desplazados o refugiados o marginados...
La formula es fácil... si dispones del dinero y del poder, incluido el poder mediático, habla, repite y miente. Y vuelve a hacerlo y repítelo continuamente. Preferiblemente en lugar de mentir utiliza las medias verdades... Esto es más demoledor. Utiliza a pseudolíderes e idealiza a los que sean motivo de inspiración en los jóvenes. Y publicita una vida privada depravada-real o fingida – de dichos líderes. Degrada poco a poco las costumbres, sin cambios exabruptos que generarían rechazo. (Poco a poco la mayoría fácilmente cambia y ni siquiera se dan cuenta del proceso).
Como en una noticia televisiva se afirma, que los jóvenes que ven a sus ídolos fumar en la pantalla, tienen 16 veces más probabilidades de ser fumadores. O sea, que la motivación personal puede ser dirigida y los vicios y desviaciones, pueden ser enseñados y peor aún, potencializados.
Encuentra “grandes mentes” dispuestas a avalar los cambios en señal de “modernidad y progreso”. Y ataca los valores morales de la sociedad y degrada sus religiones, sus costumbres y sus tradiciones. Pone duda a las convicciones de los creyentes, con declaraciones sueltas o bien, complicadas a través de obras literarias. Y llévalas rápidamente al Cine y a la TV, que son medios de comunicación masiva, basado en el principio general, que la gente, especialmente la del 3º, 4º y 5º mundo, o no pueden leer, o lee despacio, o no les gusta leer demasiado. Pero todos pueden oír y ver, y además, les gusta.
Desprestigia a los lideres religiosos y señala negativamente a las religiones, especialmente aquellas que más se oponen al “modernismo y al libertinaje”.
Exagera y potencializa sus errores; publicita lo malo de algunos exponentes y disminuye las buenas acciones de la mayoría.
No hay duda que a pesar que todas las religiones están señaladas, el Islam es el principalmente señalado, denigrándolo continuamente y tergiversando su doctrina.
Un terrorista, si es Musulmán, todos los musulmanes son terroristas: Con la matanza en la Universidad Politécnica de Virginia, todo el mundo supo que el terrorista Cho Seung-Hui era surcoreano. ¿Se mencionó acaso su religión? El habló de Cristo constantemente en su mensaje final. Definitivamente era cristiano, protestante; esto es, no católico.
Si hubiera sido musulmán, o incluso católico, Dios no lo quiso, hubiera sido permanente y exageradamente manifestado.
Los musulmanes somos 1,400 millones y los terroristas no representan ni el 1 por diez mil de la regla.
Si un musulmán comete un delito, es noticia de primera plana y a la par del asesino va el agregado: Musulmán.
Pero ¿Se ha preguntado la religión de todos los asesinos y criminales en nuestras cárceles? Todos son abrumadoramente cristianos y nadie lo menciona.
Hay muchos -con un total desconocimiento del Islam- que afirman que nuestro libro sagrado, el Corán y la Sharia (su legislación) prescriben el sometimiento de la mujer (cuando fueron los primeros textos en la historia de la Humanidad, en reconocer el derecho de la mujer a disponer de herencia personal y tener bienes a su nombre; el derecho a su protección y amor; a no engañarlas; a respetarlas y a darles todo lo necesario para su sustento ( el hombre tiene que proveer, mantener, proteger, querer, satisfacer y respetar a su mujer para después exigirle); y además manifiestan que prescribe perseguir a los infieles; cuando en realidad es todo lo contrario.
La base teológica del Corán así lo atestigua:
...Sura 2 – El Bäqara – Versículo 256- no debe existir obligación ni coacción en la religión...
El Islam ordena que aún teniendo el poder en las manos, no puede obligarse a nadie a cambiar de religión. Eso puede verse como España, Sicilia, Portugal, entre otros, con cientos de años en poder del Islam, se conservaron cristianos. Los que se convirtieron voluntariamente al Islam o los descendientes de musulmanes, luego fueron expulsados a la fuerza o bien convertidos forzosamente al cristianismo.
Es de observarse que las iglesias cristianas de Tierra Santa, de todas las denominaciones se conservan y bastó solo 100 años para que las dos sagradas mezquitas de Jerusalén se convirtieran en iglesias cristianas y cuartel del Ejército cruzado, en el siglo XII.
La Iglesia Católica también tiene sus detractores, que exageran cuando un sacerdote católico falla, generalizándolo y contaminando incorrectamente a toda la curia.
También se mofan de sus enseñanzas, de su doctrina y de sus dirigentes; incluyendo la veneración a la Virgen María, según el Corán la mujer más pura que ha habido y habrá, que nació y permaneció Inmaculada.
Si el Islam y el catolicismo son los más señalados, en el aspecto religioso; en cuanto a la moral, y las buenas costumbres – degradándolas-, se dirige contra toda la Humanidad. ¿Estamos preparados para defendernos?
…Hemos visto como las fuerzas del mal se han dado a la tarea de pervertir la moral, las buenas costumbres; los principios; las ideas religiosas de las personas; fomentando los vicios, el libertinaje, y sembrando la duda y el caos mental… ¡El mundo está perdido!..
A dichas fuerzas tenebrosas se les unen no sólo los conspiradores, sino también los tontos útiles; los mercaderes del dinero y del poder, los indolentes – que no mueven un dedo ni articulan palabra alguna para protestar; los engañados; los que no les gusta pensar y les agrada aceptar sin ningún análisis personal lo que otros dicen, más aún si esto es repetitivo: los dóciles, los de débil e inapropiada fe; los incumplidores de sus obligaciones, que actúan con dejadez; los cómodos; los eternos borregos; los que les gusta navegar con la corriente; los de fácil convencimiento; los estafados (que muchas veces son estafadores en potencia, que van por lana y vuelven trasquilados); los falsarios y últimamente algunos escritores y literatos, influidos hábilmente por una campaña de desinformación, mantenida permanentemente, en los medios internacionales de mayor difusión: unos tan sólo están confundidos; otros, son parte del movimiento desinformador.
...A esto se les une el paradigma de la libertad de expresión, la cual es pisoteada cuando las grandes mayorías reclaman sus derechos, o cuando los débiles protestan, como en el caso de minorías inmigrantes o desplazados o refugiados o marginados...
La formula es fácil... si dispones del dinero y del poder, incluido el poder mediático, habla, repite y miente. Y vuelve a hacerlo y repítelo continuamente. Preferiblemente en lugar de mentir utiliza las medias verdades... Esto es más demoledor. Utiliza a pseudolíderes e idealiza a los que sean motivo de inspiración en los jóvenes. Y publicita una vida privada depravada-real o fingida – de dichos líderes. Degrada poco a poco las costumbres, sin cambios exabruptos que generarían rechazo. (Poco a poco la mayoría fácilmente cambia y ni siquiera se dan cuenta del proceso).
Como en una noticia televisiva se afirma, que los jóvenes que ven a sus ídolos fumar en la pantalla, tienen 16 veces más probabilidades de ser fumadores. O sea, que la motivación personal puede ser dirigida y los vicios y desviaciones, pueden ser enseñados y peor aún, potencializados.
Encuentra “grandes mentes” dispuestas a avalar los cambios en señal de “modernidad y progreso”. Y ataca los valores morales de la sociedad y degrada sus religiones, sus costumbres y sus tradiciones. Pone duda a las convicciones de los creyentes, con declaraciones sueltas o bien, complicadas a través de obras literarias. Y llévalas rápidamente al Cine y a la TV, que son medios de comunicación masiva, basado en el principio general, que la gente, especialmente la del 3º, 4º y 5º mundo, o no pueden leer, o lee despacio, o no les gusta leer demasiado. Pero todos pueden oír y ver, y además, les gusta.
Desprestigia a los lideres religiosos y señala negativamente a las religiones, especialmente aquellas que más se oponen al “modernismo y al libertinaje”.
Exagera y potencializa sus errores; publicita lo malo de algunos exponentes y disminuye las buenas acciones de la mayoría.
No hay duda que a pesar que todas las religiones están señaladas, el Islam es el principalmente señalado, denigrándolo continuamente y tergiversando su doctrina.
Un terrorista, si es Musulmán, todos los musulmanes son terroristas: Con la matanza en la Universidad Politécnica de Virginia, todo el mundo supo que el terrorista Cho Seung-Hui era surcoreano. ¿Se mencionó acaso su religión? El habló de Cristo constantemente en su mensaje final. Definitivamente era cristiano, protestante; esto es, no católico.
Si hubiera sido musulmán, o incluso católico, Dios no lo quiso, hubiera sido permanente y exageradamente manifestado.
Los musulmanes somos 1,400 millones y los terroristas no representan ni el 1 por diez mil de la regla.
Si un musulmán comete un delito, es noticia de primera plana y a la par del asesino va el agregado: Musulmán.
Pero ¿Se ha preguntado la religión de todos los asesinos y criminales en nuestras cárceles? Todos son abrumadoramente cristianos y nadie lo menciona.
Hay muchos -con un total desconocimiento del Islam- que afirman que nuestro libro sagrado, el Corán y la Sharia (su legislación) prescriben el sometimiento de la mujer (cuando fueron los primeros textos en la historia de la Humanidad, en reconocer el derecho de la mujer a disponer de herencia personal y tener bienes a su nombre; el derecho a su protección y amor; a no engañarlas; a respetarlas y a darles todo lo necesario para su sustento ( el hombre tiene que proveer, mantener, proteger, querer, satisfacer y respetar a su mujer para después exigirle); y además manifiestan que prescribe perseguir a los infieles; cuando en realidad es todo lo contrario.
La base teológica del Corán así lo atestigua:
...Sura 2 – El Bäqara – Versículo 256- no debe existir obligación ni coacción en la religión...
El Islam ordena que aún teniendo el poder en las manos, no puede obligarse a nadie a cambiar de religión. Eso puede verse como España, Sicilia, Portugal, entre otros, con cientos de años en poder del Islam, se conservaron cristianos. Los que se convirtieron voluntariamente al Islam o los descendientes de musulmanes, luego fueron expulsados a la fuerza o bien convertidos forzosamente al cristianismo.
Es de observarse que las iglesias cristianas de Tierra Santa, de todas las denominaciones se conservan y bastó solo 100 años para que las dos sagradas mezquitas de Jerusalén se convirtieran en iglesias cristianas y cuartel del Ejército cruzado, en el siglo XII.
La Iglesia Católica también tiene sus detractores, que exageran cuando un sacerdote católico falla, generalizándolo y contaminando incorrectamente a toda la curia.
También se mofan de sus enseñanzas, de su doctrina y de sus dirigentes; incluyendo la veneración a la Virgen María, según el Corán la mujer más pura que ha habido y habrá, que nació y permaneció Inmaculada.
Si el Islam y el catolicismo son los más señalados, en el aspecto religioso; en cuanto a la moral, y las buenas costumbres – degradándolas-, se dirige contra toda la Humanidad. ¿Estamos preparados para defendernos?