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Cámara Salvadoreño Árabe

CÁMARA SALVADOREÑA – ÁRABE

No hay duda que la Comunidad Salvadoreña de origen Árabe, mayoritariamente Palestino y de éste, un gran porcentaje de la ciudad de Belén, la ciudad donde nació Jesús, ha alcanzado altos niveles de desarrollo en todos sus aspectos: Económico, Social, Político, Científico, Artístico, Profesional, Deportivo etc., integrándose totalmente al pueblo salvadoreño, junto con el cual forma parte inseparable. Se podría afirmar, pues, que la integración se ha desarrollado plenamente por varios factores: el éxito económico en el desarrollo de la empresa privada, su constante actuación en la vida publica y su notable prestigio profesional en los más diversos campos de la cultura, permitiendo el desplazamiento de sus hijos hacia el plano de las profesiones liberales, la política y las expresiones del arte. En cada una de estas actividades tienen valores genuinos y a la altura de los más importantes del país. Se puede decir que la inmigración Árabe ha constituido un real aporte a la cultura salvadoreña. Su huella se puede apreciar no solo en el ámbito económico, sino también en áreas tan diversas e importantes como la literatura, la política, el deporte y en las profesiones liberales. Los inmigrantes Árabes y sus descendientes han logrado incorporarse, en un tiempo relativamente corto, a la sociedad, así como participar en las múltiples instancias que ellas ofrecen, integrándose en la vida nacional y evitando caer en la formación de una micro sociedad cerrada. La consecuencia de este anhelo de integración supuso la pérdida de parte de su herencia cultural, ejemplificada, principalmente, en el desuso del idioma Árabe, lo cual significó también un progresivo desconocimiento de su pasado; todo esto a la par de una integración plena con la sociedad salvadoreña, hasta el punto de afirmar y confirmar, que no somos Árabes, sino salvadoreños de origen Árabe, orgullosos de nuestra salvadoreñidad, aunque orgullosos también de nuestro origen. Hoy en día los descendientes de los inmigrantes Árabes que llegaron a El Salvador se encuentran en una etapa de aculturación positiva, en la cual se puede contemplar el proceso migratorio desde la sabia perspectiva del tiempo transcurrido. En este sentido, se observa una marcada tendencia integracionista que se manifiesta abiertamente en todos los ámbitos de la vida nacional. No obstante, y al mismo tiempo, se pueden apreciar en las nuevas generaciones un renovado interés por recuperar valores ancestrales de la cultura Árabe, sin que, por ello, desaparezca el profundo sentimiento de pertenencia a El Salvador. El dinamismo, la perseverancia, su innata capacidad y su voluntad de triunfar, llevaron al Árabe, al lugar donde se encuentra. El capital logrado merece un aplauso, porque el único capital digno de elogio es el conseguido con esfuerzo y honradez. Aquí estamos y Dios mediante, aquí permaneceremos, recibiendo y aportando nuevos beneficios a nuestra querida patria: El Salvador. Por encima de las diferencias ideológicas, raciales o religiosas, la Comunidad Salvadoreña de origen Árabe, mantiene un amplio nivel de Tolerancia, Respeto, Comprensión y Amistad, con otras Comunidades, incluyendo la Judía y este ejemplo de convivencia, esperamos pueda contribuir a reiniciar el proceso de Paz en el Medio Oriente, especialmente entre Palestina e Israel. Fuera de los esfuerzos que individualmente realizan los miembros de nuestra colectividad, merecen destacarse: 1- La Sociedad Benéfica Femenina Árabe, con una serie de actividades benéficas a través de la historia, beneficiando a familias de escasos recursos, con énfasis en la niñez salvadoreña. Merece una especial mención la construcción de Villa Palestina, para 163 familias que disponen de todos los servicios indispensables: Escuela, Clínica, Iglesia y Centro de Capacitación. Una obra trascendental, todavía mas aplaudible, si se considera el mantenimiento y la atención constante y permanente de que dispone la Villa, diferente a otros proyectos, que si bien son construidos, son luego descuidados e incluso abandonados. 2- Club Árabe Salvadoreño, cuyo nombre inicial fue Club Social El Prado, integrando a los miembros de nuestra colectividad, aunque con participación multiétnica; líder en eventos sociales, deportivos y familiares. 3- Centro Islámico Árabe Salvadoreño, coordinador de actividades culturales; defensor de la Historia Árabe, dándole la justa valoración; dignificación de nuestra cultura y defensa de nuestras tradiciones, a través de suplementos, revistas, entrevistas y programas de TV. Queda sin embargo pendiente formar un organismo que se encargue de coordinar y coadyuvar con el acercamiento cultural y económico con el Mundo Árabe, a través de empresas conjuntas; inversiones, y préstamos; en proyectos privados y estatales. Nuestro Gobierno se esta abriendo al Mundo Árabe, pero sentimos que hace falta un vinculo de unión, para que esa relación sea fructífera, para lo cual anunciamos nuestro deseo de formar una Cámara Salvadoreña Árabe, y por este medio invitamos a los miembros de nuestra Comunidad a que se integren a ella. Fuera de esa relación de intercambio, mutuamente provechosa y de interés nacional; la Cámara también se encargaría de defender la integración de sus miembros, cuando su dignidad pretenda ser menoscabada, sin causa justificada, luchando para que se respete a todos los miembros de nuestra Colectividad; para que la tendencia a la discriminación de nuestra raza o a la Tierra de nuestros ancestros, no siga siendo una practica común; para que a la hora de señalar actitudes adversas o negativas de algún miembro de nuestra Comunidad, su origen no sea una situación agravante; para que todos y digo todos, no solamente algunos, puedan acceder con igualdad de oportunidades a competir, de acuerdo con la Ley. De esa forma dispondríamos de 4 entidades organizadas que comprendan: la parte benéfica; la parte social; la parte cultural e histórica y la parte comercial y de defensa de la colectividad. Las 3 primeras ya están funcionando; es un deber ineludible e impostergable formalizar la 4ª. Como lo hemos dicho en otras ocasiones: Somos Salvadoreños 100%; orgullosos de pertenecer a esta Patria Bendita El Salvador; pero también orgullosos de ser de origen Árabe: un pueblo con amplia Cultura, maestro de Europa en la Edad Antigua y también en la Edad Media, cuando Europa quedó nuevamente sumida en la barbarie y con la peculiaridad especial de ser Árabe Palestino: un pueblo Culto, Altivo y Generoso, Amante de la Paz, pero también conocedor de sus Derechos Inalienables.