Palestina – Su Historia I
Jueves 13 de diciembre de 2007.
En anteriores programas de Aclarando Conceptos, hablamos del papel histórico de los palestinos en El Salvador, su presente y su extrapolación a futuro. Hoy hablaremos de Palestina y su historia; un tema de marcada curiosidad e interés, pero casi nula información en nuestro medio; aunque de especial relevancia, sobre todo en estas fiestas próximas de Navidad.
La región que conocemos como Palestina, ha sido desde la antigüedad, una encrucijada de pueblos y civilizaciones. Los primeros pobladores provinieron de emigraciones semíticas de la Península Arábiga, hace más de 4,500 años, dando origen a la civilización Cananea, fundando ciudades-estados; la mayoría, fortificadas, entre ellas: Jericó y Jerusalén. Por eso es que se le llamó la Tierra de Cannán.
Jerusalén fue fundada hace 4,200 años, por uno de los pueblos que conforma la estirpe Palestina: los jebuseos, pertenecientes al tronco cananeo. Su nombre original: Jebusalen, incorpora la palabra Salem (Salam) que significa paz.
Los cananeos compartieron en completa armonía su territorio con los filisteos, Filistea se deriva de la palabra Filastín, que traducida al español, significa Palestina, su nombre ancestral.
…Mil años después llegaron los hebreos conquistándola a sangre y fuego; los hebreos no fueron los primeros pobladores de Palestina y no
fundaron Jerusalén…
La conquista fue terriblemente despiadada, basta leer el Antiguo
Testamento para ejemplarizarla.
Sin embargo a pesar de esa conquista sangrienta, Jerusalén no pudo ser tomada por los conquistadores judíos. Fue dada en heredad a la tribu de Benjamín, pero permaneció en poder de los jebuseos, hasta que posteriormente el Rey David la tomó.
Y David ordenó que no se tocara, ni matara, ni se torturara a ningún miembro de esa ciudad, Jerusalén.
“Más los hijos de Benjamín no destruyeron a los jebuseos que moraban en Jerusalén; y así quedaron habitando en dicha ciudad con los hijos
de Benjamín hasta e! día de hoy”. Jueces. Capítulo I,
Versículo 21.
Fuera de ello la conquista nunca fue absoluta; y como dice el Antiguo Testamento: “Así pues, los hijos de Israel habitaron en medio del Cananeo y del heteo, y del amorreo y del ferezeo y del heveo y del jebuseo.
“Y se casaron con sus hijas y dieron las suyas a los hijos de ellos y sirvieron a sus dioses”. Jueces, Capitulo III, Versículo 5 y 6.
En el año 1020 a.c. se creó en Palestina el Reino de Israel, siendo su primer Rey Saúl, y alcanzando su máximo esplendor con los reyes David y Salomón. Hubo con dichos reyes especial tolerancia y amplitud.
Fueron reconocidos como profetas de Dios. De allí el concepto árabe fundamental: “Que los déspotas y asesinos son siempre los mediocres”.
Después del reinado de Salomón, Israel se dividió en dos partes: el Reino del Norte, con su capital Sabastia, que continuó llamándose Israel, con 10 tribus, y el Reino del Sur, llamado Judá o Judea, con dos tribus (Judá y Benjamín), manteniéndose entre los dos reinos una larga e irreconciliable lucha.
En el año 622 antes de Cristo, Palestina fue invadida por los asirios, sometiendo al Reino del Norte, Israel. Los Babilonios invadieron a su vez el Reino de Judá (Judea) el 586 a.c., llevándose cautiva a una gran parte del pueblo judío, que determinó lo que se conoce como “El Cautiverio de Babilonia”.
En ambas invasiones hubo una mezcla racial significativa y en cuanto a) cautiverio de Babilonia, hubo también influencia religiosa y política. Los judíos dominados, pero inmersos en la potencia mundial de ese entonces, aprendieron el arte de infiltrarse e influir en las altas esferas políticas; cambiando de estrategia, ya que no es lo mismo mandar teniendo más fuerza, que hacerlo, siendo más débil; lograron influenciar tanto al imperio babilónico, como que le sucedió después, logrando la repatriación del cautiverio. En Esdras, Capitulo II, versículos 1-7, se detallan los que volvieron del cautiverio, 60,000 varones aproximadamente, con propiedades y familias; y una nueva forma de pensar. El pleito se agudizó con los Judíos que se quedaron en Palestina sobre todo con los pobladores del Reino del Norte, entre ellos, los samaritanos, que se encontraban mutuamente diferentes.
Estos samaritanos en número considerable (los vernos en tiempo de Jesucristo), son tan sólo ahora unos cuantos millares. Convertidos al Cristianismo y al Islam, se encuentran mezclados con las otras etnias, formando parte de los pueblos árabes de la región, especialmente Palestina, Siria y Líbano.
Persia somete a Palestina 206 años, hasta que los griegos, comandados por el conquistador macedónico Alejandro Magno la derrotó, incorporándola a su Imperio y otorgando su mandato a Tolomeo, uno de sus generales.
…En el año 64 a.c., los romanos conquistaron Palestina dividiéndola en 4 provincias: Judea, Samaria, Galilea e Idumea (La Tetrarca de Filipo)…
Ya en ese tiempo, la integración Palestina estaba configurándose. El hebreo ya había desaparecido como idioma y se hablaba arameo, una mezcla de hebreo con árabe (EI idioma de Cristo). Los judíos propiamente dichos, eran lo habitantes de Judea e incluso ellos hablaban arameo. La mezcla con cananeos era evidente, como lo determina la misma Biblia y en el caso de una de las dos tribus de Judá, la de Benjamín, la mezcla llegaba al 100%.
En esa Palestina ya integrada, nació Jesús, en la ciudad de Belén, de donde proceden la mayoría de los inmigrantes árabes, que se establecieron en esta tierra Bendita de El Salvador y que han dado lugar a 6 generaciones de auténticos salvadoreños por nacimiento, que junto con los salvadoreños de otros orígenes constituyen la salvadoreñidad.
En el próximo programa si Dios nos lo permite continuaremos la Historia de Palestina, desde los tiempos de Jesús hasta nuestros días.