El mensaje profético de las religiones abrahámicas.
Martes, 11 de diciembre de 2007.
El principio básico es Amar a Dios sobre todas las cosas; pero para que sea completo tiene que continuar: Y a tu prójimo como a ti mismo, por amor a Dios.
Como resultado de la creencia en Dios y en la fraternidad de los seres humanos, la humanidad deberá, necesariamente, vivir una vida de amor, concordia, cooperación y paz. Todas las leyes de Dios fueron reveladas con el objetivo de hacer énfasis en este tema. Los profetas de Dios, en épocas diferentes, mostraron a la humanidad que la religión de Dios es siempre la misma, que los hombres son hermanos, sin ninguna enemistad o conflicto entre ellos, que el ánimo de su mensaje es siempre el mismo; que Quien los elevó fue Uno y que el fundamento de su religión es sólo uno, sin posibilidad de contradicción o diferencia entre ellos.
…El Corán dice: "Él ha ordenado para vosotros la religión que encomendó a Noé, la que te reveló a ti (Muhammad), la que le ordenó a Abraham, Moisés y Jesús, diciendo: 'Estableced la religión y no os dividáis en ella". (Sagrado Corán 42:13)
Este texto, sin duda alguna, es un testimonio de que la religión de Dios es la misma, en todos los tiempos En el Corán hay muchos ejemplos a este respecto, como: "Es verdad que te hemos inspirado al igual que inspiramos a Noé y a los profetas anteriores a él. Y también inspiramos a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, a Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. Y a David al que le dimos los Salmos" (Sagrado Corán 4:163).
"Decid: 'Creemos en Dios, y en lo que se hizo descender a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las Tribus, y lo que se le dio a Moisés y a Jesús y en lo que le fue dado a todos los profetas procedente de su Señor. No hacemos distinciones entre ellos y sólo nos postramos ante Dios" (Sagrado Corán 2:136)…
Cualquiera que lea el Corán, podrá ver que las Suras (capítulos) más largos del Corán ennoblecen y dignifican a Jesús y a la Virgen María. El Corán también menciona y clarifica algunos de los milagros de Jesús y narra otros milagros que no se encuentran en el Evangelio mismo, como por ejemplo pájaros hechos de barro a los que dio vida a través de un soplo, con el permiso de Dios, y también menciona el hecho de que Jesús hablaba a la gente desde la cuna.
Otros dos largos capítulos en el Corán se refieren a Jesús: el primero es "María" y el segundo es "La familia de Imran", que era la familia de María. En estos capítulos se nos cuenta como María quien era inmaculada dio a luz a Jesús y cómo fue también, una concepción inmaculada: "Y cuando dijeron los ángeles: '¡María! Dios te ha elegido, te ha purificado y te ha escogido entre todas las mujeres de la creación'…. '¡María! Dios te anuncia una palabra procedente de Él, cuyo nombre será el Ungido (Mesías), Jesús, hijo de María; tendrá un alto rango en esta vida y en la Última; y será de los que tengan proximidad. El hablará a la humanidad desde su cuna y en su madurez, y será de los rectos'" (Sagrado Corán 3:42-46).
El Corán se dirige a los musulmanes para mostrar con claridad el alto rango que ocupa Jesús ante Dios: "Ciertamente, el Mesías, hijo de María, es el mensajero de Dios, Su palabra depositada en María y un espíritu procedente de Él" (Sagrado Corán 4:171). Estas creencias que a los musulmanes les es ordenado creer con respecto a Jesús, les abren los corazones a sus enseñanzas y facilitan la convergencia y la cooperación entre musulmanes y cristianos.
El Corán muestra con claridad que los cristianos son los más cercanos a los musulmanes debido a la moral y a las virtudes que comparten con ellos, dice: "Encontrarás que los que están más próximos en afecto a los que creen son los que dicen: 'Somos cristianos'. Eso es porque entre ellos hay sacerdotes y monjes y no son soberbios.
El Profeta Muhammad dijo: "¡Musulmanes!, conquistaréis Egipto; cuando lo hagáis, sed amables con los cristianos". El cuarto califa, Ali, les solía decir a los cristianos "Nosotros no queremos evitar que creáis en el cristianismo, sino que de hecho, os ordenamos obedecerlo" y hay incontables ejemplos como estos. El propio Muhammad hizo de su mezquita en Medina, un lugar de adoración para sus invitados cristianos? O cuando los musulmanes hicieron de la gran mezquita Omeya, en Damasco, un templo común para musulmanes y cristianos, quienes entraban por la misma puerta, pero tenían la mezquita dividida en dos y solían hacer las oraciones juntos.
Este fue el resultado inevitable del entendimiento, la proximidad y el respeto que existía entre estas dos religiones reveladas en aquellos tiempos. Coincidían en propósitos y objetivos, y no había oposición en su esencia y origen. Es bien sabido, a este respecto, que Omar, el segundo Califa, cuando entró en Jerusalén, rechazó la oferta de hacer la plegaria en el Santo Sepulcro, para evitar que los musulmanes, en el futuro, se tentaran en convertir la iglesia o parte de ella en una Mezquita.
Muhammad ordenó a los musulmanes ser amables con los judíos y cristianos, pues eran seguidores de las dos religiones reveladas anteriores. Dijo: "Quien le cause mal a un cristiano o a un judío será mi enemigo en el día del Juicio y pagará por ello" y dijo: "Sed amables con los cristianos”. Si la humanidad en general no es capaz de librarse de sus prejuicios y trabajar por la tolerancia religiosa, la situación será espantosa y Dios nos reprenderá en el Más Allá por cada uno de nuestros errores, por nuestro fanatismo y discordia, pues son estas las que incrementan la devastación, la agonía y el derramamiento de sangre.