Martes, 19 de diciembre de 2006
Estamos en un momento difícil en la coyuntura mundial, donde el mundo empieza a repartirse, donde cada país tiene que buscar el lugar que le corresponde. Alguien dijo por allí que sólo hay dos países en América: los Estados Unidos de América y los demás, que son los Estados Desunidos de América. Hoy nos quieren unir a la fuerza.
Venimos a un momento donde la coyuntura significa: globalización económica a escala mundial. No podemos estar pensando en que no nos gusta, o si nos gusta o si queremos o no queremos; porque la globalización económica se va a dar queramos o no. Podrá haber diferencias políticas internas o sistemas políticos diversos en los países; pero económicamente y allí está por ahora la OMC, el mundo será uno solo.
Todo este proceso de apertura de mercados, rebaja de aranceles a nivel mundial, regionalización, Tratados de Libre Comercio, fondos comunes, etc. es simplemente el proceso para llegar a la globalización económica mundial porque dentro de poco seremos un solo planeta, la Tierra el tercer planeta del sistema solar. Sin aduanas, sin fronteras, ni aranceles; claro; únicamente para el paso de mercaderías.
Y dentro de esta globalización ¿qué tenemos que hacer? Tenemos un lindo pueblo, aunque lamentablemente mal dirigido, tenemos una empresa privada salvadoreña que nunca se ha doblegado a pesar de nuestras dificultades geográficas e históricas. Somos el único país de Centro América sin costa al Atlántico.
En la guerra de 1969; después del armisticio, Honduras nos engolfó y nos cerró la carretera y la empresa privada vibrante siguió exportando al sur vía aérea o través del Golfo de Fonseca.
Bastó que un puente se volara o se perdiera para que toda la empresa privada de los demás países del sur protestaran que no podían competir con un cierre de la frontera.
Una casta empresarial que es el motor de desarrollo nacional porque ningún gobierno de cualquier matiz político puede gobernar un país exitosamente sin colaboración de la empresa privada. Porque los títulos se obtiene estudiando, porque los profesionales obtienen su sabiduría en las universidades y a través de la experiencia en la vida. Pero el empresario nace, y se hace a través de esfuerzo y sin empresario no hay riqueza, y sin riqueza no se puede repartir nada. Claro el Estado tiene que garantizar el desarrollo social concomitante. Pero hay que producir primero.
Ahora, ¿qué queremos? Vamos a ser un país de M’s n el sentido de materia prima, maquilas, mano de obra, o vamos a ser un país de ciencia y tecnología. No puede haber desarrollo sostenible en ningún país, si no desarrollamos la ciencia y la tecnología con la educación correspondiente para ello. ¿Y cuál es la base fundamental de la ciencia y la tecnología? Ni malinchismos ni chauvinismos. Ni sumisión a los dictados internacionales ni nacionalismo a ultranza. Y en esa mezcla de coyunturas tenemos que comprender que la ciencia y la tecnología tienen una sola dirección, un solo sentido, pero tiene también dos perfiles opuestos: Traer y dar. No puede nuestro país desarrollarse sólo importando tecnología. Tenemos que producirla también.
La base de la investigación científica y tecnológica es buscar primero aquello que otros han hecho antes, para no trabajar en una repetición.
Lo primero en la tecnología es buscar todas las diferentes alternativas mundiales y traer lo mejor. Ese es un camino hacia adentro. Pero también podemos desarrollar tecnología.
Sin embargo, la planeación científica y tecnológica lejos de ser prioritaria es insuficiente y no se encuentra dentro de la política gubernamental, excepto por mentes aisladas e instituciones contadas. Entre esas instituciones contadas, se encuentra.
Nuestra empresa Síntesis se dedica a la investigación científica desde hace 12 años y divide su experiencia en 3 grandes áreas: Química analítica, que fuera de dar servicio a terceros; desarrollamos Know-how a través de nuevos métodos de análisis.
Síntesis, a través de investigación científica, entrando ya en el mundo de las patentes nacionales e internacionales entre ellas: Nuevas obtenciones de procedimientos más rápidos, con mayores % de rendimiento y en procesos unitarios simples, de acetato de bencilo, acetato de amilo y ésteres análogos, anhídrido maleico; tratamiento de los efluentes de cromo de las tenerías; elaboración de aspirina y otras sustancias químicas usando soportes sólidos y la obtención rápida de un antimicótico (para curación de hongos).
Estas últimas registradas en Estados Unidos; China Continental; y en proceso en Canadá, la India y Brasil. Un proceso comercial posible sería una patente salvadoreña para su uso y producción en China Continental para que ellos inunden a los Estados Unidos. ¡Ese es el comercio internacional!
Finalmente el departamento de física teórica; donde se estudian nuevas teorías y nuevos planteamientos científicos próximos a publicarse a nivel internacional. Yo siempre he dicho que el salvadoreño es el pueblo más inteligente de América. Una vez dije que salvadoreño tonto no existe; ya que sólo tres tipos de salvadoreños: los vivos, los que se pasan de vivos y los que se hacen los tontos.
Eso sí tenemos que desarrollar nuestro auto-estima y dejar de pensar con la cabeza de otros. Y tenemos que estudiar, planificar y trabajar.
Venimos a un momento donde la coyuntura significa: globalización económica a escala mundial. No podemos estar pensando en que no nos gusta, o si nos gusta o si queremos o no queremos; porque la globalización económica se va a dar queramos o no. Podrá haber diferencias políticas internas o sistemas políticos diversos en los países; pero económicamente y allí está por ahora la OMC, el mundo será uno solo.
Todo este proceso de apertura de mercados, rebaja de aranceles a nivel mundial, regionalización, Tratados de Libre Comercio, fondos comunes, etc. es simplemente el proceso para llegar a la globalización económica mundial porque dentro de poco seremos un solo planeta, la Tierra el tercer planeta del sistema solar. Sin aduanas, sin fronteras, ni aranceles; claro; únicamente para el paso de mercaderías.
Y dentro de esta globalización ¿qué tenemos que hacer? Tenemos un lindo pueblo, aunque lamentablemente mal dirigido, tenemos una empresa privada salvadoreña que nunca se ha doblegado a pesar de nuestras dificultades geográficas e históricas. Somos el único país de Centro América sin costa al Atlántico.
En la guerra de 1969; después del armisticio, Honduras nos engolfó y nos cerró la carretera y la empresa privada vibrante siguió exportando al sur vía aérea o través del Golfo de Fonseca.
Bastó que un puente se volara o se perdiera para que toda la empresa privada de los demás países del sur protestaran que no podían competir con un cierre de la frontera.
Una casta empresarial que es el motor de desarrollo nacional porque ningún gobierno de cualquier matiz político puede gobernar un país exitosamente sin colaboración de la empresa privada. Porque los títulos se obtiene estudiando, porque los profesionales obtienen su sabiduría en las universidades y a través de la experiencia en la vida. Pero el empresario nace, y se hace a través de esfuerzo y sin empresario no hay riqueza, y sin riqueza no se puede repartir nada. Claro el Estado tiene que garantizar el desarrollo social concomitante. Pero hay que producir primero.
Ahora, ¿qué queremos? Vamos a ser un país de M’s n el sentido de materia prima, maquilas, mano de obra, o vamos a ser un país de ciencia y tecnología. No puede haber desarrollo sostenible en ningún país, si no desarrollamos la ciencia y la tecnología con la educación correspondiente para ello. ¿Y cuál es la base fundamental de la ciencia y la tecnología? Ni malinchismos ni chauvinismos. Ni sumisión a los dictados internacionales ni nacionalismo a ultranza. Y en esa mezcla de coyunturas tenemos que comprender que la ciencia y la tecnología tienen una sola dirección, un solo sentido, pero tiene también dos perfiles opuestos: Traer y dar. No puede nuestro país desarrollarse sólo importando tecnología. Tenemos que producirla también.
La base de la investigación científica y tecnológica es buscar primero aquello que otros han hecho antes, para no trabajar en una repetición.
Lo primero en la tecnología es buscar todas las diferentes alternativas mundiales y traer lo mejor. Ese es un camino hacia adentro. Pero también podemos desarrollar tecnología.
Sin embargo, la planeación científica y tecnológica lejos de ser prioritaria es insuficiente y no se encuentra dentro de la política gubernamental, excepto por mentes aisladas e instituciones contadas. Entre esas instituciones contadas, se encuentra.
Nuestra empresa Síntesis se dedica a la investigación científica desde hace 12 años y divide su experiencia en 3 grandes áreas: Química analítica, que fuera de dar servicio a terceros; desarrollamos Know-how a través de nuevos métodos de análisis.
Síntesis, a través de investigación científica, entrando ya en el mundo de las patentes nacionales e internacionales entre ellas: Nuevas obtenciones de procedimientos más rápidos, con mayores % de rendimiento y en procesos unitarios simples, de acetato de bencilo, acetato de amilo y ésteres análogos, anhídrido maleico; tratamiento de los efluentes de cromo de las tenerías; elaboración de aspirina y otras sustancias químicas usando soportes sólidos y la obtención rápida de un antimicótico (para curación de hongos).
Estas últimas registradas en Estados Unidos; China Continental; y en proceso en Canadá, la India y Brasil. Un proceso comercial posible sería una patente salvadoreña para su uso y producción en China Continental para que ellos inunden a los Estados Unidos. ¡Ese es el comercio internacional!
Finalmente el departamento de física teórica; donde se estudian nuevas teorías y nuevos planteamientos científicos próximos a publicarse a nivel internacional. Yo siempre he dicho que el salvadoreño es el pueblo más inteligente de América. Una vez dije que salvadoreño tonto no existe; ya que sólo tres tipos de salvadoreños: los vivos, los que se pasan de vivos y los que se hacen los tontos.
Eso sí tenemos que desarrollar nuestro auto-estima y dejar de pensar con la cabeza de otros. Y tenemos que estudiar, planificar y trabajar.