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Caso Boquerón

Viernes 15 de Diciembre de 2006.-

La libertad de expresión es básica en toda Sociedad libre. En tiempos de la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez fue suprimida radicalmente y la censura tomó su lugar.
Napoleón Viera Altamirano y su esposa Mercedes Madriz de Altamirano, fueron el estandarte de la Prensa libre y se enfrentaron al tirano, sufriendo incluso el primero, el exilio por ello. Definitivamente merecen estar en un sitial de honor, en la defensa de la libertad de expresión.
Sin embargo, por aquel devenir histórico, de que los ciclos vuelven, la censura volvió, aunque autoimpuesta; y en la mayoría de los medios periodísticos se daba siempre la versión oficial de los hechos, sin darse cuenta de que la verdad, siempre se encuentra en el análisis de las distintas posiciones; aunque éstas sean contrapuestas. Fue el Canal 12 y la figura de Jorge Zedán el que enarboló la bandera reciente de la apertura a todas las corrientes de pensamiento, incluso a la oposición, lo que le valió ser tildado de comunista. La posición de un demócrata es siempre delicada, porque ninguna de las extremas lo quieren: Demasiado radical para unos,; demasiado blando para otros.
En cuanto a la censura impuesta por el Gobierno en Noviembre de 1989, con respecto a la última ofensiva, y la orden de informar sólo los comunicados oficiales, Jorge Zedán, decidió salir del aire. Se granjeó simpatías en el mundo exterior y en nuestro país, pero también con él, algunas antipatías.
Como quiera que sea y en esa interminable lucha, Jorge Zedán, estará en un sitial de honor en la lucha por la apertura democrática de las comunicaciones en nuestro país, como también lo estarán Napoleón Viera Altamirano y su esposa Mercedes, durante la tiranía de Hernández Martínez.
Basta ver los periódicos hoy en día con una apertura democrática inimaginable en 1989. Señalar irregularidades del Gobierno o de Funcionarios públicos era un Tabú en ese entonces.
Bastó que un periodista internacional, Jorge Gestozo, le hiciera una pregunta indiscreta al entonces Presidente de la República para que prácticamente se decretara un duelo periodístico nacional. La libertad de expresión no existía. Y al final de la censura explícita durante el tiempo de la ofensiva, se mantuvo una censura auto-impuesta. Sólo el Canal 12 y en menor medida, el Diario Latino, por su pequeño tiraje, mantenían una posición critica. La Crónica, un pequeño periódico, también actuó pero tuvo efímera vida.
Hoy la situación es distinta. Los medios critican, investigan, señalan y hasta hacen jocosas caricaturas. Sin ir muy lejos, este programa de Aclarando Conceptos, no hubiera podido existir en aquella época.
Y eso se le debe principalmente a Jorge Zedán, que supo llegar al final de su pensamiento. Ya lo dijo León Blum: El hombre libre es el que no teme ir hasta el final de su pensamiento; y Bertolt Brecht afirmó:
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: Esos son los imprescindibles.
El caso del Boquerón contra Jorge Zedan puede verse así desde la perspectiva humana, legal, intencional y de justicia.
Empezaremos por la primera: la campaña publicitaria de desprestigio ha sido demoledora en el Diario de Hoy. Páginas y páginas; noticias, declaraciones y editoriales, lo vimos recientemente; y no entendemos por qué.
¿Acaso a un deseo de recuperar un pequeño terreno pedregoso, que si ahora es parque, es porque Jorge Zedán, lo hizo, lo mantuvo y lo cuidó y que él ofreció donarlo al Estado desde 1991? Declaraciones tendenciosas del Fiscal adjunto, desproporcionadas con la realidad e editoriales que sólo faltaba ponerle el nombre del autor y el nombre del señalado; aunque para muchos nos resultaban evidentes. Las serie de publicaciones (más de 10) en página entera publicadas en el Diario El Mundo, Prensa Gráfica y Diario Latino, por Jorge Zedán, aclaran todas las dudas y los señalamientos anteriores. La pregunta sin embargo queda… ¿Por qué se hicieron con tanta zaña y en tal cantidad?”
La parte legal nos queda clara. Ese inmueble se compró de buena fe y con sana intención y no había antes de 1994 ningún documento, ni respuesta alguna de que el terreno fuera del Estado. Incluso, el Instituto Geográfico Nacional, el Ministerio de Defensa, la Fiscalía General de la Republica, la Corte de Cuentas y el Registro de la Propiedad Raíz del departamento de Nueva San Salvador y de San Salvador manifestaron en 1991 que el terreno no es del Estado.
Sin embargo, si la escritura de compra del inmueble a favor del Estado, aunque apareció tardíamente, le da a éste la legitima propiedad, confirmado por tribunales y estando dispuesta Telesistema a entregarla y existiendo una orden judicial del Juzgado Primero de Menor Cuantía en ese sentido, es necesario cumplir con la justicia, y con la ley.

En efecto se ordena restituir al Estado de El Salvador la parcela 422, la cual tiene una superficie de 24819m2, ni más ni menos.
Y para ello el terreno debe medirse. Allí está el CNR para hacerlo y tiene que ser supervisado por la Fiscalía; ya que se ordena en la misma sentencia que se inscriba a favor del Estado dicha parcela y le corresponderá al Fiscal General firmarlo. Si se inscribe más o se inscribe menos o se altera la medición, habrá una diferencia aritmética fácil de medir en el futuro próximo, cuando las condiciones políticas y el balance de poder lo permitan.
…La única forma de quedar incólume en la historia, es hacer las cosas bien y la medición de la parcela es esencial…
Si el terreno se quita en su totalidad, incluyendo las antenas de Canal 12, y éste sobrepasa la medición de la parcela, estarán expropiando parte del mismo, y entorpeciendo la señal de Canal 12, lo cual podría violentar la constitución política (Art. 6, inc.3) y aparentando que ése era el objetivo perseguido. Por otro lado, si se mide la parcela, estarán recuperando la cantidad exacta de terreno consignado en la sentencia y con ello el parque el Boquerón, ansiado públicamente. Si no la miden y toman todo el terreno, restituyendo la parcela pero expropiando el resto; mandarán un mensaje negativo al mundo, ya que aparentarán – sea cierto o no – que el móvil eran las antenas, Canal 12 y Jorge Zedán.
Además, no cuesta nada medir el terreno, si se tiene la voluntad política: cumpliendo además con la ley y la justicia.
…Como bien se define la justicia: Dar a cada uno lo que le pertenece, en calidad y cantidad: número, peso y medida, esto es, en su justa dimensión…