Desarrollo Vrs. Falta de empleo
Jueves 15 de Febrero de 2007.-
El principal problema de nuestro País, de donde se derivan la mayor parte de los demás problemas, es la falta de empleo y de oportunidades.
A pesar de sus carencias, 3 son los sectores más importantes de empleo, que impiden el total deterioro de nuestro País.
a- El Agro: Sector Agropecuario y Agro Industrial
b- Sector informal
c- Emigración masiva (Hermanos lejanos)
Allí tenemos aglutinado más del 80% de nuestra población.
Como puede observarse, el sector Agropecuario y Agroindustrial, es básicamente el primer eslabón, en la cadena de subsidiaridades, y su apoyo o abandono incide en forma directa y en la misma magnitud, no sólo en los demás sectores, sino que en toda la vida nacional. Urge una política de apoyo gubernamental, a un sector tan importante y tan abandonado.
Son varias las excusas que se esgrimen cada vez que se solicita el tan necesario apoyo:
1) El campo no es rentable y si lo es, no produce como otros sectores:
Nuestra respuesta: …Un campo bien desarrollado produce fuera de divisas, una enorme cantidad de beneficios: Empleo masivo; autosuficiencia alimentaria o al menos disminución del déficit alimentario nacional, integración familiar; descentralización urbana, materias primas para la Industria, disminución de la delincuencia; reducción de la presión sobre los servicios públicos urbanos prácticamente colapsados, lo que ha llevado a mayores tragedias y a mayores empréstitos (mayor deuda externa) para mejorarlos; disminución de la marginalidad y además menor presión sobre el sector informal y la emigración ilegal; que se fomentan como una medida de supervivencia, por el abandono que las políticas han sometido al Agro.
2) Las políticas sectoriales son nocivas porque distorsionan la economía. No podemos subsidiar o proteger a un sector, a expensas de los otros.
Nuestra respuesta: ¿Qué las políticas sectoriales son inconvenientes? ¿Y no siempre se han hecho y se siguen haciendo? Basta ver la famosa ley de Desarrollo Industrial de la década (1960) donde se les perdonó todos los impuestos por 10, 15 y hasta 20 años, a un supuesto desarrollo industrial.
La Re-Privatización Bancaria, que devolvieron la banca al sistema privado, limpiando todas las deudas, con la modalidad permanente de otorgar el activo y que al Estado le quede el Pasivo. Y actualmente, la Ley del Turismo.
3) No hay dinero.
Nuestra respuesta: ¿Qué no hay dinero? Cuando se desea, aparece en abundancia o se busca y re-busca la forma de encontrarlo. Basta ver las Leyes anteriores.
Diferente a los Gobiernos del PCN que fomentaron el Sector Agropecuario, todos los gobiernos posteriores, lejos de apoyarlo la han minimizado.
Sin ir muy lejos, una de las primeras medidas del Gobierno del Lic. Cristiani fue pagar a ¢2.50 los productos agrícolas, en especial el café, cuando en el mercado paralelo el dólar estaba a 5 y el negro a 8. Un cafetalero en ese tiempo, con 75 manzanas, liquidó su café y le entregaron la suma de 0.02 centavos de dólar, luego de pagar deudas y créditos de avio. En ese tiempo, tampoco se quiso aprobar nuevos créditos para fomento de la caficultora; ya que al aprobarse fueron para la consolidación de las deudas bancarias únicamente.
Fuera de ello, en lugar de fomentar las exportaciones de café, como se hace con otras exportaciones (6% de subsidio); al café se le aplicó permanentemente un impuesto a la exportación, volviendo a la vida el famoso impuesto colonial (el almojarifazgo), que gravaba las exportaciones; tan en desuso, que hasta su nombre es prácticamente desconocido por la mayoría de las personas.
Actualmente el café ha subido de precio por una coyuntura internacional, no por apoyo gubernamental. El problema aún así es complicado, después de décadas de precios bajos, endeudamiento y abandono parcial de los cultivos por carencia de financiamiento, que ha motivado la cosecha de café más baja de la historia. Es sensato y justo que el actual Gobierno Central y la Asamblea Legislativa, busquen con buena voluntad y con justicia, ayudar al sector cafetalero con soluciones novedosas; no con más de lo mismo, que siempre ha resultado insatisfactorio o manteniendo estancadas las negociaciones. La propuesta del sector cafetalero en feb.2007, ya lleva más de 5 meses de haber sido presentada. Y necesita ser resuelta favorablemente.
Volvemos a repetir. Urge una política de apoyo gubernamental, a un sector tan importante y necesario; pero al mismo tiempo tan abandonado, como es el sector agropecuario.
Los agricultores merecen apoyo y los caficultores merecen incluso reconocimiento adicional. El bosque cafetero impidió la desertificación de nuestro país evitando la tala indiscriminada y manteniendo los mantos acuíferos. Y cada vez que se lotifica o se urbaniza, la vegetación es sustituida por la jungla de cemento, de ladrillo y asfalto. Sin ir muy lejos, el Espino existe, aún con la degradación existente, por haber sido una finca de café.
Sin el cultivo del café, nuestro País no sería únicamente el país más deforestado de América Latina, sino que ya estuviera totalmente desertificado.
El principal problema de nuestro País, de donde se derivan la mayor parte de los demás problemas, es la falta de empleo y de oportunidades.
A pesar de sus carencias, 3 son los sectores más importantes de empleo, que impiden el total deterioro de nuestro País.
a- El Agro: Sector Agropecuario y Agro Industrial
b- Sector informal
c- Emigración masiva (Hermanos lejanos)
Allí tenemos aglutinado más del 80% de nuestra población.
Como puede observarse, el sector Agropecuario y Agroindustrial, es básicamente el primer eslabón, en la cadena de subsidiaridades, y su apoyo o abandono incide en forma directa y en la misma magnitud, no sólo en los demás sectores, sino que en toda la vida nacional. Urge una política de apoyo gubernamental, a un sector tan importante y tan abandonado.
Son varias las excusas que se esgrimen cada vez que se solicita el tan necesario apoyo:
1) El campo no es rentable y si lo es, no produce como otros sectores:
Nuestra respuesta: …Un campo bien desarrollado produce fuera de divisas, una enorme cantidad de beneficios: Empleo masivo; autosuficiencia alimentaria o al menos disminución del déficit alimentario nacional, integración familiar; descentralización urbana, materias primas para la Industria, disminución de la delincuencia; reducción de la presión sobre los servicios públicos urbanos prácticamente colapsados, lo que ha llevado a mayores tragedias y a mayores empréstitos (mayor deuda externa) para mejorarlos; disminución de la marginalidad y además menor presión sobre el sector informal y la emigración ilegal; que se fomentan como una medida de supervivencia, por el abandono que las políticas han sometido al Agro.
2) Las políticas sectoriales son nocivas porque distorsionan la economía. No podemos subsidiar o proteger a un sector, a expensas de los otros.
Nuestra respuesta: ¿Qué las políticas sectoriales son inconvenientes? ¿Y no siempre se han hecho y se siguen haciendo? Basta ver la famosa ley de Desarrollo Industrial de la década (1960) donde se les perdonó todos los impuestos por 10, 15 y hasta 20 años, a un supuesto desarrollo industrial.
La Re-Privatización Bancaria, que devolvieron la banca al sistema privado, limpiando todas las deudas, con la modalidad permanente de otorgar el activo y que al Estado le quede el Pasivo. Y actualmente, la Ley del Turismo.
3) No hay dinero.
Nuestra respuesta: ¿Qué no hay dinero? Cuando se desea, aparece en abundancia o se busca y re-busca la forma de encontrarlo. Basta ver las Leyes anteriores.
Diferente a los Gobiernos del PCN que fomentaron el Sector Agropecuario, todos los gobiernos posteriores, lejos de apoyarlo la han minimizado.
Sin ir muy lejos, una de las primeras medidas del Gobierno del Lic. Cristiani fue pagar a ¢2.50 los productos agrícolas, en especial el café, cuando en el mercado paralelo el dólar estaba a 5 y el negro a 8. Un cafetalero en ese tiempo, con 75 manzanas, liquidó su café y le entregaron la suma de 0.02 centavos de dólar, luego de pagar deudas y créditos de avio. En ese tiempo, tampoco se quiso aprobar nuevos créditos para fomento de la caficultora; ya que al aprobarse fueron para la consolidación de las deudas bancarias únicamente.
Fuera de ello, en lugar de fomentar las exportaciones de café, como se hace con otras exportaciones (6% de subsidio); al café se le aplicó permanentemente un impuesto a la exportación, volviendo a la vida el famoso impuesto colonial (el almojarifazgo), que gravaba las exportaciones; tan en desuso, que hasta su nombre es prácticamente desconocido por la mayoría de las personas.
Actualmente el café ha subido de precio por una coyuntura internacional, no por apoyo gubernamental. El problema aún así es complicado, después de décadas de precios bajos, endeudamiento y abandono parcial de los cultivos por carencia de financiamiento, que ha motivado la cosecha de café más baja de la historia. Es sensato y justo que el actual Gobierno Central y la Asamblea Legislativa, busquen con buena voluntad y con justicia, ayudar al sector cafetalero con soluciones novedosas; no con más de lo mismo, que siempre ha resultado insatisfactorio o manteniendo estancadas las negociaciones. La propuesta del sector cafetalero en feb.2007, ya lleva más de 5 meses de haber sido presentada. Y necesita ser resuelta favorablemente.
Volvemos a repetir. Urge una política de apoyo gubernamental, a un sector tan importante y necesario; pero al mismo tiempo tan abandonado, como es el sector agropecuario.
Los agricultores merecen apoyo y los caficultores merecen incluso reconocimiento adicional. El bosque cafetero impidió la desertificación de nuestro país evitando la tala indiscriminada y manteniendo los mantos acuíferos. Y cada vez que se lotifica o se urbaniza, la vegetación es sustituida por la jungla de cemento, de ladrillo y asfalto. Sin ir muy lejos, el Espino existe, aún con la degradación existente, por haber sido una finca de café.
Sin el cultivo del café, nuestro País no sería únicamente el país más deforestado de América Latina, sino que ya estuviera totalmente desertificado.