Carencia de Humanismo
Martes 13 de Febrero de 2007.-
La Humanidad del Siglo XXI se enfrenta a amenazas serias. Los Jinetes del hambre, la peste, la destrucción y la guerra, se ciernen sobre todo el planeta, con sus variadas formas de manifestación.
Hay sin embargo un peligro mucho mayor. Si bien el amor y la amistad existen en los seres humanos, estos se encuentran limitados al estrecho circulo sentimental de las personas y la casi desaparición del amor y amistad hacia la sociedad en su conjunto, esto es, la carencia del altruismo y el humanismo.
Humanismo quiere decir cultura; comprensión del hombre en sus aspiraciones y miserias; valoración de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es justo en la vida; fijación de las normas que rigen nuestro mundo interior; afán de superación que nos lleva a igualar con la vida el pensamiento. Nos hace cultos y nos hace mejores. Es lo que nos permite la concordia, la tolerancia, el perdón y nos hace mantener un equilibrio entre tanta contrariedad y tanta disputa.
El humanismo es la fe en el pensamiento creador del ser humano; es la voz que no nos permite ser rebaño; es la virtud que eleva sin dogmatizar, que previene a la inteligencia contra el conformismo; contra todas las servidumbres y sometimientos serviles.
Cuando se obtiene la madurez y la tolerancia que da el humanismo, no se guardan ni dudas ni rencores; ya no hay piedras que arrojar y solo quedan las palabras aclarativas y las rosas de la amistad para los amigos; y de la comprensión y tolerancia para los que nos combaten o nos desafían. Comprensión y tolerancia, que sabrán purificar y refrescar las mentes erizadas de prejuicios y las almas oscurecidas por la ira y el orgullo.
El altruismo es la trascendencia del Yo. Es la antitesis del egoísmo. Es el esmero y complacencia en el bien ajeno, aún a costa del propio y por motivos puramente humanos.
El humanismo y el altruismo llevan juntos, emparejados, el sentimiento humanitario, benigno, caritativo y benéfico; que mira o se refiere permanentemente al bien del género humano.
Hacer siempre el deber de manera fácil, espontánea, plena, pura, desinteresado, y con alegría motriz; sin omisiones ni aplazamiento. Como bien se dice: Dios quiere al dador alegre.
Nuestra Patria, la que fue y la más grande que ha de venir, cobraría una inusitada dimensión positiva, si el humanismo y el altruismo hoy escasos, se volvieran más comunes.
La Asamblea Legislativa premió recientemente con la máxima distinción que la ley de distinciones honoríficas, gratificaciones y títulos establece “Hijo meritísimo de El Salvador” a Jorge Emilio Zedán,
A continuación el Decreto correspondiente:
DECRETO No. 198:
La Asamblea Legislativa de la República de El Salvador,
Considerando:
I. Que de conformidad al ordinal 22, artículo 131 de la Constitución, es facultad de este Órgano del Estado, conceder a personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y gratificaciones compatibles con la forma de Gobierno establecida, por servicios relevantes prestados a la Patria.
II. Que, así mismo, el Artículo 6, literal a) de la Ley de Distinciones Honoríficas, Gratificaciones y Títulos, establece que la nominación de “Hijo Meritísimo de El Salvador”, Constituye la máxima distinción y se otorgará a las personas salvadoreñas que se dediquen o hayan dedicado, a la realización del humanismo y del altruismo; O por sus trascendentales aportes o servicios al conocimiento humano, de un modo tal que dicho aporte represente un beneficio general, regional o universal.
III. Que el Ciudadano Sonsonateco, Jorge Emilio Zedán, es un empresario ejemplar, quien ha dedicado gran parte de su vida a la promoción de los valores humanos y altruistas; méritos que le han posibilitado la obtención de singulares reconocimientos a nivel nacional e internacional.
IV. Que desde 1955, el señor Zedán ha sido fundador de exitosas empresas; y además, se ha destacado en los ámbitos social, cultural y deportivo, fortaleciendo con ello el desarrollo de numerosas comunidades con marcado énfasis en su Ciudad natal, Sonsonate; por lo que es procedente otorgarle la distinción a que ha sido postulado.
Por Tanto,
Art. 1 Declarase al Ciudadano
JORGE EMILIO ZEDAN
“Hijo Meritísimo de El Salvador”
En atención a sus relevantes méritos y servicios prestados a la Patria.
Fuera de la magnitud del premio y las causas para otorgarlo que allí se explican, merécese acotar, que fue obtenido – cosa rara por cierto – por unanimidad de todas las fracciones de la Honorable Asamblea Legislativa; ARENA, FMLN, PCN, PDC y CD en un momento de alta polaridad y a quienes Jorge Zedán agradeció y llamó uno a uno: Mis amigos. Así tiene que ser nuestra mente: amplia y tolerante; nuestro pensamiento tiene que estar abierto a todas las corrientes ideológicas; tiene que ser tienda de doctrinas, hospedaje de las luces, sin dogmatismo cerrado y con pensamiento creador y analítico.
Este premio ha sido así, un reverente homenaje de admiración a las virtudes cívicas de este incansable luchador de las causas justas; su dinamismo sin par; sus luchas inclaudicables; su humanismo y altruismo; su amplitud y tolerancia, le han dado ahora una nueva recompensa.
Sigamos todos adelante; sirviendo a nuestra patria con inusitada grandeza; para que la reconquistemos todos: Con el trabajo, con el amor, con la verdad, con la libertad, con humanismo y altruismo, que no son románticas expresiones, sino realidades fijadas en nuestra tierra bendita y en el ser humano, como individuo y como parte integrante de la conciencia colectiva-
Confucio nos da la pauta: Cual es la acción que guía toda una vida: Amar dijo Confucio. ¿Cuáles son las virtudes para ser buen dirigente? y Confucio añadió: Respeto de sí mismo; magnanimidad, lealtad, fidelidad y diligencia.
Don Quijote además nos aconseja:
“Mejor en el camino que en la posada”.
No hay posada, ni quietud, ni reposo, para quien tiene por misión servir con entusiasmo, altura y dignidad.
La Humanidad del Siglo XXI se enfrenta a amenazas serias. Los Jinetes del hambre, la peste, la destrucción y la guerra, se ciernen sobre todo el planeta, con sus variadas formas de manifestación.
Hay sin embargo un peligro mucho mayor. Si bien el amor y la amistad existen en los seres humanos, estos se encuentran limitados al estrecho circulo sentimental de las personas y la casi desaparición del amor y amistad hacia la sociedad en su conjunto, esto es, la carencia del altruismo y el humanismo.
Humanismo quiere decir cultura; comprensión del hombre en sus aspiraciones y miserias; valoración de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es justo en la vida; fijación de las normas que rigen nuestro mundo interior; afán de superación que nos lleva a igualar con la vida el pensamiento. Nos hace cultos y nos hace mejores. Es lo que nos permite la concordia, la tolerancia, el perdón y nos hace mantener un equilibrio entre tanta contrariedad y tanta disputa.
El humanismo es la fe en el pensamiento creador del ser humano; es la voz que no nos permite ser rebaño; es la virtud que eleva sin dogmatizar, que previene a la inteligencia contra el conformismo; contra todas las servidumbres y sometimientos serviles.
Cuando se obtiene la madurez y la tolerancia que da el humanismo, no se guardan ni dudas ni rencores; ya no hay piedras que arrojar y solo quedan las palabras aclarativas y las rosas de la amistad para los amigos; y de la comprensión y tolerancia para los que nos combaten o nos desafían. Comprensión y tolerancia, que sabrán purificar y refrescar las mentes erizadas de prejuicios y las almas oscurecidas por la ira y el orgullo.
El altruismo es la trascendencia del Yo. Es la antitesis del egoísmo. Es el esmero y complacencia en el bien ajeno, aún a costa del propio y por motivos puramente humanos.
El humanismo y el altruismo llevan juntos, emparejados, el sentimiento humanitario, benigno, caritativo y benéfico; que mira o se refiere permanentemente al bien del género humano.
Hacer siempre el deber de manera fácil, espontánea, plena, pura, desinteresado, y con alegría motriz; sin omisiones ni aplazamiento. Como bien se dice: Dios quiere al dador alegre.
Nuestra Patria, la que fue y la más grande que ha de venir, cobraría una inusitada dimensión positiva, si el humanismo y el altruismo hoy escasos, se volvieran más comunes.
La Asamblea Legislativa premió recientemente con la máxima distinción que la ley de distinciones honoríficas, gratificaciones y títulos establece “Hijo meritísimo de El Salvador” a Jorge Emilio Zedán,
A continuación el Decreto correspondiente:
DECRETO No. 198:
La Asamblea Legislativa de la República de El Salvador,
Considerando:
I. Que de conformidad al ordinal 22, artículo 131 de la Constitución, es facultad de este Órgano del Estado, conceder a personas o poblaciones, títulos, distinciones honoríficas y gratificaciones compatibles con la forma de Gobierno establecida, por servicios relevantes prestados a la Patria.
II. Que, así mismo, el Artículo 6, literal a) de la Ley de Distinciones Honoríficas, Gratificaciones y Títulos, establece que la nominación de “Hijo Meritísimo de El Salvador”, Constituye la máxima distinción y se otorgará a las personas salvadoreñas que se dediquen o hayan dedicado, a la realización del humanismo y del altruismo; O por sus trascendentales aportes o servicios al conocimiento humano, de un modo tal que dicho aporte represente un beneficio general, regional o universal.
III. Que el Ciudadano Sonsonateco, Jorge Emilio Zedán, es un empresario ejemplar, quien ha dedicado gran parte de su vida a la promoción de los valores humanos y altruistas; méritos que le han posibilitado la obtención de singulares reconocimientos a nivel nacional e internacional.
IV. Que desde 1955, el señor Zedán ha sido fundador de exitosas empresas; y además, se ha destacado en los ámbitos social, cultural y deportivo, fortaleciendo con ello el desarrollo de numerosas comunidades con marcado énfasis en su Ciudad natal, Sonsonate; por lo que es procedente otorgarle la distinción a que ha sido postulado.
Por Tanto,
Art. 1 Declarase al Ciudadano
JORGE EMILIO ZEDAN
“Hijo Meritísimo de El Salvador”
En atención a sus relevantes méritos y servicios prestados a la Patria.
Fuera de la magnitud del premio y las causas para otorgarlo que allí se explican, merécese acotar, que fue obtenido – cosa rara por cierto – por unanimidad de todas las fracciones de la Honorable Asamblea Legislativa; ARENA, FMLN, PCN, PDC y CD en un momento de alta polaridad y a quienes Jorge Zedán agradeció y llamó uno a uno: Mis amigos. Así tiene que ser nuestra mente: amplia y tolerante; nuestro pensamiento tiene que estar abierto a todas las corrientes ideológicas; tiene que ser tienda de doctrinas, hospedaje de las luces, sin dogmatismo cerrado y con pensamiento creador y analítico.
Este premio ha sido así, un reverente homenaje de admiración a las virtudes cívicas de este incansable luchador de las causas justas; su dinamismo sin par; sus luchas inclaudicables; su humanismo y altruismo; su amplitud y tolerancia, le han dado ahora una nueva recompensa.
Sigamos todos adelante; sirviendo a nuestra patria con inusitada grandeza; para que la reconquistemos todos: Con el trabajo, con el amor, con la verdad, con la libertad, con humanismo y altruismo, que no son románticas expresiones, sino realidades fijadas en nuestra tierra bendita y en el ser humano, como individuo y como parte integrante de la conciencia colectiva-
Confucio nos da la pauta: Cual es la acción que guía toda una vida: Amar dijo Confucio. ¿Cuáles son las virtudes para ser buen dirigente? y Confucio añadió: Respeto de sí mismo; magnanimidad, lealtad, fidelidad y diligencia.
Don Quijote además nos aconseja:
“Mejor en el camino que en la posada”.
No hay posada, ni quietud, ni reposo, para quien tiene por misión servir con entusiasmo, altura y dignidad.