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#06, Crisis Mundial 2008 / Parte I

Crisis Mundial 2008 / Parte I

Viernes 17 de Octubre 2008

Los Estados Unidos está en emergencia (y todo el Mundo también), excepto algunos pequeños Estados que creen que no les golpeará la crisis, o al menos, que no lo hará con especial virulencia.
Sin embargo, la crisis en ciernes será mayor, incluso que la que calculan los economistas más pesimistas y sólo preparándonos desde ya, podríamos soportarla.
La crisis y la gran depresión de los años 30, siguieron a una “burbuja” de precios de bolsa, liderada por las acciones de empresas electrónicas y a la ausencia de respuesta de las autoridades a la emergencia; ya que el Tesoro y la Reserva Federal optaron deliberadamente por no reaccionar. Hoy la “burbuja” es liderada por los bienes inmobiliarios, pero como el mercado es contagioso, luego se ha extendido a toda la actividad económica; ha contagiado a la baja a las otras acciones; los bancos se debilitan; escasea el crédito y el dinero disponible etc etc y luego se ha trasladado a todo el Mundo; pero existe una gran diferencia: la autoridad está reaccionando con fuerza. Sin embargo esta participación puede reducir los riesgos, pero no los elimina.
Antes del cuasi-trillonario rescate (700,000 millones de US)… Algunos medios locales e internacionales no calculan la magnitud de esa colosal cifra, ya que a veces hablan de 700 millones, cuando son 700.000 millones), Estados Unidos ya había intervenido para salvar a Bear Stearns, Merrill Lynch, dejó quebrar a Lehman Brothers y rescató a la casi muerta AIG. Intervino Freddie Mac y Fannie Mae inyectando miles de millones de dólares. Anteriormente había otorgado cheques de ayuda financiera a todo ciudadano americano, por cientos de miles de millones de dolares, con el objeto de “activar la economia”, pretendiendo llevar liquidez a un mercado que empezaba a contraerse. Esto naturalmente elevó la inversión a más de 1 ½ millón de millones; y esto no ha sido suficiente.

El Lunes 6 de Octubre de 2008, fue una catástrofe en la Bolsa de valores y fue llamado, otro lunes negro; para ser luego cambiado por la semana negra, ya que durante 7 días consecutivos la Bolsa y en general todas las acciones descendieron día a día. Esto contagió a todas las bolsas mundiales que descendieron exorbitantemente en todos los países.
Las monedas decrecieron su valor, incluso ante un dólar devaluado. Y las 7 cabezas mundiales, países que conforman el grupo de los 7 (y que están rodeados de agua): Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra, Japón, Italia y Canadá… se reunieron urgentemente y luego, el Grupo de los 20, y también la Comunidad Europea, para buscar medidas conjuntas, para paliar la crisis, cancelando cualquier medida unilateral (todos los países deben trabajar en conjunto). Y se empezó a inyectar capital a los Mercados, interviniendo estatalmente la economía; se apuntaló empresas, se compraron acciones, se nacionalizaron bancos, se intervino empresas; se compraron parte de sus acciones, convirtiéndolas en empresas de Economía mixta. Y se logró al menos detener la caída de las bolsas.
El resto de problemas, incluyendo el empleo, la crisis de confianza; la apertura de créditos, los préstamos interbancarios, la liquidez etc, etc., quedan pendientes; para irlos solucionando poco a poco, si se puede. El problema se complica porque la Economía de Estados Unidos y específicamente sus finanzas, estaban en crisis desde antes de la crisis: los gastos excesivos del Gobierno; los déficits federales; el desbalance pronunciado de la Balanza de pagos y de la Balanza comercial; los gastos de la Guerra de Irak; la deuda federal, que ya no alcanzan los 13 números de la pizarra electrónica que la representa, necesitándose una casilla adicional para sólo cuantificarla; los déficits comerciales con otros países, que ya son acreedores multibillonarios de dólares americanos; y a todo ello, la crisis actual, que enseña todos los síntomas de una nueva gran depresión.
Nada asegura que “pasó lo peor”. La “bola de nieve” que se ha generado es ya “colosal” y sigue creciendo. El escenario de “que pasó lo peor” o que “a nosotros no nos tocará la crisis” no es más que “buenos deseos”, pero no una realidad segura. Tenemos que prepararnos. 
Como bien se dice que no hay peor ciego que el que no quiera ver, muchos se aferran al mercado absoluto, cuando éste ya demostró que fracasó; al igual que el estado totalitario, que fracasó hace 2 décadas.
Ambos sistemas colapsaron por disfuncionalidades económicas diferentes, pero subyacentes a una misma razón filosófica: la naturaleza del ser humano. Por un lado, se necesita la iniciativa y el estímulo individual para progresar. El ser humano trabaja con mucha mayor dedicación cuando algo le es propio. Después de la derrota del fascismo y del nazismo, los aliados se repartieron el Mundo, suponemos que para probar los 2 sistemas: Definitivamente, el capitalismo fue más eficiente en producir y cayó así el comunismo, después de 77 años. El capitalismo es así un magnífico sistema para hacer dinero, pero carece de una dosis de Humanismo, necesario para compartir. La teoría del rebalse económico para que los menos afortunados logren participar, no se dá nunca, porque la eficiencia capitalista logra hacer tanques más grandes para evitar el rebalse; y por otro lado, se establece la ley del más fuerte, donde el más capaz, o el más pícaro, o el mejor relacionado; o el que tiene mejores contactos, o el que tiene el poder, se aprovecha del más débil.
Aquí debería entrar la capacidad reguladora del Estado a través de su gobierno representativo. Pero con esa anterior tendencia de dejar libre al mercado y no regular absolutamente nada, se permiten los abusos. Y no sólo se permiten, si no que se toleran, se fomentan e incluso se coparticipa y allí tenemos la galopante corrupción, enquistada en mayor o menor proporción, en todos los gobiernos del mundo.
Estados Unidos ya entendió el mensaje. Y está interviniendo estatalmente el mercado con esa dosis de capitalismo-socialismo que China continental aplicó con éxito en su economía. No estamos hablando de sistema político, ni doctrina filosófica, eso lo dejaremos para un futuro programa; sino de doctrina económica. Ni estado totalitario ni mercado absoluto, sino una mezcla oportuna de participación estatal y libre mercado, considerando que la empresa privada es mejor para producir y que el Estado es mejor (y debe) regular. Ya mucho antes de esta crisis mundial, en programas anteriores de Aclarando Conceptos manifestábamos:

“Nuestro gobierno históricamente ha negociado con debilidad: con otros paises, con la inversion extranjera y con el gran capital, entregando mucho mas de lo que recibe.
El problema se complica enormemente porque nuestro país ha llegado al límite y no disponemos casi de margen de maniobra. Hemos entregado, recursos estatales, dando activos limpios del Estado y quedándose el gobierno con los pasivos y la carga financiera – alegando siempre el libre mercado y la libre competencia. De esta forma, el estado no controla, pero al mismo tiempo, al no regular, permite que los entes privados o bien privatizados, controlen el sistema y fijen los precios, todo a expensas no solo del pueblo trabajador y prácticamente abandonado; sino que a expensas tambien del erario nacional. 
A veces el gobierno se auto impone nuevas cargas, despues que las inversiones han sido hechas, lo que no genera una mayor inversion, si no que una mayor dependencia o un gasto adicional. Entonces ¿para qué auto-imponerse leyes onerosas, u otorgar concesiones que luego nos arrepentimos? ¿O entregar sobreprecios sin fundamento alguno?
Muchos casos pueden mencionarse, entre ellos: la privatizacion de la generación termoeléctrica y la distribucion de la energía; La importación de petróleo y derivados; la concesión de minas; la deforestación selectiva; el fondo de pensiones; la privatización bancaria, el TLC y el abortado parque industrial con Taiwan, las licitaciones públicas, incluidas las llave en mano, etc etc.
Ahora con la crisis mundial que se avecina, acumulándose a la sumatoria de todos los problemas locales heredados y viendo las penurias de los grandes, nuestro gobierno continúa – ahora con más vehemencia, cometiendo los mismos errores.
Las dos fórmulas mayoritarias, El FMLN y ARENA, prometen cambiar, pero dado el aluvión que se aproxima, para junio 2009, talvez será demasiado tarde. Urge el llamado de atencion al actual gobierno, especialmente del partido de gobierno, ya que tiene la fuerza suficiente para presionar; para que los cambios propuestos por su fórmula sean creíbles y para que el nuevo gobierno – sea el que sea – pueda sobrevivir a la hecatombe. Si no, nuestro país no tendrá – Óigase bien – posibilidad de sobrevivir decentemente.
En el proximo programa, medidas de ajuste y nuestra vulnerabilidad nacional.