#21, Conflicto en Gaza / Parte I
Conflicto en Gaza
Miercoles 31 de Diciembre 2008
El Centro Islámico Árabe Salvadoreño y la Comunidad Islámica de El Salvador, ante la Conciencia pública Nacional e Internacional manifiesta que:
Ve con dolor y preocupación, la escalada bélica en la franja de Gaza, la zona más densamente poblada del Mundo, de 363km² únicamente, donde viven aproximadamente 1,300,000 palestinos. La zona goza de parcial autonomía, aunque se encuentra totalmente separada del resto del territorio de Palestina y totalmente rodeada por el Estado de Israel y con un pequeño paso fronterizo de Rafah con Egipto. La franja es así, fronteriza con Israel, el Mar Mediterráneo y Egipto; pero más bien que una frontera, podemos hablar de un cerco, ya que periódicamente la franja se cierra, y queda cercada internamente, con escasez de recursos básicos. El cierre de fronteras es continuo, tanto por mar, tierra y aire.
Israel y a veces Egipto, cierran los pasos desde una perspectiva de seguridad nacional, pero desde la perspectiva de los habitantes de Gaza, en su estrechez geográfica; territorio semi-desértico; alta densidad poblacional y escasez de recursos; es un deterioro absoluto de sus condiciones de vida, que un ser humano no puede comprender, a no ser, que padezca esas mismas condiciones. Esto es naturalmente, el origen de los permanentes conflictos.
Periódicamente, en el estallido de todos los conflictos en Gaza, incluso en el actual, se pide la finalización del conflicto, lo cual consigue una tregua y un cese de hostilidades, que siempre se pide que sea “sustentable y duradero”. Pero eso sólo detiene por un tiempo el conflicto; porque se restaura el status-quo, estable pero asfixiante. Este cese del fuego debe ser sólo el principio. Tiene que continuarse con un Acuerdo de Paz, que concluya con el establecimiento junto con Cisjordania, de un estado Palestino viable e independiente, donde a la par del Estado de Israel, convivan los 2 estados, sin excepción: en paz, concordia, justicia y hermandad.
Cuando un pueblo es permanentemente oprimido, los movimientos radicales adquieren su pre-eminencia. Es cuestión de compensación. En tiempos de paz, los movimientos radicales desaparecen, o tienen que transformarse, erradicando o disminuyendo en gran medida su radicalismo, o desaparecer.
En las últimas elecciones en la franja de Gaza, el movimiento Fatah perdió las elecciones; y por abrumadora mayoría, Hamás tomó el poder. Los conceptos de democracia y elecciones libres, no sirvieron de mucho, porque a pesar de ser electo libremente; Hamás fue acusado de ser una agrupación terrorista. Se le congelaron los fondos disponibles, como las cuentas bancarias y se estableció un bloqueo sobre la franja de Gaza, que se afloja o apreta de acuerdo a las circunstancias.
La situación ha sido de confrontación permanente, de acciones y reacciones de ambas partes, incluso de escaladas bélicas, en un círculo vicioso de actuaciones permanentes. Cada acción es a su vez, reacción al contrario y el quién empezó se pierde, en la continuidad del círculo. Sin embargo, la actual escalada bélica de confrontación, conlleva una acción (o reacción) Israelí totalmente desproporcionada. Es al decir de un comentarista de CNN, la mayor escalada bélica de Israel después de 1967. ¿Y contra quién se hace?
Contra un pueblo armado con piedras y contra un Gobierno armado con armas cortas y pequeños misiles.
Lo más seguro, es que esto, no es una acción de represalia, si no, un plan de derrocar al Gobierno de Hamás, que llevará a una acción militar de mayor envergadura donde entrarán tanques y botas. Esto es, ejército. Será así una confrontación militar desigual. Ahora solamente tenemos el principio.
¿Lograrán derrocar a Hamás? No lo sabemos, aunque sí estamos seguros que el sufrimiento del pueblo palestino en Gaza aumentará inexorablemente y donde las víctimas se contarán no sólo por cientos, sino por millares.
¿Y los Gobiernos del Mundo? silentes. Al igual que su silencio cómplice, cuando Hitler masacraba judíos inocentes en Europa. (Es de aclarar que Hitler no era palestino, ni árabe, ni musulmán). Era alemán, europeo y cristiano.
El concepto de la rivalidad histórica entre árabes y judíos merece aclararse. El problema entre ellos tan sólo tiene 60 años, con la creación del Estado de Israel. Permanentemente los judíos y algunas veces los árabes, fueron injustamente perseguidos por la Europa cristiana y eran así compañeros de infortunio. Cuando los árabes eran dominantes, los judíos siempre encontraron protección en éstos, de sus perseguidores históricos.
Ahora que Israel es poderoso, una potencia militar de primer nivel, con un arsenal de armas de todo el potencial tecnológico disponible a nivel mundial, debería recordar los tiempos, donde buscaba protección en el Mundo árabe.
Sin embargo hay que aclarar, que el poderío militar por si sólo no es suficiente; porque éste nunca es permanente. Y Dios está siempre con los perseverantes.
Por el otro lado, no existen las guerras buenas. Todas son absolutamente malas. La violencia, genera violencia. Y la guerra es violencia y a la vez luto, dolor, muerte, hambre, destrucción, que no podemos aceptar. Mucho menos, aplaudir.
Fuera de lo anterior consideramos necesario también aclarar:
Nuestro repudio absoluto a toda forma de terrorismo venga de donde venga, entendido éste como el ataque indiscriminado contra población civil inocente; aunque quiera justificarse como un ataque militar, con daños colaterales a la población civil o como una equivocación o como una represalia. Para tipificar los ataques, bastará observar quienes son los que mueren en el mismo.
Tampoco podemos criticar el ataque a civiles de un bando y justificar al otro. Eso es un doble patrón de moralidad, totalmente inadmisible. O justificamos o condenamos ambos. Nosotros los condenamos. Matar civiles deliberadamente o bombardear ciudades densamente pobladas o disparar misiles, aunque se trate de hacerlo los más exacto posible sobre blancos militares, conlleva mortandad de civiles, que no pueden tener justificación.
Tampoco aceptamos la excusa de ataques de represalia; ya que un ataque que proviene de un contraataque, es a su vez motivo para una represalia posterior del contrario. En una serie de ataques y contraataques, se pierde la perspectiva de quien empezó primero.
Y volvemos a insistir. Como dijo el gran Maestro Mahatma Gandhi: “No hay camino para la paz. La paz es el camino”.
Pedimos al Dios de Todo, todos y todas, al único Dios, ilumine a las partes en conflicto; evite el dolor y la confrontación en el Medio Oriente y les dé la sabiduría y la fraternidad necesaria, donde no haya vencedores ni vencidos; ni dominantes, ni sometidos, sino solamente hermanos. La violencia de ambas partes tiene que cesar, para que el odio no siga extendiéndose y que el germen del amor y del perdón, se multiplique. Si el germen muere, el odio reinará por los siglos y el conflicto se extenderá permanentemente. ¡La guerra no es la solución!
El hermano más fuerte tiene que ayudar al hermano más débil, y en eso no importa quien es el más fuerte y el más débil ahora. Por que en la rueda del tiempo, tanto en el pasado, como en el presente. Y en el futuro, la rueda gira y a veces, unos están arriba y otras veces, abajo.
De todas formas, pueblos que han tenido una historia común, les conviene tener un destino común.
Miercoles 31 de Diciembre 2008
El Centro Islámico Árabe Salvadoreño y la Comunidad Islámica de El Salvador, ante la Conciencia pública Nacional e Internacional manifiesta que:
Ve con dolor y preocupación, la escalada bélica en la franja de Gaza, la zona más densamente poblada del Mundo, de 363km² únicamente, donde viven aproximadamente 1,300,000 palestinos. La zona goza de parcial autonomía, aunque se encuentra totalmente separada del resto del territorio de Palestina y totalmente rodeada por el Estado de Israel y con un pequeño paso fronterizo de Rafah con Egipto. La franja es así, fronteriza con Israel, el Mar Mediterráneo y Egipto; pero más bien que una frontera, podemos hablar de un cerco, ya que periódicamente la franja se cierra, y queda cercada internamente, con escasez de recursos básicos. El cierre de fronteras es continuo, tanto por mar, tierra y aire.
Israel y a veces Egipto, cierran los pasos desde una perspectiva de seguridad nacional, pero desde la perspectiva de los habitantes de Gaza, en su estrechez geográfica; territorio semi-desértico; alta densidad poblacional y escasez de recursos; es un deterioro absoluto de sus condiciones de vida, que un ser humano no puede comprender, a no ser, que padezca esas mismas condiciones. Esto es naturalmente, el origen de los permanentes conflictos.
Periódicamente, en el estallido de todos los conflictos en Gaza, incluso en el actual, se pide la finalización del conflicto, lo cual consigue una tregua y un cese de hostilidades, que siempre se pide que sea “sustentable y duradero”. Pero eso sólo detiene por un tiempo el conflicto; porque se restaura el status-quo, estable pero asfixiante. Este cese del fuego debe ser sólo el principio. Tiene que continuarse con un Acuerdo de Paz, que concluya con el establecimiento junto con Cisjordania, de un estado Palestino viable e independiente, donde a la par del Estado de Israel, convivan los 2 estados, sin excepción: en paz, concordia, justicia y hermandad.
Cuando un pueblo es permanentemente oprimido, los movimientos radicales adquieren su pre-eminencia. Es cuestión de compensación. En tiempos de paz, los movimientos radicales desaparecen, o tienen que transformarse, erradicando o disminuyendo en gran medida su radicalismo, o desaparecer.
En las últimas elecciones en la franja de Gaza, el movimiento Fatah perdió las elecciones; y por abrumadora mayoría, Hamás tomó el poder. Los conceptos de democracia y elecciones libres, no sirvieron de mucho, porque a pesar de ser electo libremente; Hamás fue acusado de ser una agrupación terrorista. Se le congelaron los fondos disponibles, como las cuentas bancarias y se estableció un bloqueo sobre la franja de Gaza, que se afloja o apreta de acuerdo a las circunstancias.
La situación ha sido de confrontación permanente, de acciones y reacciones de ambas partes, incluso de escaladas bélicas, en un círculo vicioso de actuaciones permanentes. Cada acción es a su vez, reacción al contrario y el quién empezó se pierde, en la continuidad del círculo. Sin embargo, la actual escalada bélica de confrontación, conlleva una acción (o reacción) Israelí totalmente desproporcionada. Es al decir de un comentarista de CNN, la mayor escalada bélica de Israel después de 1967. ¿Y contra quién se hace?
Contra un pueblo armado con piedras y contra un Gobierno armado con armas cortas y pequeños misiles.
Lo más seguro, es que esto, no es una acción de represalia, si no, un plan de derrocar al Gobierno de Hamás, que llevará a una acción militar de mayor envergadura donde entrarán tanques y botas. Esto es, ejército. Será así una confrontación militar desigual. Ahora solamente tenemos el principio.
¿Lograrán derrocar a Hamás? No lo sabemos, aunque sí estamos seguros que el sufrimiento del pueblo palestino en Gaza aumentará inexorablemente y donde las víctimas se contarán no sólo por cientos, sino por millares.
¿Y los Gobiernos del Mundo? silentes. Al igual que su silencio cómplice, cuando Hitler masacraba judíos inocentes en Europa. (Es de aclarar que Hitler no era palestino, ni árabe, ni musulmán). Era alemán, europeo y cristiano.
El concepto de la rivalidad histórica entre árabes y judíos merece aclararse. El problema entre ellos tan sólo tiene 60 años, con la creación del Estado de Israel. Permanentemente los judíos y algunas veces los árabes, fueron injustamente perseguidos por la Europa cristiana y eran así compañeros de infortunio. Cuando los árabes eran dominantes, los judíos siempre encontraron protección en éstos, de sus perseguidores históricos.
Ahora que Israel es poderoso, una potencia militar de primer nivel, con un arsenal de armas de todo el potencial tecnológico disponible a nivel mundial, debería recordar los tiempos, donde buscaba protección en el Mundo árabe.
Sin embargo hay que aclarar, que el poderío militar por si sólo no es suficiente; porque éste nunca es permanente. Y Dios está siempre con los perseverantes.
Por el otro lado, no existen las guerras buenas. Todas son absolutamente malas. La violencia, genera violencia. Y la guerra es violencia y a la vez luto, dolor, muerte, hambre, destrucción, que no podemos aceptar. Mucho menos, aplaudir.
Fuera de lo anterior consideramos necesario también aclarar:
Nuestro repudio absoluto a toda forma de terrorismo venga de donde venga, entendido éste como el ataque indiscriminado contra población civil inocente; aunque quiera justificarse como un ataque militar, con daños colaterales a la población civil o como una equivocación o como una represalia. Para tipificar los ataques, bastará observar quienes son los que mueren en el mismo.
Tampoco podemos criticar el ataque a civiles de un bando y justificar al otro. Eso es un doble patrón de moralidad, totalmente inadmisible. O justificamos o condenamos ambos. Nosotros los condenamos. Matar civiles deliberadamente o bombardear ciudades densamente pobladas o disparar misiles, aunque se trate de hacerlo los más exacto posible sobre blancos militares, conlleva mortandad de civiles, que no pueden tener justificación.
Tampoco aceptamos la excusa de ataques de represalia; ya que un ataque que proviene de un contraataque, es a su vez motivo para una represalia posterior del contrario. En una serie de ataques y contraataques, se pierde la perspectiva de quien empezó primero.
Y volvemos a insistir. Como dijo el gran Maestro Mahatma Gandhi: “No hay camino para la paz. La paz es el camino”.
Pedimos al Dios de Todo, todos y todas, al único Dios, ilumine a las partes en conflicto; evite el dolor y la confrontación en el Medio Oriente y les dé la sabiduría y la fraternidad necesaria, donde no haya vencedores ni vencidos; ni dominantes, ni sometidos, sino solamente hermanos. La violencia de ambas partes tiene que cesar, para que el odio no siga extendiéndose y que el germen del amor y del perdón, se multiplique. Si el germen muere, el odio reinará por los siglos y el conflicto se extenderá permanentemente. ¡La guerra no es la solución!
El hermano más fuerte tiene que ayudar al hermano más débil, y en eso no importa quien es el más fuerte y el más débil ahora. Por que en la rueda del tiempo, tanto en el pasado, como en el presente. Y en el futuro, la rueda gira y a veces, unos están arriba y otras veces, abajo.
De todas formas, pueblos que han tenido una historia común, les conviene tener un destino común.