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#14, Editoriales de el Diario de Hoy :: Parte II

Editoriales El Diario de Hoy, Parte II
Lunes 24 de Noviembre 2008


El 16 de Septiembre de 2008, el Editorialista de El Diario de Hoy reanuda sus ataques, sin motivo alguno; ya no atacando a los musulmanes, sino a nuestra doctrina, que es lo más grave. Y lo hace fuera de contexto. Hablando de política nacional, se sale del tema para acusar al Califa Omar, de sicópata y propalando una leyenda sin fundamento, de que él ordenó quemar la Biblioteca de Alejandría. (Es de aclarar que el Califa Omar equivale en el Islam a San Pedro o San Pablo en el catolicismo.)

Dice el editorialista a propósito de la leyenda: ¿Como actuó el Califa Omar, para darle fuego a la Biblioteca de Alejandría. “Si el contenido de éstos libros compaginan con las enseñanzas del Corán, no se necesitan. Si están en contra, hay que destruirlos. Y el editorialista agrega: Destruirlos, para que el poder quede en manos de sicópatas.

A la par de atacar a uno de los más firmes seguidores del Islam, uno de los cuatro Califas sucesores de nuestro Profeta Muhammad, y siendo de raza árabe, aprovecha la oportunidad para desacreditar nuestra raza, nuestra cultura y nuestra religión.

Ya no transmitimos cultura, sino que incluso la quemamos. Posición anti-árabe, y anti-islámica. Pero también, en otras ocasiones: antipalestina, anti-indígena, anti-mestiza; antiafricana, etc, como hemos visto en sus Editoriales, cuando ataca en forma racista a algunos presidentes latinoamericanos. Ni siquiera se salvó Obama, el candidato. Claro, ahora que Obama es el presidente electo de los Estados Unidos, ya le reconoce sus virtudes, como posteriormente analizaremos. ¿En qué quedamos?.

Hay que aclarar que los pueblos originarios de América y los pueblos africanos, poseían una amplia cultura, cuando Europa se encontraba en la prehistoria o bien sumida en la barbarie.
En cuanto a los árabes, han aportado más del 75% de los descubrimientos científicos, culturales, tecnológicos, literarios y artísticos para el conocimiento universal, en la Edad Media. Ellos pusieron la ciencia en el camino de la exactitud, el experimento científico, mientras producían libros, tratados; construían hospitales, escuelas superiores y universidades que extendían sus logros intelectuales a todos los rincones del mundo.

En Europa, los árabes abrieron el camino de su Renacimiento. Tanto así que se justifica el título de “Profesor de Europa”, ya que los árabes culturizaron a los europeos y se debe a ellos que Europa comenzara a salir de su edad oscura.

Se les enseñó incluso a Europa, cosas tan sencillas como la higiene personal (bañarse, lavarse, el uso del jabón y hasta el cepillo de dientes.)

Esto fue hecho en la Edad Media cuando Europa estaba sumida en la barbarie. Y en la Edad Antigua, cimentaron la base del conocimiento, mucho antes que Grecia y Roma conocieran la cultura. La mayoría de los occidentales ignora la deuda de su civilización con la cultura árabe. Pero todos, sin embargo, reconocen este aporte únicamente como el medio de conservar el pensamiento griego perdido en Europa y retransmitirlo; exceptuando al Editorialista de El Diario de Hoy, para quien los árabes no retransmitieron la cultura griega, sino que incluso, la quemaron…El editorialista ni siquiera es original. Repite la calumnia que nadie en su sano juicio cree ahora; de la quema de la Biblioteca de Alejandría ordenada por el Califa Omar esgrimida 600 años después de la llegada del Califa Omar a Egipto y estaba basado en los sentimientos anti-musulmanes de la Europa Cristiana, en tiempos de las Cruzadas, las cuales fueron guerras de pillaje, destrucción y asesinato contra las comunidades árabe-parlantes, tanto Judías, como Musulmanas e incluso cristianos-orientales de Tierra Santa; antes que la codicia se desviara al África y luego, con la conquista, a América y a Oceanía. Merece repasarse un poco de Historia: la ciudad de Alejandría fue fundada en Egipto por Alejandro el Grande. Su sucesor, como Faraón, Tolomeo II Soter, fundó el Museo o Librería Real de Alejandría en el 283 antes de Cristo. Se considera que la Biblioteca guardaba alrededor de ½ millón de documentos de Grecia: Asiria, Persia, Egipto, India y en general de todas las naciones semíticas que hoy conforman el mundo árabe.

En el año 48 Antes de Cristo, Julio César, para eliminar la flota egipcia en Alejandría, ordenó disparar fuego contra ella; logró quemarla, incluyendo también parte de la ciudad, el área donde la Biblioteca se encontraba. El incendio no fue provocado, sino que fue accidental.
28 años después, el gran historiador Strabo, describe el palacio y el museo recuperados, pero no menciona la Biblioteca. Lógico, los libros no pueden recuperarse.

Posteriormente Séneca (siglo I después de Cristo) en su Diálogo. “En la tranquilidad de la mente”, menciona la destrucción de numerosos libros en la batalla del César. Putarco en el siglo II después de Cristo, en su “vida de César”, menciona la destrucción accidental de la Biblioteca. Casio (siglo III después de Cristo), lo reconfirma, al igual que una serie de escritores posteriores.

Sin embargo, no todos los libros fueron quemados en dicho incendio casual. La historia afirma que Marco Antonio, le dio a Cleopatra los documentos recuperados del incendio. (1/3 del total) y ellos fueron llevados al templo de Serapis, que se encontraba en la parte opuesta de la ciudad. En el año 391 después de Cristo, durante el reinado de Teófilo, Patriarca de Alejandría, el tempo de Serapio fue convertido en iglesia cristiana. En dicho año, se desató un incendio en la Biblioteca, destruyéndose los libros permanentes. Mucho antes de la llegada de los musulmanes, Alejandría había sido conocida por su política volátil y violenta. Cristianos, Judíos y paganos vivían todos juntos en la ciudad y continuamente estallaban conflictos. Después de este segundo incendio, cada parte acusaba a la otra de ser la culpable. Hubo asesinatos entre sí, incluyendo a Hypatia, una filósofa e hija del último director de la Biblioteca de Alejandría, aunque muchos consideraban a Hypatia, como la última directora. Como quiera que sea, la Biblioteca de Alejandría dejó de existir al final del Siglo IV después de Cristo. Los árabes musulmanes al frente del Califa Omar tomaron pacíficamente Alejandría en el 640 Después de Cristo; 249 años después de la desaparición de la Biblioteca. Y fue hasta 600 años después, en el siglo XIII, que a un real sicópata se le ocurrió culpar a los árabes de la quema de una biblioteca que ya no existía, cuando ellos llegaron a Egipto.

El autor de la leyenda, el obispo Jacobita Gregorio Bar Hebreus, sin ninguna documentación histórica y mucho tiempo después, se inventó la historia, tratando de desacreditar a los musulmanes, justificando la crueldad de las famosas, pero también tenebrosas y macabras Cruzadas.

Esa forma de echarle la culpa a judíos o musulmanes fue una práctica común de Occidente. Lo vemos con especial vehemencia en la Pasión de Cristo y su muerte en la Cruz, desde la perspectiva cristiana. Los Evangelios fueron escritos mucho tiempo después y así era fácil culpar a los judíos de su muerte; olvidándose maliciosamente que la crucifixión era un castigo romano, para los no romanos.

Incluso Pilatos confirmó la sentencia al lavarse las manos y hasta se cambió su significado; porque ahora eso significa, excluirse de tomar participación alguna.

Eso creó el germen de la persecución religiosa contra los judíos, de parte de la Europa cristiana que culminó con el genocidio de Hitler, que el Mundo oculta diciendo que fue nazi y nadie subraya que también fue alemán, europeo y cristiano. Últimamente el antisemitismo, cambia de víctima. Se deja de perseguir al pueblo judío, pero se escoge a una nueva víctima semita: El Pueblo árabe y por derivada, los palestinos y el Islam.

Siendo su principal exponente, actual en El Salvador con señalamientos perversos y permanentes, sin ningún fundamento histórico y muchas veces apareciendo en comentarios que no tienen relación con el tema, el Editorialista de El Diario de Hoy. Tanto odio, tanto racismo y tanto fanatismo. ¿Por qué?