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451, Crisis Mundial y Empresas Monopólicas

Crisis Mundial y Empresas Monopólicas
14 de Marzo de 2010

El Mundo se encuentra sumido en una crisis económica sin precedentes, mayor incluso que la Gran Depresión de 1929 y años subsiguientes. Si bien es cierto que hay signos alentadores que la Economía de las grandes potencias, está dando signos de parcial recuperación, lo que indica que el período de la crisis podría ser menor que la anterior de la década de los 30. Tenemos que considerar 4 puntos esenciales:

I. En aquella ocasión se dejó libre al Mercado, dándole oportunidad a que las mismas fuerzas del mismo, buscaran su reacomodo.
Ahora, en las grandes economías; el Mercado está siendo manipulado, inyectando enormes cantidades de dinero sin respaldo; beneficiando a las grandes Empresas tambaleantes, a cero o casi cero las tasas de interés. Todo ello a solicitud de las mismas empresas, que fueron las adalices del Neo-liberalismo, que propugnaba la libertad absoluta de la Empresa privada; y en tiempos de crisis, pidiendo la intervención estatal (socialismo), para salvarlas de la bancarrota.

II. En los países pequeños sin embargo y sobre todo en los países con economía dolarizada como el nuestro, sin política crediticia, la cosa es diferente: El circulante no puede incrementarse; éste se encuentra en poder de los Bancos que han restringido exageradamente los créditos; las tasas de interés pasivas a la baja y las activas, al alza; disminución de las remesas, del empleo y de las exportaciones. Aunque la crisis es generalizada, su causa común es que no hay dinero, al menos no el suficiente y esto acarrea todos los problemas económicos derivados, que con una buena política gubernamental, tan sólo podría evitarse que se incrementen en el próximo futuro. Podrá paliarse el problema con nuevos empréstitos, pero esto por sí sólo no soluciona el problema; tan sólo lo dilata. Fuera de ello, el Gobierno no tiene dinero suficiente y las deudas y compromisos son mayores; así que han tenido e incluso tienen que planificarse aún más, nuevos impuestos, al próximo futuro, aunque fuesen políticamente indeseables. Existen una serie de problemas con tendencia histórica, de agravarse a través del tiempo; además junto a la desunión y el enfrentamiento que se acentúan; las incertidumbres y los problemas se multiplican y complican:
Hay crisis de valores, ruptura de regulaciones, problemas económicos, problemas de seguridad pública, profundización de los antagonismos; polarización aumentada de las posiciones; existe una lucha permanente, entre desiguales, entre parecidos y también entre iguales. Todo está revuelto.
III. Se habla de que los subsidios generalizados perjudican las finanzas del Gobierno y esta política de los subsidios onerosos para el Estado se pretende corregir por medio de la focalización de los subsidios. Definitivamente el gasto innecesario se reduce, al focalizar los subsidios. Es evidente que éstos deben focalizarse; pero además de eso, deben determinarse si han sido necesarios, analizando costos y ganancias reales de las Empresas monopólicas. Si las tarifas o precios son incrementados unilateralmente por ellas; al eliminar o disminuir los subsidios, sólo se trasladaría la carga financiera del Gobierno al pueblo salvadoreño (en el entendido que pueblo somos todos) y dichas empresas se quedarían con ganancias fabulosas. Fuera de ello, con subsidios o no, las tarifas de los servicios o valores de los bienes que las Empresas monopólicas u oligopólicas cobran, deberían revisarse adecuadamente. Con facilidad pueden maquillarse los balances para ocultar ganancias y con esas revisiones históricas de no auditar o hacerlo con suavidad, de parte de los Gobiernos anteriores a dichas Empresas, no ha podido salir a la luz pública la verdad.
En el Gobierno anterior la posición era totalmente decepcionante. Se justificaba la no revisión de los balances y del pago de impuestos de las grandes Empresas monopólicas y oligopólicas, por carecer de suficientes peritos fiscales, cuando a los pequeños y medianos empresarios se les acosaba permanentemente, estableciendo puntos fijos durante semanas y hasta meses. Hubieron pequeños y medianos empresarios que fueron perseguidos por años por el supuesto adeudo de unos pocos miles de dólares, siguiendo procesos tediosos dentro del Ministerio de Hacienda y continuando en el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos
Internos y Aduanas y en la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia.
Adicional a ello, una SIGET que era antes, totalmente pasiva. Claro, a los pequeños se les aplicaba la rigidez de la ley basado en el principio “de que mejor se castigue a un inocente; pero que no se aproveche un culpable”.
A los grandes se les aplicaba el mismo principio…sólo que al revés…
Este tipo de empresas, cuando están totalmente favorecidas por la ley, con grandes beneficios, exenciones y subsidios, y mercados cautivos, deberán revisarse a profundidad, cuando declaren pérdidas o ganancias risibles en sus declaraciones fiscales.
Este control reduciría los precios de los bienes y servicios, además que daría ingresos al Estado, que el Gobierno urgentemente necesita.
Es cierto que la Empresa Privada y la inversión extranjera deben fomentarse, pero debe establecerse un marco de referencia, con reglas claras del juego y donde el Estado supervise y corrija las disfuncionalidades y frene los abusos.
También es cierto que nadie trabaja gratis y que la Empresa Privada necesita obtener ganancias; pero éstas tienen que ser razonables y reguladas cuando se trate de monopolios o carteles oligopólicos. Con mayor razón, cuando tenemos una crisis internacional de grandes proporciones que ya nos está impactando con inusitada fuerza.
IV. Finalmente nosotros consideramos que las actuales autoridades del Ministerio de Hacienda y de la SIGET han manifestado un deseo fehaciente de hacer bien las cosas, con capacidad y honradez; ahora tienen la oportunidad de hacerlo. Como todo tiene un comienzo, se podría empezar a revisar a CAESS, un virtual y real monopolio, que declaró pérdidas en el 2008, aún teniendo toda la facultad para autofijar precios y además recibir subsidios del Gobierno, tanto del Ministerio de Hacienda, como de la CEL, con un precio de Energía servida carísimo que incluso algunos han afirmado que era el 2° más caro del Mundo, después de Japón; en un Mercado en el que las otras Empresas de Distribución Eléctrica con similares condiciones, declararon ganancias elevadas y CAESS, con el mercado más grande (casi la mitad del país), exactamente el 43.3% del mismo y el más pudiente, declarando pérdidas en el 2008 ( ? ! ).
¡Increíble, pero cierto!
CAESS es un mal ejemplo incluso para el resto de Empresas transnacionales, ya que es la única de las que operan en Bolsa de Valores que declaró pérdidas en el 2008, que mantuvo una relación menor que 1 entre el precio de Mercado de sus acciones y el valor contable de las mismas. (Su relación al 23 de febrero 2010 era de tan sólo 0.57). Como ejemplos, Del Sur era 1.45 y AFP Confía 3.23 y Scotia Seguros 3.75.
El Comité de accionistas minoritarios de CAESS, solicita en este programa, en forma pública y con el debido respeto, la participación decidida del Ministerio de Hacienda y la de otras Instituciones Gubernamentales, para encontrar la verdad en este caso que compete a todos.
Si hay un manejo fraudulento dentro de CAESS y éste queda impune, sería un mal ejemplo, para todos los grandes Inversores; una injusticia, para el pueblo, los pequeños inversionistas e incluso el Gobierno; que no recibe los impuestos adecuados y envía un mensaje negativo, de que seguimos teniendo, más de lo mismo.
Para nosotros es inverosímil que CAESS, siendo un claro monopolio, autofijando precios de venta, sin ningún control estatal, recibiendo subsidios generosos del Estado; no permitiendo competencia alguna y con abuso de posición dominante, declare pérdidas.
Aunque también tenemos la esperanza que este Gobierno llegó para cambiar las cosas, históricamente incorrectas, aclarar la verdad y terminar con la impunidad.
En el programa No. 452 de Aclarando Conceptos, detallamos algunas irregularidades de CAESS, si Dios nos lo permite.