252, Demanda contra CAESS
Demanda contra CAESS
17 de Marzo de 2010
Según nuestra Constitución Política en el inciso 1° Artículo 2 determina: “Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad, a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la conservación y defensa de los mismos.
Para el cumplimiento de ello existen leyes secundarias que regulan lo anterior. En el caso de Sociedades, para evitar que la mayoría menoscabe los derechos de las minorías o bien, que una administración actúe en forma negativa o fraudulenta, el Código de Comercio establece, entre otros artículos que pueden mencionarse: El art 86, el 170, el 226 y el 275; y el articulo 363, que le dan la potestad a las Oficinas que ejercen la Vigilancia del Estado de actuar.
Los accionistas minoritarios de CAESS han visto, como una serie de actividades dudosas y desde su perspectiva, incorrectas de parte de la Junta Directiva de CAESS, han disminuido su patrimonio; eliminando ganancias, hasta el punto que CAESS declaró pérdidas en 2008; disminuyendo artificialmente el valor de las acciones: bajando de más de $7.00 por acción a un poco más de $5.00 en 2008, hasta presentar un valor de US $2.50 en la bolsa de valores al 23 febrero 2010, a pesar de disponer CAESS de una serie de ventajas económicas, que les permitiría fácilmente un amplio superávit.
A continuación un detalle de dichas ventajas:
Monopolio: Con la privatización de la Distribución de la Energía, se repartió el territorio en “zonas exclusivas” donde varias compañías no compiten entre sí, sino que a cada una se les otorgó un territorio exclusivo, formándose así actividades monopólicas regionales. Cada Distribuidora ha mantenido con rigidez absoluta su contrato monopólico, sin permitir competencia alguna por mínima que sea; fijando junto con las Generadoras los precios de compra y poniendo unilateralmente los precios de venta. En esa posición monopólica, sería ridículo y hasta ofensivo a la inteligencia de los salvadoreños, que declaren pérdidas; más aún, si por cualquier disminución del precio de venta autofijado, reciben subsidio gubernamental, tanto del Ministerio de Hacienda (que beneficia al consumo doméstico menor a los 99KW hora); como de la CEL, que es generalizado.
En el caso de las otras Transnacionales, al menos algo de competencia actúa con las fuerzas del Mercado, necesitando de un previo acuerdo entre varios, para formar un cartel oligopólico.
En el caso de las Distribuidoras Eléctricas, esto no es necesario. Un Monopolio real se mantiene, reduciendo la competencia a cero. Aunque hay varias Distribuidoras, cada una mantiene un rígido control monopólico en su territorio. CAESS incluso ha abusado más que todas, habiendo sido acusada e incluso multada por abuso de posición dominante, declarando pérdidas en el 2008, cuando las otras han declarado y repartido jugosas ganancias.
Eliminación de competencia.
Caess no sólo es monopolio, sino que evita la competencia por mínima que sea. Incluso fue multada por la Superintendencia de Competencia, el 11 de septiembre de 2007, por prácticas anticompetitivas, al evitar a un operador privado que pensaba establecerse en una pequeña zona del Gran San Salvador. Se evitó la competencia y la multa fue apelada, encontrándose en la Sala de lo Contencioso de la Honorable Corte Suprema de Justicia. Otros casos parecidos contra Caess, se encuentran en proceso. Caess continúa siendo un monopolio, sin sombra alguna.
Abuso de posición dominante.
No sólo fija los precios, sino que abusa de los consumidores y del mismo Gobierno. Como ejemplo, la “Compensación por fallas” que se aplicó en el mes de Julio/2008 en los recibos de energía, se anunció luego que en Octubre/2008 se reflejará un ajuste para revertir dicho reintegro.
Además, al decretarse la eliminación de los cargos (fijo y variable) del uso de la Red, no se obtuvo un beneficio a los consumidores, ya que automáticamente se formaron nuevos cargos incluso de mayor valor, no existentes anteriormente; a saber: Cargo de distribución y Cargo de comercialización.
Subsidios generosos del Estado
El Gobierno en el 2003, estableció un sistema de fijar los precios, basado en un mecanismo llamado Fondo de Compensación, donde los precios continúan siempre impuestos por las Empresas eléctricas; y el Gobierno tiene que compensarlas con un subsidio, por la diferencia de precio, que él sugiera.
De esa forma, las empresas eléctricas consiguen el precio que deciden, ya sea por aumento de tarifas o por subsidio gubernamental o por una mezcla de ambos.
¡Negocio redondo!
En 2008 el subsidio subió exageradamente. Según datos del Ministerio de Hacienda, el costo del subsidio se incrementó en un 773.7%, entre enero y septiembre de 2008, en comparación con el mismo periodo de 2007.
“El año pasado, a septiembre, el subsidio costaba $11.8 millones, para 2008 subió a $103.1 millones” de los cuales Caess le corresponde arriba del 40% de esa cantidad, eso es, más de 40 millones de dólares, esos fondos los aporta la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL); ya que el Ministerio de Hacienda otorga el otro subsidio para los pequeños consumidores hasta 99 Kwh. De esa forma, las Distribuidoras eléctricas reciben un subsidio, ya sea por aumento de tarifas o por el Fondo de Compensación.
No hay razón para disminuir ganancias por incremento de los costos de energía; porque automáticamente las tarifas suben, o si no suben, el Gobierno las subsidia.
Los subsidios del Estado son reales, pagados y los que no, pagables y por lo tanto son ingresos reales.
Manipulación del valor de las acciones.
Con un balance de pérdidas en 2008 las acciones de Caess se han precipitado hacia abajo, todo ello en forma artificial.
Los resultados negativos hacen huir a los inversionistas y el valor de las acciones se desploma.
Nosotros estamos claros que éste es un riesgo que debe aceptarse al invertir en acciones en la Bolsa de Valores; pero no mediante el maquillaje de balances, pérdidas simuladas ó manipulación artificial del valor de las acciones.
Los inversionistas con pánico venden barato, pero aún, conservando sus acciones, se les reducen artificialmente sus utilidades pendientes de distribuir de años anteriores y no se obtienen nuevas utilidades en el 2008. Fuera de ello, se reduce su patrimonio.
En el caso de Caess, el Gobierno tiene que actuar con justicia y rapidez. El Ministerio de Hacienda tiene que revisar; la SIGET tiene que intervenir, al igual que las demás Instituciones Gubernamentales responsables. Un Gobierno no puede ser tan pasivo que tolere y permita esos abusos, incluso contra sí mismo.
También la Bolsa de Valores de El Salvador, una institución hasta ahora reconocida por su capacidad y honorabilidad, tiene que manifestarse al menos en privado. Un balance como el de Caess, no debe permitirse; para que no interfiera con la buena labor hasta hoy desarrollada y con la confianza plena en el Sistema. Si se permite ese balance ¿Quién va tener confianza en invertir en la Bolsa de Valores de El Salvador?
De acuerdo a los arts. 120 y 173 del Código Tributario. La Administración Tributaria puede revisar, investigar y fiscalizar a CAESS y ésta, el deber de informar; pero se necesita voluntad política. Fuera de ello, es necesario que la demanda interpuesta por pequeños inversionistas en el Juzgado 3° de lo Mercantil contra Caess, se le dé la importancia y celeridad del caso.
Hay casos inverosímiles en Caess que necesitan ser investigados. Entre ellos:
Revaluación millonaria de activos, préstamos bancarios arriba de los 170 millones de dólares con aplicación dudosa; préstamos bancarios para prestar a Empresas ajenas a menor interés, de lo que Caess paga al recibir préstamos; gastos excesivos; subsidios del Estado, no reflejados en el Balance como ingresos; impuestos sobre la renta diferidos por más de 36 millones, que no se saben en donde están; impuestos diferidos en el 2008 mayores que las ganancias declaradas, formando una pérdida operativa artificial; Fondo transitorio millonario, elevado e inexplicado; valor de compra unitario de energía no declarado; supuesta doble facturación; eliminación de dividendos ya decretados y por consiguiente propiedad de los accionistas; disminución de los impuestos del Estado y al mismo tiempo disminución de las ganancias de las accionistas. Como un ejemplo en el 2008, de más de 9 millones de ganancias retirados por la Administración de Caess del Balance para supuesto pago de impuestos el Fisco recibió tan solo ½ Millón y los pequeños inversionistas ni siquiera un centavo y fuera de ello, perdieron, retirándoles parte de sus utilidades históricas, para compensar la supuesta pérdida. Y los impuestos fueron declarados diferidos para tampoco pagárselos al Gobierno.
Hay mucha tela que cortar y mucho que investigar.
Con este caso se define el futuro de nuestro País. Si CAESS resulta impune con flagrancias manifiestas, ¿que impediría que las otras Empresas multinacionales, se motiven hacer lo mismo?.
No se pide favores; se demanda justicia.